°.•M I E D O• .°

Aquí la gente es rara, pero mamá solía decir que lo raro es genial. Creo que ella estaba aquibocada o mintió; me inclino por la segunda como aquella vez que dijo "Todo estará bien Lisa..." Lo dijo con tanta calma que casi le creo, si no hubiera sido por su labio roto lo hubiese hecho, estaba casi tan roto como su vida; la segunda ganaba.

Hoy es uno de esos días en los que la tristeza me absorbe y me marea. Sila a ido al Parque y ella no regresará, lo sé y todos aquí lo hacen.
¿Mami cuándo vendrás por mí? Tengo miedo.

El señor Rubén hoy me ha presentado a Clara, es agradable pero no tanto como Sila. Clara dice que algo malo pasa en el Parque. Ella tiene miedo y yo también. Soy Lisa y sé dónde estoy y no me gusta.

[🌻]

La paleta de color cereza se pierde en los belfos de Clara; ella me mira y sonríe, sé que piensa lo mismo que yo y eso me aterra... Y me agrada.
- Vamos Lisa - es lo que escucho en cuanto ella comienza a caminar hacia el edificio, ella está loca y eso me agrada. Ella me agrada.

Sila era tonta e impulsiva , y tonta, claro. Pero agradable a pesar de todo; tenía un defecto ella era una persona sumergida en su propio miseria, estaba rota y yo no tenía el pegamento suficiente para arreglarla, ella me provocaba querer tomarla y cuidarle de todo aquél que la tocase. Soy tonta e impulsiva. Ella era uno de esos casos especiales aquí, era peligrosa y eso me gustaba; era lo único interesante en esta porquería a la que estamos condenados. Y ella no tenía miedo.

El edificio es agradable a la vista pero mi cordura está en frenesí pidiendo largarme a paso veloz. Clara vuelve a sonreír y yo quiero vomitar.
No hay doctores, no hay enfermeros, no hay... Nadie. Clara sonríe y yo comienzo a odiar sus dientes blancos de burro.
- Vamos Lisa - ella dice, esa frase comienza a ser la única que recuerdo que ella me ha dicho.
Camino, claro que lo hago pero comienzo a desesperarme, la sonrisa en su estúpido rostro no vacila; llegamos a donde sea que estamos.
Soy Lisa, claro que lo soy. Y Lisa tiene miedo.
Archivos abundan a donde mires, ellos parecen querer ahogarte en sus letras susurrando nombres en descontrol.
Estamos aquí por Sila, estamos aquí para saber dónde se metió esa niña. Quizá siga viva y no experimenten con ella. Tal vez se salve y corra. Probablemente ya le sacaron el cerebro o le están practicando electroshook. Ella debe estar muerta ahora. Lloro y sorbo los fluidos de mi nariz.
- Tengo miedo Clara - susurro. Ella me mira y lo sigue haciendo hasta que habla.
- ¿A qué le temes Lisa?- Parpadeo y mis ojos se secan, quiero gritar y cortar su garganta ¿Por qué? Porque no tengo una respuesta a su pregunta. Ella vuelve a sonreír.
- Eso creí - susurra y sigue buscando el nombre de Sila en los archivos.

[🌻]

El nombre de Sila estaba en un archivo que - estoy segura - no corresponde a ella; porque ella no mató a nadie y mucho menos a su papá, ella lo amaba. El señor Rubén insiste en que Sila volverá pronto. ¡Él miente! Clara y yo lo sabemos estúpido vejete. Sila a estado fuera ya una semana, Clara come y come sus paletas de cereza y no ayuda.
- Vamos Clara - doy la indicación y caminamos al Parque. Ella se emociona y desecha su brillante paleta, asiente y camina delante de mí.

- Eh ido al Parque y eh vuelto Lisa, tú también lo harás y quizá Sila se nos una - Murmura con alegría. - Estarás de vuelta Lisa, lo prometo.
El Parque no tiene columpios ni mucho menos un tobogán. Ellos no pueden prácticar sus experimentos sobre un sube y baja eso sería tonto e incómodo. Es un pequeño edificio de no más de tres pisos, es blanco - un color no muy conveniente tomando en cuenta la sangre que debe abundar en sus paredes. Mis oídos se preparan para recibir el grito desfallecedor de un desafortunado paciente o quizá una risa maniática de un doctor enfermo. Pero no escucho nada. Clara parece complacida y emocionada, ella está expectante.
- ¿Por qué no entras y das un vistazo Lisa? Será divertido, tendremos de regreso a Sila.
Abro la puerta principal y el largo pasillo blanco me cega. Hay puertas a cada lado; el escenario es como el de una serie estadounidense barata, como la que mi madre disfrutaba ver. Extraño a mamá.
Clara no porta el típico uniforme de el hospital, ella lleva una bata farmacéutica.
- Ya sabes, un disfraz - Toma mi mano y continuamos caminando dentro del edificio. Mis sentidos se agudizan tratando de oír lo que pasa detrás de las puertas a nuestros costados, no puedo percibir otra cosa que no sea silencio; Clara se detiene y mira sobre su hombro.
- Espera aquí - me ingresa al último cuarto y cierra la puerta, dejándome dentro. Mis huesos y toda yo tiembla, el señor Rubén está sentado detrás de un gran escritorio, él no dice nada solo me mira y siento todo contarse.
- ¿A qué le temes Lisa? - Dice con un porro cubano en su mano.
- ¿ Y Sila, dónde está ella? - cuestionó.
El sonríe y de una calada al porro ahuecando sus mejillas.
- Ella está en esta habitación Lisa ¿ Acaso no la ves?- Murmura poniéndose de pie y camina a una pequeña pizarra descubriendo está de la manta que la cubría.
Mi nombre y el de Sila están plasmados ahí. Mi sangre se congela y mi estómago se revuelve, quiero llorar.
- Sila estaba internada aquí por asesinato y transtorno de personalidad ¿Lo sabes no? ¡Por supuesto que lo sabes! Ella era peligrosa Lisa ¿Tú por qué estás aquí Lisa? - Lloro y no lo puedo controlar.
-Asesinaste Lisa ¿Sabes a quién? A tu padre Lisa. ¡Oh! Eres igual a ella...- Toma mi mentón y acaricia- pero no todo es malo Lisa, ella tenía a alguien que la ayudara la doctora Clare Moor es alguien genial en su trabajo.
- ¿A qué viene todo esto Rubén? - Murmuró sorviendo mis fluidos nasales.
- Lisa y Sila tienen las mismas letras. ¿Lo ves? - señala la pizarra y las náuseas me invaden - ¿Quieres saber a qué le tenía miedo Sila? - asiento con locura él sonríe y susurra en mi oído - Le teme a lo que es y disfraza su realidad Sila -
Me impulso hacia atrás y vómito. Las lágrimas resbalan y raspa cada fibra de lo que soy. Soy Lisa ¡Yo soy Lisa!
- Tú nombre es Sila Morie, 16 años , internada desde los 13. Mataste a tus padres Sila, creaste tu propia realidad en la que no eras más Sila - Me leía el expediente de Sila.
-¡Yo no soy Sila! Yo no mate a papá -
La puerta de la pequeña oficina se abrió dejando pasar el sonido de unos tacones de aguja, la persona que acababa de entrar tenía una paleta en su mano y un portafolio en la otra.
- ¡Clara! ¡Debemos irnos! - la tomé por la muñeca sintiendo como la calma regresaba a mí. Ella cree en mí, ella es la única persona que tengo ahora, ella es...
- Doctora Clare, creo que no podré con esto solo - miro entre Clara y Rubén ambos me miran ,el poema que se pinta en sus rostros es desconsolador. Una arcada me golpea y otra y otra, una tras otra pero de mi estómago ya no sale nada.
Tres fotografías caen sobre el piso dos cadáveres, un hombre y una mujer. Mamá y papá.
El la tercera una niña hecha ovillo sobre sí misma. Es Sila.
- Eres tú, no hay Lisa solo eres Sila - acaricia con su amena mano mi cabeza. Giro sobre mis talones viendo mi reflejo en la ventana. Soy Sila ¿O Lisa?
- Padre golpeador, madre sumisa y una criatura sin futuro. Que agradable panorama, padre mata madre e hija mata padre y paga por los pecados de ambos
- No entiendo, no lo hago ¿Dónde está Sila? -
- Sila eres tú, no existe Lisa. Llevas aquí tres años y dos de ellos con esta farsa. Asesinaste a tu padre te volviste mentalmente inestable. No te culpo, no fue tu culpa y bueno ,si, es cierto tú tomaste el arma blanca y destrozaste al pobre hombre ¡Pero vamos mató a tu madre!
- Yo llevo aquí dos meses yo no pertenezco a este mundano lugar- Limpió las camisuras de mis labios, lo agrio me invade desde la boca del estómago hasta la punta de la lengua. Mi bilis sube y vuelve a bajar.
- Escuche eso unas diez veces Sila. No es la primera vez que esto sucede, pero es necesario que pase necesitamos tu confesión para que el caso se cierre. Haz causado revuelo en la sociedad, nadie cree que una hija sea capaz de hacer lo que tú haz hecho. Siempre llegamos a este punto, recuerdas todo y lo admites pero eres como un cassette, retrocedes y llegamos a cero dónde eres Lisa y pierdes a tu amiga Sila.
Mi cabeza duele y siento el mundo girar sobre mis pies, Clara me ve y coloca la paleta sobre su boca. Papá mató a mamá antes de que yo llegase de la escuela, papá era malo y mamá tenía miedo. Yo tengo miedo de lo que soy, yo maté a mi padre y lo disfruté.

- Lo disfruté - Le dije a Clara con una sonrisa plasmada en mis agrios labios.
- ¿A qué le tienes miedo Lisa? - Murmura limpiando mi mejilla
- Soy Sila y le temo a lo que fui y soy...
Clare sonríe y me da una paleta; Rubén soba mis revueltos cabellos. Me siento querida y eso me aterra y también lo amo.
[🌻]

Me siento sobre la mesa en lugar de la silla. Tengo la sensación de que algo bueno pasará esta tarde, el día de ayer y la mañana de hoy he sido entrevistada y asfixiada con preguntas sobre mi familia y mi vida, soy famosa y eso es genial. Soy rara y mamá no mentía ¡Porque yo soy genial!
Mis manos sudan y miro por la ventana en el jardín frente al edificio que conocemos como el Parque de encuentra Clare y Rubén hablando con los medios locales y nacionales.
Sila eres genial.
Soy el vivo ejemplo de una nueva terapia de la psicología moderna. Sonrió y camino a la salida. El sol no está o si lo está pero es oculto por las densas nubes sobre mi cabeza.
Me siento en el césped que aún huele a hierba recién cortada. Mis zapatos se manchan y mi trasero también.

Clara llega a mí y me sonríe uniéndose a mí sobre el césped.
- ¿Estás cansada? Hoy a sido un día agotador - Me entrega una paleta y la colocó en mi boca saboreando el dulce sabor. Mi bilis sube y quiero gritar... Mantengo mi vista en el cielo y no le dirijo ni una mirada a Clara.
- Él cree que no lo sé, pero sé que tiene a Sila y yo la salvaré; no dejaré que sufra más ahí dentro. Debe estar desesperada por salir - Clara me ve y asiente tirando su paleta al frente de nuestros cuerpos. Puedo ver por el rabillo del ojo como niega en dirección del Rubén y el asiente, él se ve decaído...