PEQUEÑAS HISTORIAS

Hiperbórea

— "Según el mito, la ciudad de Hiperbórea, ubicada mas allá del Norte de Tracia, era una conocida tierra mítica y helada  fundada por los mismísimos hijos de Boreas, Dios del viento del Norte. Por lo general se la llegaba a confundir con Shambala, pero a diferencia, la primera si era real" — Sky leyó entre susurros aquella pequeña introducción escrita puño y letra por su madre y no pudo evitar soltar una sonrisa nostálgica, la única que lograba producir desde hace meses. Volvió a leerlo otra vez repasando cada detalle de su caligrafía, definitivamente no quería olvidar nada, intentaba encerrar toda esa información y detalles en su cabeza.

Marina Duquette era una historiadora cuarentona que pasó de ser la mas respetable por su trabajo "Libertalia" (donde ofrecía una investigación bastante certera acerca de un antiguo asentamiento lleno de tesoros pertenecientes a piratas como como Henry Avery), a ser criticada altamente por fijarse en una historia que contenía una "alta cantidad de fantasía" por el público.

 Ella siempre decía "quienes son para decir que es real y que no" y, casi contradictoriamente, también pensaba que nada es real hasta que se demostrara lo contrario, algo que ella nunca pudo hacer, pero para eso estaba su hija, quería demostrar que no estaba loca.

Sus teorías, basadas en toda la información que pudo recolectar antes de que fuera internada en un hospital psiquiátrico y falleciera por un infarto agudo de miocardio y un pésimo servicio médico, abarcaban un total de seis cuadernos llenos de recortes, citas de libros, dibujos, gráficos y coordenadas de lugares que iban desde Grecia a alguna ciudad Turca que parecían ser aleatorias.

A Sky le costo mucho lograr que alguien financiara su viaje, pero al final, un ambicioso programa de televisión (uno con un muy bajo nivel de espectadores, en su opinión) aceptó a cambio de obtener cada detalle de cada viaje y lo convirtió en un segmento de su programa, probablemente para burlarse si fracasaba y seguir embarrando la memoria de su madre, pero la plata era la plata. Toda su vida de trabajo y el de Marina culminaban ahí, en ese viaje que probablemente era absurdo.

 Pero de algo estaba segura, en cuanto descubriera la verdad (sea cual sea) podría por fin descansar del tormentoso recuerdo de su madre y sus sueños frustrados que la perseguían.

Aquel era el cuarto viaje de expedición que se hacía, Sky viajaba en un pequeño barco llamado "El tridente negro" junto a una periodista joven de cabellera oscura y unos ojeras que indicaban lo poco que había dormido. 

Supuso que estar en un barco la ponía nerviosa, ya perdía la cuenta de cuantos cigarrillos fumaba por hora, pero lo que era seguro era que sus pulmones iban a explotar pronto; Su otro acompañante era el capitán de ese barco, aunque pocas veces se lo veía fuera de la cabina, a menos que se tratara de comida.

Cada día que pasaba en ese barco sentía que era el precio que tenia que pagar por siempre ser tan altruista y optimista, pero nadie podía culparla, había crecido bajo el cuidado de la que, para muchos, era solo una loca que vivía en un cuento de fantasía, sin importar si llegaba a tener razón o no, nadie le había creído. Sky estaba segura de que era su deber continuar el legado de investigación y completar lo que ella nunca pudo.

Todo esto llegó a tomar tanta importancia en su vida que había perdido sus relaciones sociales, y se había convertido en su madre: Una mujer que parecía estar triste todo el tiempo, con un juicio firme, muy solitaria, llegando a pasar mas tiempo con sus libros que con personas, pero nunca necesitaron a nadie en sus vidas, mas que a ellas mismas.

Mas allá de eso, se caracterizaban por ser capaces y por tener el poder de hablar con convicción, pero no podían hacer nada cuando la gente se ponía en su contra.

Sky empezó a presenciar como el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte marino, ya llevaban un día entero de viaje, era muy probable que a la mañana siguiente ya comenzaran a ver algo, alguna isla montañosa, o algún indicio de una civilización antigua, la idea le provoco un vació dentro de ella "Ojalá mamá estuviera acá".