Capitulo. XIII

7 1 0
                                    

Capítulo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo. XIII

Tres timbres

       Alessa despertó con la boca reseca, miro su ropa desesperada y notó que estaba en perfecto estado, Jessica nunca la había roto, lo que significaba que lo que había vivido, era solo un mal sueño. Miro a su alrededor y noto que Jessica dormía al otro lado de la habitación con las manos en la espalda, estaba casi totalmente erguida... era como si estuviese...

      -¿Despertaste?

      Alessa volteo la mirada confundida para ver a Mary sentada en el suelo, ella le miraba con una gran sonrisa lo que la hizo dudar aun más.

      -¿Cómo...?

      -El hombre de negro, él poseyó a Jessica antes de que te hiciera algo, luego fue a buscarme... ¿tuviste pesadillas?, estuviste diciendo mi nombre dormida- añadió Mary-. De todas formas, creo que no has notado aun en donde estas.

      Alessa miro a su alrededor de nuevo y noto algo que no había visto antes, el suelo estaba lleno de lineas rojas, en una esquina habían unos muñecos degollados, el lugar era un desastre total y apestaba a podrido.

      -Alessa.

      -¿Sí?

      -Dime algo- susurro Mary mirándola seria-, si yo muriera, ¿quién lloraría por mí?

      -¿De qué hablas?- pregunto Alessa nerviosa-, no me insinúes que planeas suicidarte.

      -Responde mi pregunta.

      -Yo lo haría- respondió Alessa seria.

      -Muy bien, digamos que, si yo muero; llorarían tres o cuatro personas...- Mary dejo una pausa antes de seguir hablando y luego miro a otro lado-, ahora, ¿cuántas se alegrarían?

       Alessa se quedo unos segundos confundida, no sabia que responder pero sentía que no era el momento de hacer una broma, se notaba que Mary hablaba más serio de lo que comúnmente lo hacia.

       -Además- continuo Mary-, si yo muero, no van a llorar mucho por mi, quizás unos minutos, unas horas, creo que incluso casi un día... pero luego me van a olvidar.

      -Si tu mueres, yo obligare a Casio y a los de su grupo a suplicarte disculpas por todo el daño que nos causaron en vida. Ellos pagaran cada dolor que han causado- dijo Alessa con tono filoso.

      -Si yo muero- susurro Mary-, quiero que los entierren conmigo. De lo contrario, buscare a uno por uno y provocare sus muertes.

       Alessa sintió un ligero temor cuando noto como el hombre de negro se manifestaba detrás de su amiga rubia, algo había cambiado en él... sus ojos... eran negros, si no mal recordaba, eran blancos...

Almas Ocultas (Hidden Souls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora