Devorador de almas

273 11 1
                                    

Cada día era peor, me sentía pesada y sin ningún ánimo. Ya el salir no ayudaba, me sentía más cada vez más hundida en mi propia arena.

Deseaba con todo mi ser escapar de aquel devorador de almas, aquel monstruo invisible que me seguía en silencio, aquel era la depresión. Todo empeoró, sentí como todo se desmoronó, aquella esperanza que me mantenía cuerda. Ya las terapias con el psiquiatra no ayudaba, no sé si deverdad en algún momento ayudaron...

Las noches se me hacían eternas, no podía dormir; las horas en el reloj pasaban con pereza y con cada tic-toc una lágrima salía, no hay nada más doloroso que llorar en silencio cuando tu mente solo tiene ruidos y a veces sólo tratabas de gritar contra la almohada, gritos ahogados donde el pecho más se contraía y dolía, joder como dolía, era el infierno mismo. En aquella prisión la cual yo misma cree, y como penitencia, la cuchilla hacía su trabajo.

Por cada grito un corte, mis brazos eran de papel, mi dolor era inspiración para aquel pincel de la muerte y mi sangre era su pintura. No pensaba en nadie solo quería acabar con todo y una vez que terminaba con ello la paz momentánea llegaba, cómo un dulce néctar a mi corazón pero se iba de manera rápida cómo llegaba.

Por favor desaparece devorador de almas , por favor permíteme ser feliz una vez más  aún si no lo merezco, déjame ser feliz un día.

Cada día era más cansado que el anterior, mí energía desaparecía al abrir los ojos, no quería levantarme de la cama, mirando al vacío la vida se me pasaba y no me importaba, sentía como mí alma era devorada dejando un cuerpo inerte en su lugar.

Por favor si no desparece, acaba con mí alma de una vez, mátame de una vez o terminaré haciéndolo un día de éstos...

Depressio: Pensamientos DepresivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora