No te haré daño ...[ Ferninn Fic ] +18

Cápitulo 4 : Algo me detiene.

Aquella pregunta me invadió por completo. Pronto, comencé a sentirme...solo.

Tenía todas las fuerzas del mundo , las ganas de retirarme, pero no sabía como lo haría. Era inexplicable hasta como había llegado ahí. Debía aprender a controlar aquellos impulsos...

-¿¿¿¡COMO VOY A HACERLO !???-Dí un grito tan fuerte que se escuchó un eco. Tan fuerte, que las mismas aves que dormían se fueron volando- Ahg... De nuevo lo hice.

Me dí la vuelta y pude ver a lo lejos una cueva. Sin ganas de ir, me metí a ella. Aunque primero revisé si no había un oso o algún otro animal.

Me recosté en el suelo y coloqué mi cabeza sobre una gran roca.

Ahí pasé la noche.

Me desperté y aun era de noche, las luciérnagas sonaban a la par y podía verlas desde la cueva. Me dio cierta curiosidad y me levanté para dar un pequeño vistazo.

Todas estaban reunidas en un solo lugar, dejando a la oscuridad fuera de ellas. Me adentré a su zona para verlas aun mejor. Estas me rodearon antes de que yo llegara a ellas. Encerrándome en un círculo, para después alejarse un poco. Todo me atrajo a un recuerdo el cual ya había olvidado.
Era casi la misma noche estrellada, los dos veíamos las estrellas y pronto vimos una estrella fugaz pasar, la cual no pedí ningún deseo.

Si pasara aquella estrella de nuevo, me gustaría usarla para desear...

Volver a casa.

Jake...

Bmo...

Mi vida.

Pero. Algo recorrió mi mente,que antes no había llegado. Otro dolor de pecho extraño. Es como si esta vez me costara irme, como si me diera miedo retroceder un paso. Un paso.

¿Pero qué era exactamente?.

En ese momento me dí cuenta que me había convertido a alguien ajeno a mi. Me creí ser un Finn diferente, pero nadie es igual,¿no es así?. A pesar de llamarnos por igual ,"Finn", tenemos nuestras diferencias. Ya era el momento de dejar eso a un lado.

Me quedé con la mirada en el cielo, recordando todo lo anterior, así fue hasta que logré dormirme.

------------------------------------------------

Finn.

Un extraño ruido hizo que Jake sobresaltara mientras dormía. Lanzó su manta hasta un extremo del cuarto, por suerte debajo tenía otra, pero cuando sintió que le miraba, se levantó de su cama y recojió dicha manta.

-Toma, Jake.- Dije adormilado entregando la manta a mi hermano, que tiritaba del frío, no era su mejor época, ya que anteriormente se había cortado un poco el pelo-

- Gracias, hermanito, perdón si te desperté de tus sueñitos, tuve un sueño algo extraño- Mencionó Jake algo apenado- Algo así como una pesadilla.

-¿No quieres dormir aquí?- Pregunto amablemente señalando el lado contrario de la cama-

- No, dormiré mejor, te lo aseguro- Prometió acomodando la manta en su cama-

- Jake.

- ¿Si, hermanito?

- Te quiero.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jake.
La manera en la que Finn había expresado dicha palabra sonaba de una manera muy distinta a diferencia de otras. Quizá por que estaba muy cansado y su tono de voz algo débil, algo muy repentino para nuestro querido perro amarillo, tanto que solo respondió con un seco " igualmente"; algo que Finn no notó, pues este comenzaba a roncar, dando la señal que ya estaba dormido al fin.

Jake al ver que su hermano dormía, se dispuso a darle un pequeño beso en la mejilla y diriguirse a su cama para hacer lo mismo. Mirando al techo, suspiró, cerró sus ojos lentamente y de pronto se quedó profundamente dormido. El cuerpo lo sentía pesado, pues ya eran las 4:55.a.m.

Jake se despertó bruscamente al escuchar un ruido a travez de la ventana de la habitación, pudo notar que ya era de día, bastante temprano, por cierto. Así que se levantó para ver de que se trataba.

Finn practicaba unos movimientos y tácticas de lucha, por lo que Jake se vio extrañado, el nunca hacía eso en una hora tan temprana, pero aun así le dio igual y volvió a recostarse.

- Quizá sea por una chica- Dijo sonriendo-

----------------------------------------------

La cueva comenzó a tener un eco, por lo que Fern se despertó y se puso en alerta, luego de saber que era un oso con un aspecto furioso sacó su espada de pasto. Pero para no dañarle se retiró del sitio.

Por su mala suerte el oso le venía persiguiendo.
Fern no sabía si encontrar un escondite o luchas ya, así que solo seguía corriendo, hasta que subió a un árbol muy grande y pudo librarse del animal.

- Ha~ -Suspiró para reponer un poco sus fuerzas-

Escuchó cerca una flauta,que tenía un sonido dulce. No tan perfecta, pero le llamó la atención.

Bajó del árbol y se dispuso a buscar dicho sonido, el que al seguirlo parecía más a una melodía.

- Esa melodía se me hace bastante conocida, pero cuál..- Fern se percató que ese sonido era transmitido por alguien que realmente no se esperaba encontrar, ni tampoco quería ver-

-Demonios. Finn...-Dice el chico de pasto tratando de buscar donde esconderse-

Dicho chico de cabellos dorados sintió una extraña presencia, además de que se escuchó una ramas ser pisadas cerca de el, así que se detuvo y al no ver que alguien se encontraba siguió tocando su instrumento.

- ¿Ahora cómo me voy de aquí?- Se preguntó a sí mismo volteando por todos lados. ¿Cómo iba a saber que el se encontraba ahí?. Si descubría que estaba atrás de el , arruinaría todos sus planes.

-Pero esa melodía... Yo no la sabía tocar, era muy difícil para mí. ¿Acaso ha practicado?. Vaya, si que es hermosa.- Pensó para luego ver si se había distraído.

- Está... Desnudo.- Se cubrió los ojos al ver que el contrario salía de aquél lago-

Su largo cabello cubría gran parte de su cuerpo ,pero lo peor es que no lo veía de espaldas y accidentalmente lo vio limpiando su cuerpo con una toalla que el humano llevaba consigo.

- Ni siquiera se por que me avengüenzo, tecnicamente soy yo,
pero verme a mi mismo se siente... raro- Fern dijo apenado.

-¿Hay alguien por ahí?- Preguntó Finn mientras se vestía-

Fern se encogió y trató de no hacer ruido, Finn al no ver a nadie, se rindió de buscar y se fue del lago.

- Que bien, no me vio. Ahora... Tengo que idear un plan. Más bien, ¿quién podría ayudarme?- Fern dijo pensativo.

- Ya tengo algo en mente...

Aunque, no lo se, ¿Debería considerarlo...a el?- Se preguntó a sí mismo, para luego retirarse del lugar-.