Prólogo

7.5K 791 39
                                    

Cinco años antes.

—¿Lo dices en serio, muñeco? —pregunta su amante, tratando de parecer no sorprendido.

Pero vamos, que él, Jung HoSeok conocía a Kim TaeHyung casi como a su propia palma de la mano, y sabía que bajo esos ojos oscuros poco expresivos para cualquier persona —menos para él— se escondían sentimientos no dichos en voz alta.

No en vano lo conocía hace unos dos años.

—No me digas muñeco cuando estoy diciéndote que lo que sea que tenemos necesita acabar, TaeHyung —responde mirándose las uñas.

Era claro que se estaba comportando como una absoluta perra insensible, pero la situación lo ameritaba, o por lo menos desde su punto de vista.

—Sé que no es de mi incumbencia porque no somos nada —el castaño remarca esas últimas palabras con resentimiento— pero, ¿se puede saber la razón?

—Oh, no sé, tal vez sea porque siempre pones el básquet por encima de mí o el hecho de que eres un imbécil y te acuestas con cualquiera cuando yo no estoy dispuesto a follar contigo. Ahora; ya sabes por dónde está la puerta —dice, por fin mirando a los ojos al menor, aunque no por mucho tiempo porque no podría resistir sus enormes ganas de besarlo y rogarle que se quedara—. Adiós, TaeHyung, sea lo que sea de tu vida, espero que triunfes haciendo lo que te apasiona en exceso —el veneno se hacía notar en cada palabra.

Un gruñido de los labios del susodicho salió fuerte y claro, mostrando su desacuerdo ante lo dicho. Tuvo que evitar actuar como un cobarde y encogerse en el sofá ante el ruido emitido por TaeHyung.

—Lo que carajo sea —observa al menor pararse con una notable tensión en su cuerpo y las manos hechas puños, y caminando hacia la puerta. Antes de salir de su departamento, se detiene y sin girarse a verlo pronuncia las siguientes palabras—. Que quede claro que tú fuiste el que mandó esto a la mierda, que creíste lo que dicen por ahí de mí, y que no te importó nada lo que podríamos haber sido. No quiero verte detrás mío, HoSeok, y no regreses a mí —se giró a ver al mayor y había una clara oscuridad en sus profundos ojos—, no me busques, porque juro que lo primero que haré es arrancarte tus extremidades de bailarincito. Dicho esto: suerte y adiós, muñeco.

Luego de eso, el gran golpe de la puerta cerrándose con fuerza no logró sacarlo de su estado de shock y mucho menos eliminar el malestar enorme que se generaba al paso de los segundos en su pecho.

Tantas palabras, tantas mentiras escondidas en ellas.

Tantas palabras llenas de sentimientos puros que buscaron salir de su boca y que no serían dichas ni hoy, ni nunca.

Porque todo había acabado.

O eso creyó HoSeok.

He says [VHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora