Me encontraba en la peor situación posible; asistiendo a la boda de mi mejor amiga, a la boda de Laura. No tengo idea de porque me encuentro aquí después del ridículo de esta mañana, fui tan iluso para confesar mi amor por ella y me rechazo, aun puedo escucharla diciendo aquellas palabras.
"Santiago, tú y yo solamente somos amigos y siempre lo seremos no quiero perderte, pero yo estoy enamorada de Matías, él es el amor de mi vida, tu sabes lo que siento me conoces mejor que nadie, y aunque te quiero demasiado no puedo corresponder lo que tu sientes por mí, es verdad que lo intentaste, tenemos una conexión genial, hasta parece mística pero como pareja no funcionamos. Como amigos nos desbordamos somos mucho, pero como algo mas no nos bastaríamos, lo siento tanto, siento que no te des cuenta de esto. Pero es el momento de decirlo yo sé que me quieres y piensas que yo soy el amor que tú esperas, pero no es así, tengo la seguridad de que lo encontraras."
Solo puedo repetir esas imágenes en mi cabeza junto con su voz y aquellos ojos verde mirándome a punto de las lágrimas, y ahora soy yo el que no puede contenerlas. Me encuentro en primera fila en su boda veo como se juran amor eterno y todos a mi alrededor parecen tan felices, pero a lo lejos diviso uno ojos miel a punto de las lágrimas, pero sin dejar salir sus emociones. Es ella de nuevo, la amiga de Matías, todo el mundo dice que es tan fría, pero viéndola ahora pareciera que necesita un abrazo. He oído como dicen que es perfecta y que es tan fría al realizar las cosas y justo ahora se parece a mí, ella siente lo que yo siento en este momento. Sin más los novios salen del altar ni ella ni yo tuvimos las agallas de decir el "yo me opongo" supongo que no hay nada que pueda hacer.
La chica de mi vida se fue y ahora es tan feliz con el chico al que ama y yo no puedo evitar pensar que pude haber sido yo. Pero lo que tuvimos no fue y puede que Laura tuviera razón.
Pensé que era el último en salir de la capilla, pero allí estaba esa chica con el porte perfecto y la mirada quebrada. Se acercó a mí.
— Pensé que dirías algo en la ceremonia, Santiago—
— Yo pensé que lo harías tú, Raquel—
— Es obvio que nos importó demasiado sus sentimientos y aun no me lo puedo creer, sabes debí hacerlo, siempre he sido yo primero y ahora deje a alguien en ese lugar—
-pues creo que deberíamos superarlo no te parece, ya es tarde-
—lo es—
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Muy tarde
RomancePequeño relato de 500 palabras para noviembre dinámico. Cuando te encuentras en una situación complicada, al ver como el amor se escapa.