Capítulo 1

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Un grito desgarrador hace que me despierte y que mi corazón no pueda tranquilizarse. 

Miro el reloj, las cuatro de la madrugada.  

Otro grito de mi madre hace que me levante y salga corriendo hacia abajo, que es de donde viene el sonido. Al acercarme escucho también gritos de mi padre.  

No puede ser, otra vez no, por favor.  

- ¡Eres una zorra y vas a pagármelo!  

En ese mismo instante entro en la cocina al volver escuchar otro grito de mi madre y veo como el hijo puta que se hace llamar mi padre le pega una patada en las costillas.  

Mi madre está tirada en el suelo, con un labio sangrando y los brazos intentando proteger su cuerpo.

  - ¡ Para de una vez, la vas a matar!- grito acercándome a mi madre para comprobar que está consciente.  

- ¡ Tú no te metas sino quieres que te de otra paliza a ti! ¿Me entendiste?- dice dándome una bofetada y saliendo de la cocina.  

Tras escuchar un portazo y como un coche arranca a toda velocidad vuelvo a mi y miro a la mujer que tengo delante tirada en el suelo retorciéndose del dolor.  

Tiene los ojos cerrados y respira difícilmente.

  - ¡Mamá!¡ Por favor mamá despierta no me jodas!- digo mientras le doy pequeños golpecitos en las mejillas para intentar que vuelva a si misma, pero al parecer no funciona.  

Después de varios segundos, abre los ojos y empieza a llorar mientras me abraza.

  - Alison, ¿Por qué has bajado? No quiero que te haga nada, te lo he dicho miles de veces…- dice con la respiración agitada.

  - Me da igual lo que me digas, no voy a dejar que ese cabrón te haga nada mientras pueda evitarlo. Vamos a curarte esas heridas.

  Dos horas después de curar a mi madre y hablar con ella de todo lo ocurrido me meto en cama inútilmente ya que en sesenta minutos mi alarma sonará para avisarme de que un nuevo día empieza y tengo que ir al instituto.

  Cualquier lugar es mejor que esta casa, así que a los pocos segundos de que la alarma suene me levanto de cama y me meto en el baño.

  Me miro al espejo, la misma cara de zombie de todos los días. Mi pelo está completamente revolucionado y, por mucho que lo peine no mejorará. 

  Intento agacharme para coger el uniforme que tengo colocado en el estante de abajo y una punzada atraviesa el estómago.  

El recuerdo de cómo ese moratón llegó a mi cuerpo invade mi mente y solo puedo llorar.  

¿Por qué a mí?¿Por qué no puedo tener una familia normal?¿Por qué mi padre tiene que ser un borracho maltratador?¿Cuando empezó todo esto?¿Cuando dejamos de ser una familia feliz?  

O, más bien….¿alguna vez lo fuimos?  

Quito todos los pensamientos de mi cabeza y me coloco el uniforme que consta de una falda, camisa, chaqueta y unas medias además de los zapatos.  

Lo odio.  

Odio las faldas y todas esas cosas que las demás chicas adoran. Soy demasiado masculina para ese tipo de cosas, pero, ¿Qué más da? Para sacar una carrera de derecho no tienes que ser una modelo de Victoria Secret con su vestimenta.

  Bajo a la cocina y veo que no hay nadie.  

Por primera vez en mucho tiempo la casa está en completo silencio, algo que me parece bastante raro, pero no intento averiguar el porqué, una estudiante como yo nunca llega tarde.

  No desayuno, simplemente meto una manzana en mi mochila y me encamino al instituto con mi cabeza llena de pensamientos.

  Tengo que hacer algo para que todo esto termine, no puedo pasarme la vida con el miedo de encontrarme a mi madre muerta al llegar a casa, no puedo dejar que ella sufra tanto. Tengo que darle una buena vida, pero por ahora no puedo. Estoy intentando sacar mis estudios lo más rápido posible, pero no es tan fácil cuando estás rodeada de los estúpidos que tengo yo en mi clase.   Necesito terminar mis estudios ya, quitar la carrera de derecho, tener un trabajo y poder ayudar a mi madre a que se divorcie de ese cabrón.    

Entre tantos pensamientos logro llegar al instituto y empieza otra de mis batallas diarias, pasar desapercibida sin recibir ningún insulto o algún que otro empujón.

  Logro pasar hasta la zona de taquillas sin ningún percance, cojo mis libros y cuando estoy a punto de guardar los que no necesito noto como alguien me toca los pechos.  

Salto de sorpresa e irritación y me giro para darle una bofetada a la persona que ha cometido dicho acto, pero cuando me encuentro con mi mejor amiga la furia desaparece un poco.

  - ¡Nicole no hagas eso!- digo sonrojada.  

Odio que toquen mi cuerpo, no me gusta y que lo manoseen mucho menos.

  - Oh vamos amiga que hay confianza.- dice riéndose.- ¿Qué tal tu fin de semana?

  - Como siempre, ya sabes. Deberes, trabajos. Bueno, he tenido tiempo a leer un libro bastante interesante. Un fin de semana perfecto para mí, aunque a ti te sonará aburrido.  

Ella hace una mueca y me mira cual bicho raro.

  - A veces me pregunto cómo somos amigas.  

Estoy a punto de decirle algo cuando veo como su mandíbula está literalmente en el suelo y me giro para ver qué ocurre y en ese momento lo entiendo.

  El grupito de los populares acaba de entrar en el instituto y a mi querida amiga Nicole la vuelven loca, mientras a mi me dan repulsión, cuanto más lejos, mejor.   

Nicole no les quita la vista de encima y justo cuando pasan por nuestro lado y uno de ellos le giña un ojo pienso que va a desmayarse. 

  - ¿ Lo has  visto Alison?¿Lo has visto?- pregunta histérica.

  - ¿Qué se supone que debería ver?

  - ¡Zayn Malik me ha guiñado un ojo! ¡Me muero!

  Pongo los ojos en blanco, mi amiga puede ser tan histérica a veces.

  - ¿Y? Ay Nicole, ya sabes como es… estará intentando buscar a otra chica con la que hacer lo que hace, ya sabes… y tú no serás una de ellas. Porque tú tienes algo que las anteriores no tienen.

  - ¿El qué?- pregunta confusa.

  - Cerebro, aunque a veces no lo uses.- digo riéndome un poco.  

Mi amiga me mira mal pero continúa estando en las nubes y eso me preocupa.  

No quiero que ella caiga en las garras de Zayn Malik.  

¿Por qué? Muy simple.  

Zayn Malik, el típico chico popular que vuelve locas a todas las chicas, alto, moreno, siempre bien vestido, la envidia de muchos, guapo, muy arrogante, un chulo, un cerdo y con un encanto misterioso que hace todas las tías caigan rendidas a sus pies.

  “¡Todas menos tú!” me dice mi conciencia y me sonrío a mi misma.

  Jamás me enamoraría de un tío como él. O más bien jamás me enamoraría de ningún tío. No porque sea lesbiana, sino porque no creo en el amor. O porque quizás jamás encontraría a alguien que se fijaría en mi.  

¿Quién iba a enamorarse de la típica rata de biblioteca y que jamás le llegaría a la punta de los zapatos de cualquier tía?

  Por lo menos tenía algo muy claro y que estaba a mi favor, Zayn Malik nunca se fijaría en mi.  

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HOLAAAAAAA.   Bueno, no se que decir, solo que esta es mi primera fic de Zayn y ya tengo bastante escrito y le estoy cogiendo bastante cariño (cuando publique más lo entenderéis)   Espero que os guste y si es así que comentéis y votéis.   Si la recomendárais me haríais un favor. xx

RUNAWAY  « z.m »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora