Lo Opuesto A La Indiferencia

¿Que soy para Asami?

La lluvia caía fuerte y firme contra los cristales de las ventanas. Llevaba días cayendo en un ritmo incesante. No era ni golpeando, ni vertiendo, ni goteando, sino lloviznando; Cayendo en una corriente lenta pero constante.

Akihito observó cómo el agua corría como dedos por los vidrios de las ventanas.Cada gota siguió el camino del primero, tomando el camino de menor resistencia.Las gotitas se movían como un baile, corriendo y deteniéndose casi a un ritmo.Estaba oscuro afuera y estaba oscuro adentro. Akihito había apagado las luces.Cuando estaba solo en el ático, a menudo se sentía como un reptil en una caja de exhibición porque todos podían ver y él no podía ver. Se sentía especialmente claustrofóbico porque había estado recluido en el apartamento durante varios días. No había tenido trabajo, y las pocas pistas que tenía, las había ignorado. Ya no estaba lo suficientemente desesperado como para sentarse afuera, bajo la lluvia torrencial, arriesgando sus cámaras y su comodidad, por la posibilidad infinitamente pequeña de una gran imagen que rompería su carrera prácticamente inexistente. Pensó que todos los criminales con algún sentido estaban haciendo lo que él estaba haciendo;Sentado apretado y mantenerse seco.

Excepto por uno.

Era casi medianoche y no había visto a Asami desde la mañana anterior. Eso no quería decir que no había estado en casa. Había un cigarrillo desairado en un cenicero que Akihito acababa de vaciar ayer. Faltaba algo del arroz y el miso de la nevera. Había calcetines, boxers y una camisa de vestir arrugada en la lavandería, lo que indicaba que Asami había regresado a casa mientras Akihito estaba dormido y se fue antes de que despertara. Quizás si durmieran en la misma cama, Akihito podría haberse dado cuenta. Pero no dormían en la misma cama. En ocasiones, se había visto tentado a meterse en el colchón sueco gigante con las sábanas de 3000 hilos y las pilas de almohadas, en lugar de su pequeño gemelo con su colchón de papel fino y sus muelles dolorosamente elásticos. Akihito se preguntaba a veces si Asami había hecho ese único propósito para atraerlo a su cama, pero dudaba que Asami alguna vez fuera tan sutil.

Akihito apoyó su mejilla en su palma y suspiró ruidosamente. Era la octava vez en una hora, pero no había nadie allí para contar o notarlo.

Le molestaba y se decía a sí mismo que no debía. Asami y él no eran más que compañeros de habitación glorificados.Amigos con beneficios, excepto que no eran realmente amigos.

Lo que hizo que Akihito volviera a la misma pregunta que lo había estado molestando durante semanas, meses ... Años, desde el momento en que conoció a Asami para decir la verdad. ¿Qué era él para Asami?¿Qué papel juega en el guión de la vida de Asami? ¿Era un fondo extra? ¿Un jugador de apoyo? Un plomo?

En la historia de la vida de Asami Ryuichi, ¿el nombre Takaba Akihito obtendría una mención honorífica?

Los labios del rubio sobresalieron en un puchero enojado y se levantó del sofá para dar un paseo frustrado alrededor del ático.Terminó de pie con la mano presionada contra la ventana del balcón. La lluvia caía entre sus dedos, desapareciendo en el cristal detrás de su mano. Miró hacia la ciudad y se preguntó, por centésima vez, dónde estaba Asami tan tarde en la noche.

Su mirada se desvió hacia el periódico sentado al lado del sillón del anciano y Akihito apartó los ojos como si no quisiera que se lo recordaran. No impidió que los zarcillos de celos volvieran a subir a su pecho. Hace unas semanas, otra foto de Asami y Azumi Ryouko apareció en la columna de la sociedad. No fue el primero.Desde esa noche en que Akihito los había visto juntos, no pudo evitar mirarlos. Cada pocas semanas, parecía que otra foto de ellos aparecía en Internet o en los chismes de celebridades o en el periódico. Y me dolió.