T r e s

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Entraste por aquella puerta emocionada por un nuevo año supongo.
Pusiste tu bolso en el escritorio y de igual manera tu portafolio.

Dijiste tu nombre y al momento levanté mi vista.

Pediste que hiciéramos una cuartilla presentándonos y explicando lo que hicimos en nuestras vacaciones, yo no tenía mucho de que hablar ya que nunca salí de casa, pero sin embargo quería quedar bien contigo así que inventé un par de cosas.

No sirvió de nada ya que ni siquiera prestaste atención a eso, sólo te interesó mi nombre, dijiste que te gustaba.

O B S E S S I O N Donde viven las historias. Descúbrelo ahora