El Invierno

En mi infancia mi temporada del año favorita era el invierno; me gustaba salir a jugar con los blanca nieve, revolcarme en ella, lanzarla por los aires o hacer figuras con ella; cundo y se hacía de noche, regresaba a mi casa y mi madre me recibía con un chocolate caliente, al acabarlo me sentía lo suficientemente cansada por lo que subía a mi habitación para tener un sueño pleno, y así tener la suficiente energía para a la mañana siguiente volver a salir a jugar.

Han pasado 10 años, todo es distinto ahora, ahora me encuentro completamente sola, mis padres se han separado 3 años atrás, mi madre se volvió adicta al alcohol y al tabaco, mi padre no se preocupa por venir a visitarnos en incluso se ha conseguido una nueva familia; en mi colegio no tengo amigos ya que todos me tachan de rara, antisocial y todos se burlan de mi por el simple echo de que mis padres se han divorciado.
Mi vida era una mierda, una basura.
Hasta que un 21 de diciembre, en invierno obviamente, un chico nuevo entró al mismo colegio que yo. El era un año mayor que yo, con cabello negro, lo que hacía que se viera más pálido de lo que realmente era, y de ojos color miel sin brillo ni expresión alguna, que con solo una mirada dirigida a mi hizo que mi rostro se ruborizara.
Este chico se encontraba todo el tiempo solo, y concentrado leyendo un libro que siempre llevaba en manos. Yo siempre que podía lo espiaba, e incluso me salía de clases para seguirlo, y cada que lo veía me enamoraba más, era como si el atacará mi corazón. También me gustaba ver cómo la nieve blanca caía en su rostro y se hacía un contraste perfecto de la nieve y su rostro.

Paso el tiempo y el invierno se iba quedando atrás y la primavera iba llegando, y junto a ella las desgracias, se ingreso una nueva chica, rubia, alta, delgada, de ojos claros y buena apariencia física. Está chica resultó ser la amada del chico del cual yo me había enamorado.
Cundo ella entró, lo primero que hizo fue buscar al chico y cuando lo encontró se lanzó en sus brazos y lo beso en sus delegados labios.
Mi reacción ante esto fue salir corriendo hacia un lugar donde no hubiese gente y ya estando allí, rompí en llanto, y fue la primera vez que desee l muerte de dos personas, la de la chica y la mía.
Espere a que las clases acabaran, para salir de mi escondite e irme a casa. Lo primero que hice al llegar a mi casa fue subir a mi habitación, me encerré allí dentro, y reflexione todo lo que había pasado.
Después de un tiempo, se me ocurrió un plan, ya que todo lo bueno me pasaba en el invierno, y yo me quedaría en el invierno para siempre.

Paso el tiempo y al fin había vuelto a ser invierno, y esta vez pondría en práctica mi plan.
En la mañana fui a un lago pequeño que estaba cerca, mire mi reflejo en la capa de hielo que se había creado, Vi como mi lágrimas se derramaban por mis mejillas, me levanté decidida y me avente hacia el lago,la frágil capa de hielo se rompió y me abrió paso hacia el agua fría, mientras caía veía como una capa gruesa se hielo rodeaba mi cuerpo, al final sonreí por que sabía que me quedaría en el invierno para siempre.