Taehyung conduce a casa de Jungkook con una sonrisa, mira el asiento a su lado y sonríe al ver la caja forrada con papel celeste.
En cuanto lo vio, supo que sería ideal para ellos. Los uniría más y los prepararía para un futuro... futuro.
¿Qué si Taehyung quería un futuro con Jungkook?
Síp, cada día las ganas aumentaban más.
Llega al domicilio con el número 1123 y fachada color blanco, estaciona el auto que su padre le prestó (su papá tan lindo) y toma la caja entre sus brazos con cuidado. La acomoda encima del auto para poder cerrar bien las puertas y después camina hasta la banqueta, cruza la valla blanca y aspira el olor a tierra mojada, esa mañana había llovido y el césped en el jardín desprendía un delicioso olor. El aire estaba fresco y todo pintaba para un día excelente, más porque pasaría la tarde con su chiquito viendo películas, comiendo porquerías y jugando con su nuevo bebé.
Sube las pequeñas escaleras del porche y acomoda la caja en la mesa que Hee Sook utiliza para la merienda.
Se aclara la garganta y toca el timbre, frunce el ceño al oír una tonada. Es nueva, normalmente el sonido es el típico de timbres.
Su suegro y sus ridiculeces.
Escucha que le quitan el seguro a la puerta y después el rostro sonriente de Young Soo le recibe, rostro que cambia al ver quien es el visitante.
—Buenas tar...—las palabras se quedan en su boca cuando siente el aire que la puerta hace al ser azotada.
Frunce el ceño y mira hacia el suelo, hace una mueca que incluye una sonrisa cuando escucha la voz de Young Soo "¡Jungkook, hay un vagabundo en la puerta!"
Segundos después su lindo novio abre la puerta.
—¡Tae! —Taehyung sonríe y abre sus brazos para que su novio se refugie en ellos.
—Hola, bonito —el mayor envuelve la cintura de Jungkook en sus brazos y esconde su cara en su cuello—¿Cómo te fue en la escuela?
—Bien, Tae —el azabache le da un pequeño beso en los labios y escuchan un carraspeo, ambos ruedan los ojos al saber de quien se trata.
Se dan vuelta y ven a Young Soo "leyendo" una revista de farándula, Taehyung ríe un poco.
—Te traje un regalo, cielo —ambos aún están abrazados.
—Ay Tae, eres el mejor novio del mundo.
Taehyung echa su cabeza hacia atrás y ríe.
—Ya lo sé —desenvuelve sus brazos del cuerpo de su chico y apunta la caja. Jungkook le mira con una sonrisa y sus ojos brillantes.
Le da otro beso y procede a abrir la caja, suelta un chillido cuando ve su interior. Una pequeña bolita de pelos le observa con curiosidad.
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—¡Taehyung, es hermoso!
Jungkook saca al animalito de la caja y lo abraza contra su pecho, el perro lame su mentón y Jungkook ríe más. Taehyung sonríe al ver a su chico feliz, el orgullo naciendo al ver que él lo causó.
—Es nuestro bebé —dice Taehyung acariciando la cabeza del perro.
—¿Y ya tiene nombre? —Jungkook está tocando sus patitas y lo tiene acostado en sus brazos.
—Yeontan.
Jungkook frunce el ceño pero carcajea.
—Le queda perfecto, muchas gracias, Tae. Es perfecto —Jungkook se acerca a él y se dan un beso, Yeontan queda entre ellos.
Sus labios se mueven en sincronía, la lengua de Taehyung entra en la boca de Jungkook y se mueven juntas. El perrito lame el mentón de Jungkook y se separan riendo.
—Que una cosa quede clara, Yeontan —dice Taehyung elevando al perrito y mirándolo —Jungkook es más mío que tuyo ¿me entiendes?
—Sí, papá —Taehyung hace una voz chillona y Jungkook ríe.
—Que ni crean que esa bola de pelos pulgoso se va a quedar aquí —Taehyung rueda sus ojos al oír la voz de su suegro.
—Si me permite decirlo, señor. Yo llamé a su esposa y le avisé del regalo para Jungkook, le pedí permiso y ella me dijo que mientras Jungkook limpiara; todo estaría bien.
—Y bueno, ¿yo estoy pintado? Sepa de una vez que en esta casa mando yo.
—¡Ahí viene Hee Sook! —grita Taehyung.
—¡¿Dónde, dónde?! —Young Soo mira a todos lados y luego gruñe cuando se da cuenta de la salvajada que hizo su yerno.
—Ay, papáaaa —Jungkook hace la mueca del berrinche que nunca falla y Young Soo le mira con una ceja arqueada, luego mira a Taehyung, el hombre tiene al peludo en sus brazos —Por favor por favor por favor —Jungkook junta sus manos en símbolo de suplica y sabe que falta poco para que Young Soo flaquee —Anda, di que sí, por favor por favor —Jungkook hace un puchero y Young Soo bufa.
—Está bien —dice al fin, Jungkook suelta un gritito de felicidad y lo abraza.
—Eres mi papá favorito.
—Pues si solo tienes uno, Jeon.
—Por eso —dice el pelinegro después de reír.
—¡Pero nada mas que vea pipí o popo por la casa y ese animal se va!
—Entendido.
Young Soo les mira con los ojos pequeñitos y después se mete a la casa.
Esa noche, mientras Jungkook y Taehyung salían al cine, Young Soo salió al supermercado a comprar unos platos para comida de perros, comida para perros y limpió los desechos que Yeontan dejó en la sala.
