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parte única

Después de haber estado un año en China, volver a Corea del Sur no debe ser tan difícil.

JiMin cree que en un año las cosas no pueden cambiar tanto.

Su familia sonríe en cuánto aparece por la puerta, y el abrazo se hace interminable. Antes de poder hablar con sus padres y contarle acerca de todo lo que vivió, corre hacia su habitación para abrir la ventana.

- ¡Yoonie hyung! - Exclama como cuando era niño y quería jugar con su vecino. JiMin realmente espera ver al mismo alfa de hace un año, aquel que vestía lujosa ropa, su cabello siempre estaba arreglado y un rostro de desinterés parecía adornar siempre su rostro.

En cambio, las cortinas son corridas rápidamente y un rostro de alegría aparece frente a él. YoonGi está vestido con una camiseta negra holgada y unos jeans rasgados.

JiMin lo mira con la boca abierta sin saber qué decir al observar al alfa sonreír frente a él.

- ¡¿JiMinnie?! ¿Cuándo regresaste? - Pregunta saliendo por la ventana para trepar el árbol y terminar en la habitación del omega, quien se encuentra estupefacto (el YoonGi de hace un año nunca hubiera hecho eso).

- A-Acabo de llegar... - Comenta nervioso. - ¿Qué te sucedió?

YoonGi lo abraza mientras hunde su nariz en su cuello, olfateando por completo mientra suelta gruñidos bajos.

- Te extrañé. - El alfa comienza a tranquilizarse con el olor de JiMin, pero éste no sabe qué decir.

- Yo también, pero... ¿qué te sucedió? - Insiste con la pregunta y YoonGi lo mira orgulloso.

- Después de que te fuiste, tuve una pequeña crisis existencial. Conocí a gente nueva y digamos que discutí un poco con mis padres. Pero... hice lo que me dijiste antes de que te fueras. - JiMin recuerda y una pequeña sonrisa aparece en sus labios. - Me dijiste que fuera yo mismo y deje de esconderme... Este es el verdadero YoonGi.

Vuelve a abrazarlo y lo empuja para que los dos puedan sentarse en la cama.

- Me gusta pero ¿podrías soltarme un poco?

- No, necesito unos minutos más.

JiMin sabe que YoonGi está intentando dejar su olor en él, y rueda los ojos mientras le devuelve el abrazo.

- Omega. - Escucha la voz del alfa y su lobo comienza a rasguñar nervioso.

- YoonGi, ¿puedes...?

- No. - Lo mira. - Alfa. Tienes que decir que soy tu alfa.

- ¿Eres mi alfa?

- ¿Necesitas otro año más lejos de mí para darte cuenta? - Pregunta con el entrecejo fruncido y el omega ríe feliz.

Mientras siguen abrazados y la nariz de YoonGi se encuentra en el cuello de JiMin, el alfa le cuenta sobre lo que se ha perdido todo este tiempo. Agradeciendo al universo de poder tener consigo a su omega otra vez.

Y a pesar de que las cosas cambiaron, sabe qué, en donde sea que estuviese, YoonGi nunca dejó de ser su hogar.