Prisionero

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De pie sobre una isla flotante que la sincronía elevó, mientras las miradas se cruzaban con los pensamientos. cada vez mas altos, desestabilizando de vez en cuando las emociones.

Desde las alturas, las palabras se entrelazaron para, poco a poco, formar pequeñas argollas, que con el tiempo serían cadenas y la dulce voz que salia de sus labios, la persona que ataba dichas cadenas a los brazosde él sin dar sospecha alguna.

Tratando de poner en pie una realidad, he de darse cuenta la falta de movimiento que al intentar seguir, ya era tarde, pues ya era su prisionero.

Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora