Escuela Para Reyes

Amdobia

Me encuentro en mi alcoba real, mirando al techo, me pierdo entre mis pensamientos, no puedo más con la borrachera que me cargo, si mi abuela me ve en estos momentos la liaría muchísimo. Pero estoy acostumbrada a sus peleas, se han vuelto bastante recurrentes este año.

-¿En qué piensa tanto usted su alteza real?
Me pregunta Joseph, mi mejor amigo de toda la vida, su familia tiene negocios con la mía. Siempre ha estado a mi lado desde que tengo uso de razón.

- En que te tienes que ir pronto, son las 3:00am, no quiero meterte en problemas.
- ¿En más de los que ya estoy? Tienes 17 y yo 18 te compré alcohol y lo metí al palacio.

Joseph está más borracho que yo, es que se tomó dos botellas de Vodka sin pensárselo, eso es estar mal de la cabeza. A principios de este año yo no tomaba ni una sangría, pero las circunstancias de la vida cambiaron y con ello las responsabilidades, yo no soy la primogénita, no debería ser la siguiente al trono, pero la muerte de mi hermano David, me dejó un vacío enorme además de un reino al que pronto tendré que dirigir. Pero no será por ahora según mi abuela, tengo que prepararme y tener una carrera, además de encontrar un príncipe para casarme y tener descendientes, para su mala suerte no estoy interesada en nadie y para la mía Joseph es gay y no podría usarlo para casarme con el y huir de esa responsabilidad.

-¿Sabes que? Mejor quédate a dormir, ya es demasiado tarde para que te vayas.
-Pensé que nunca lo dirías mi princesa LGBT+

Y se fue a la habitación que siempre dormía cuando se queda en el palacio. Media borracha me acuesto en mi cama King Size a mirar el techo de mi habitación, pensando en lo que me depara el destino, cierro los ojos ya agotada y no los abro hasta la mañana.

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-Señorita Amelia, levántese ya es tarde.

Es mi asistente de protocolo la señora Hardwin, su trabajo no es hacer de alarma.

-¿Qué quiere?
Le hablo de la mejor manera que pude, levanto mi cara y miro el reloj de mesa que tengo a mi izquierda, las 6:00am

-¿Se está volviendo loca ya? Es de madrugada, mi familia no le está pagando para esto. Es más, se me va de mi vista, lárguese de mi habitación.

-Princesa Amelia, con todo el respeto que se merece. Pero ¿Cree usted que yo hago esto para molestarla? Es lo último que querría en la vida.

Dice con un tono demasiado amable, me siento un poco mal por haberle hablado de esa manera, solo está haciendo su trabajo.
-Solo dígame qué quiere tan temprano y así me duermo otra vez.

-Creo que eso no será posible su alteza, en una hora sale su vuelo.

¿De que me estoy perdiendo? ¿De qué habla esta mujer? Se que anoche tomé bastante, pero de viaje no escuché nada.

-Yo no tengo ningún vuelo, te habrás equivocado como siempre lo haces, ya se está haciendo habitual.

La señorita Hardwin me ignora como es usual  y pone un sobre sobre mi cama.

-Ya le dije, en una hora debe estar lista para partir, aquí dentro está su pasaporte hay información sobre su destino, fue preparado personalmente por la reina. ¡Buen viaje!