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Hora: cinco y cuarenta de la mañana.

Yo digo que los nervios me juegan una mala partida, se suponía que debía de estar aquí a las siete y llegué una hora y veinte minutos más temprano, ¿Ahora qué se supone que haga? ¿Me quedo aquí sentado como un idiota? Me iría a una cafetería si pudiera, porque ganas son lo que me sobra; total, entraré a una y que pase lo que tenga que pasar.

Cuando voy entrando, un joven alto me saluda cordialmente - Buenos días señor - ¿Señor? Pareciera que le llevara solo tres años - ¿Qué le gustaría ordenar?

- ¿Sería mucha molestia si sólo me quedo aquí esperando? ¡Prometo que no seré una molestia, no me sentirá, ni respiraré si es necesario, sólo necesito esperar a que sean las siete y me iré silenciosamente.

- Claro, no le veo problema, mi nombre es Jeon Jungkook, por si cambia de parecer y desea algo sólo llámeme - Inclinó su cabeza y se fue para los mostradores.

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- ¡¿Es que no piensa avanzar el maldito tiempo?! - Sentía como si hubiese estado esperando un siglo pero sólo habían pasado cinco minutos desde que entré.

- Oye niño lindo, ¿A qué hora sales de trabajar? - Unos tipos altos y gordos al parecer estaban molestando al simpático mesero, total, no era mi problema así que no pienso involucrarme - Si quieres te llevo a conocer el cielo, queda en mi apartamento, más precisamente en mi cama - Estos tipos no saben ligar definitivamente.

- Disculpe, pero no estoy interesado - Cuando el mesero se dió la vuelta, uno de los dos tipos le dió una palmada en el trasero, pude notar la impotencia en el rostro de Jeon, se veía tan indefenso y frágil que me dieron ganas de hacer algo estúpido, ¿En dónde quedó el "no es mi problema" y el "no voy a involucrarme"?

- No deberían de tratar a las personas de ese modo - Dije desde mi mesa - Les pido que se disculpen con el joven por favor.

- ¿Y tú quién carajos eres? ¿Acaso él es tu zorra?

- No debería de interesarles si tengo o no una relación con el joven, le faltaron el respeto nuevamente así que, o le piden disculpas a las buenas o tendrá que ser a las malas - ¡¿Qué me está pasando por la cabeza?! ¡Ni me puedo defender a mi mismo! - Y no creo que quieran que las cosas se solucionen de ese modo, puedo llegar a ser muy rudo - La verdad es que es más rudo un pollito con navaja que yo.

- Me gusta lo malo muchacho, eres muy interesante, ¿Qué te parece si vamos los cuatro a mi departamento?

- No gracias, prefiero que me viole un perro con sida en vez de acostarme con uno de ustedes, que asquito - El joven mesero se rió de mi comentario pero al parecer a los dos gorilones no les agradó mucho.

- Repítelo una vez más, mocoso - Se levantó de su asiento y se dirigió a donde yo estaba sentado, su pesada mano tomó el cuello de mi camisa y me levantó de la silla - ¿Acaso quieres morir?

- Bueno, pues si me tocara escoger entre ir al "cielo" contigo o morir aquí e ir al infierno... Creo que mi respuesta está más que clara, ¿No? Matenme de una vez, no quiero ir al supuesto "cielo" de este men - Dije colocándo mis brazos a los lados de mi cabeza y cerrando los ojos.

- Bueno, bueno, ¿Qué tenemos aquí? - Unos oficiales de policía habían entrado a la cafetería, al parecer otro de los trabajadores los había llamado.

- Oficiales - Dije - Este señor de aquí me estaba ofreciendo el cielo pero escogí el infierno y se alteró, la verdad no entiendo el porqué - Concluí con un tono incrédulo.

- Lo sentimos oficiales - Dijo uno de los acosadores - Sólo le pedí el número al mesero y éste - Me señaló - Se alteró porque estaba coqueteando con su novio, todo es un malentendido.

- ¿Y entonces por qué lo tiene del cuello?

- Emm... Esto... Pues... ¡Me faltó al respeto! ¡No podía permitir que este mocoso me humillara! ¡Tenía que darle una lección!

- Ujum, ustedes dos - Otro de los oficiales salió de la parte de atrás del mostrador junto con una trabajadora y señaló a los gorilones - Acompañenme a la estación de policía, estos vídeos muestran todo lo contrario.

Hora: seis y cincuenta de la mañana.

Después del problema con los acosadores me quedé hablando un rato con Jungkook hasta que ya casi era las hora de ir a producir - Bueno, nos estamos hablando, creo que nos veremos muy seguido, empezaré a trabajar en una casa por acá cerca y cuando ya tenga dinero, compraré de todos los postres y bebidas, es una promesa - Dije con euforia.

- ¡Vale! De nuevo te doy las gracias por ayudarme con esos tipos. Después te invitaré a un postre en muestra de mi agradecimiento.

- Está bien, hasta luego Kook.

- Cuídate, Yoongi.

Cuando salí de la acogedora cafetería, me dirigí hacia la casa de la amiga de la tía de la blah blah blah, me quedé de pie al frente de la puerta de la inmensa casa debatiendo entre si golpear o timbrar, en si golpear duro o golpear pacito, en si timbrar dos veces o sólo una vez, en si-

- ¿Eres Min Yoongi? - Una señora de unos cuarenta y seis años o menos interrumpió mi debate mental súper importante, obviamente.

- Si, si señora - Incliné mi cabeza - Vengo por el trabajo.

- Si, pase, le enseñaré la casa - Se dió la vuelta en señal de que la siguiera - Por este lado tenemos la sala y al lado está la sala de juegos, por este lado está la cocina y el comedor, hay un baño para los invitados en este lado, afuera está el patio y la piscina, en la segunda planta están las habitaciones y dos baños más, si necesitas cualquier cosa mis empleadas te colaborarán, mi hijo se está bañando, tenle paciencia, es un buen chico, te dejo querido, nos vemos mañana a la misma hora - Agarró su bolso y salió de la casa sin esperar siquiera a que me despidiera.

Después de quedar sólo en la sala, me dediqué a echar otro vistazo a la gran casota, ¡Hasta el baño es más grande que mi habitación!... Bueno dejemos a un lado la fascinación, ¿Por qué se demorará tanto el malcriado? ¿Tendré que sacarlo del baño?. Subí al segundo piso lentamente, me sentía como un espía buscando el cuarto de baño pero de pronto, la puerta que estaba en frente de las escaleras se abrió de golpe dejándome ver un tonificado cuerpo saliendo del que supongo, es el baño; el joven sólo tenía una toalla enredada en su cintura cubriéndole su hombría y con otra toalla se secaba su cabello.

OH

MY

GOD

SANTA

RAMONA

BENDITA

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Ahora sí, empieza lo chido.
Espero que les esté gustando, gracias por leer y esperen el próximo capítulo.