¡Oye! ¿Tu me amas?

▶Cap 2 ◀

Había mucho silencio  el cuerpo de Saeko  estaba helado, no podía sentir sus brazos trato de moverlos pero no podía estaba encadenada con algo , abrió  lentamente los ojos para ver alrededor sorprendida trato de soltarse pero no pudo  era inútil, suspiro rendida para escuchar la puerta abrirse atentamente miro hacia la dirección del ruido encontrándose con el hombre  que la trajo aquí Silva Zoldyck.

-Veo que ya despertaste -se acerco lentamente a la chica mirándola completamente analizándola llevo su mano a la cabeza de la chica para luego sacarla ya complacido- Veo que tus heridas sanan rápido

-Pues ve bien tiene buen ojo

-Contéstame algo.. ¿Sabes nen?

-No diré nada  para su beneficio

Silva miro serio a la niña para dar media vuelta hacia la salida al estar a punto de salir miro de reojo a la chica

-Si no hablas lo descubriremos y te ira peor

-No me importa

El hombre salió del sótano donde se encontraba la chica para caminar hacia la habitación de su hijo mayor, al llegar golpeo la puerta una vez para entrar encontrándose con su hijo.

-Illumi necesito que hagas algo, quiero que le saques la mayor información a la chica

Al decir esas palabras el hombre salió de la habitación del chico para irse , dejando al chico solo el solo suspiro para sentarse en la cama

-hacerla hablar, esto va a ser fácil

Ya al pasar un día completo encadenada Saeko se le adormecieron los brazos causando que estos ya no los sintiera, a simple vista la chica se veía fatal sus brazos se encontraban rojos y casi en todo su cuerpo  tenia heridas que todavía sangraban todo a causa de que no daban la información que pedían, la chica escucho un ruido pero aun a si no deicidio abrir los ojos.

-Señorita…le traje algo de comer

-No tengo hambre

-Señorita… pero los amos lo ordenas

-Solo diles que no tengo hambre

La mujer vestida de sirvienta se quedo un rato parada mirando a la chica preocupada Saeko podía darse cuenta de eso ya que aunque tenia los ojos cerrados podía sentir su mirada, después del rato la joven salió dejando sola a Saeko de nuevo, la chica ya relajada suspiro disfrutando del silencio hasta que de repente  se escucho un portazo

-Come

-No tengo hambre

-No te pregunte te lo ordeno -dijo con frialdad para dejar la bandeja con comida en el suelo-

-Y yo te digo que no quiero comer

-Abre tus ojos cuando me hables -decía con un tono de molestia-

-A caso no ves que me hago la muerta

El chico solo soltó un leve suspiro para acercarse a la chica desencadenándola causando que ella caiga al suelo

-Auch….no podías tener mas cuidado por lo menos  -dijo para intentar levantarse hasta que lo logra-

-Come

-No quiero

El chico pelinegro algo molesto se tira encima de Saeko afirmando los brazos de la chica dejándola completamente inmóvil para a si agarrar la cuchara con comida llevándola a la boca de la chica

-No quiero -decía para a si comenzar a moverse logrando que no comiera la comida –

-¡Quédate quieta y come de una vez!

  La chica al ver que estaba en desventaja trata de empujarlo al ver que no lo logra ve a su lado viendo el plato lo cual usa un poco de su fuerza logrando soltar el agarre del mayor para a si con su mano agarrar el plato con comida y tirárselo en la cara en ese momento empujo a el chico logrando botarlo en ese momento trato de levantarme y correr hacia la puerta pero cayo al suelo por la falta de fuerza.

-Maldición…. -decía mientras daba algunos golpes en el suelo-

-Estas loca, no soporto las ganas de matarte -dijo molesto para sacarse la comida de la cara-

-¡Entonces por que no me matas de una maldita vez Illumi!

Illumi solo se quedo en silencio mirando a la chica tirada en el suelo para a si dar media vuelta y caminar hacia la salida

-¡Eres un niño todavía no te creas superior!

-Eres una persona problemática , no te metas en mi trabajo y se sumisa de una vez además soy superior a ti en todos los aspectos y te gano por 3 años

Solo se escucho cerrarse la puerta y volvió ese silencio que Saeko comenzó a disfrutar con dificultad intento levantarse al ver que no podía se acostó en el suelo agotada quedando completamente dormida