Capítulo 4: Dulces Sueños y Flores Marchitas

2K 198 24
                                    

Historia de: @Kramdrof

Traducido por: JCM

>>>>>>


Parado enfrente de la puerta del apartamento de Arthit, ninguna de sus llamadas estaba pasando. Ahora era Arthit quien tenía su teléfono apagado.


"Me merezco esto. He empujado a Arthit demasiado lejos. Si lo he perdido, no tengo a nadie a quien culpar sino a mí mismo."


Kongpob se sintió mal del estómago con solo pensarlo. Presionando la oreja a la puerta, no había sonidos que vinieran del interior. Con la llave en su mano temblorosa, Kong no estaba seguro si debería abrir la puerta y entrar. Es la casa de Arthit, y aunque se refería a ella como su hogar también, se sentía como un intruso no invitado.


Al rendirse, giró la llave y abrió la puerta. Excepto por el sonido del ventilador del aire acondicionado, el apartamento estaba en silencio. Nada parecía moverse. Había una nota arrugada en el centro del piso. Cuando se dirigió a la habitación, pudo ver dónde Arthit tiró de la sábana por la mañana cuando se despertó solo.


Las lágrimas corrían por sus mejillas cuando vio los dos engranajes. Arthit había atado las cuerdas juntas. Colgaban en el pomo de la mesa lateral de su lado de la cama.


Kongpob abrió la puerta del closet y efectivamente, la pequeña bolsa de viaje no estaba allí. Arthit tomó varias camisas y su cepillo de dientes. Sus pantuflas fueron dejadas donde él había salido de ellas.


Mientras caminaba, Kong entró a la cocina. Estaba impecable como cuando vino a cenar el día anterior. La botella de vino sin terminar todavía estaba en el mostrador. Las flores en el jarrón ahora estaban marchitas. Lleno de culpa, se vio a sí mismo sin darle las gracias a Arthit por lo que hizo.


"Dios, ¿por qué hice eso? ¿Por qué no podía ver todo el esfuerzo que había hecho por mí y lo apreciaba? Debería haberlo abrazado y besado y haberle dicho que lo amaba. Debería haberle dado las gracias."


La llave aún en su mano la colocó sobre la mesa donde había dejado la nota mas temprano en la mañana. Cerrando la puerta detrás de él, Kong dio un paso atrás en el pasillo. Una ola de calor repugnante barrió sobre el. Una puerta se abrió varios apartamentos mas lejos, saliendo una mujer bien vestida. Cuando Kong la vio ir al ascensor, se preguntó ... "¿Ella conocerá a Arthit?"


Dentro de su cabeza, quería pedirle a ella que le rogara a Arthit que lo perdonara. Encontrándose ridículo, sacudió la cabeza y salió del edificio. Al llegar a la acera se volvió y miró hacia arriba, allí estaba el balcón donde había estado parado una semana antes con Arthit. Se preguntó si alguna vez volvería a ver la vista desde allí.


Mucho de su día había pasado vagando y caminando que le dolían los pies. Decidió tomar un taxi y regresar a su propio cuarto.


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~


La misma calma y quietud se encontraron con el en su dormitorio. El hombrecito de madera era su única compañía. Una ducha caliente le lavó el sudor, pero no sus sentimientos de culpa o el hecho de que se sintiera estúpido y humillado. Tenía una necesidad casi desesperada de hablar con alguien, pero ¿quién?

Siendo Arthit y Kongpob (Libro 1 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora