¡Me gustas, hyung!

Extra

Pov YoonGi.

Cuándo decides compartir tu vida con alguien es porque lo aprecias, atesoras y amas.

Un matrimonio está conformado por dos personas y se basa en confianza. Muchos de los matrimonios actuales se disuelven por falta de ella, por falta de comunicación o porque se acaba el amor, claro él amor no se puede acabar cuando dos personas lo sienten y deciden contraer matrimonio.

Y yo amo todo de mi matrimonio, el día de mi boda fue simplemente maravilloso, todo lo que una vez soñé se hizo realidad. Una pequeña ceremonia en un lindo jardín que más tarde serviría para la recepción. Con familiares y mis amigos más íntimos, todo bien.

Obviamente no fue para nada fácil organizarlo, desde la pedida de mano de mi hermoso prometido, decirle a la familia, escoger padrinos, buscar el lugar perfercto, toda la decoración, las invitaciones, claro entregar las invitaciones, la búsqueda del traje perfecto, el escribir los votos, vaya, fue un recorrido definitivamente largo y costoso no lo voy a mentir.

Pero todo vale la pena cuando lo vi entrar y comenzar a caminar por el centro hacía mí, la sonrisa que en su rostro llevaba y el cómo sus ojos brillaban.

Yo no soy una persona que llore porque sí, pero esta vez no era un porque sí, era mi boda y mi prometido se veía completamente hermoso.

-Acepto -dijo él sonriendo mientras me colocaba la sortija de matrimonio sobre mi dedo anular de mi mano izquierda-. Claro que acepto.

Mierda, ¿A que hora empezó la ceremonia?. Estuve tan ensimismado conmigo mismo que no supe a que hora comenzo ni nada.

Soy un mal novio.

Fijé mi vista en el sacerdote, fue cómo cuando hay una explosión y quedar aturdido sin escuchar bien realmente, justamente eso mismo me estaba pasando, sólo podía ver cómo sus labios se movian y yo no sabía exactamente que era, porque su voz parecia lejana y ajena a la burbuja donde yo me encontraba con él.

Al parecer es mi turno de responder porque todo mundo esta mirándome fijamente y mi prometido fija sus ojos en mi más que emocionado.

-Acepto. -respondo con firmeza, joder, claro que acepto y le pongo el anillo en su bello dedito-.

Y después de eso vuelvo a perderme porque lo siguiente que sé es que estoy caminando con el brazo de MI ESPOSO entrelazado con el mío, conforme pasamos por el pasillo los petalos de rosa y arroz caen sobre nosotros, en otras bodas nunca lo entendí e incluso me llegó a parecer tonto, pero hoy no, hoy lo agradecía demasiado.

La hermosa risa de los labios de mi esposo provocan la misma reacción en mi.

¿Ya dije que lo amo? ¿No? Ok, ok, ok, en ese caso, LO AMO.

Lo mismo que me pasó en la ceremonia me pasa en la recepción, no tengo noción de nada solamente que la tarde y la noche transcurre rápido y todo lo que yo puedo hacer es mirarlo, ver como interactúa con los invitados, cómo ríe, cómo baila.

El tiempo se va tan rápido y yo sólo puedo disfrutar de él.

Su cuerpo desnudo descansa en mis brazos después de hacerle el amor, las olas del mar se escuchan a lo lejos.

Peino su cabello y dejo un beso en sus labios mientras el duerme.

-Te amo Hobi, te amo mucho, esposo mío.