Hay veces en que sientes que estas en la cima,
que tienes todo lo que siempre has querido tener,
te sientes tan feliz que no quieres perder nada,
tanto que aunque lo que tienes te hace sentir "felicidad" no es suficiente para ti y quieres más y más y cada vez más.
Pero llega un momento en el que lo que tienes ya no te hace feliz,
vez todo lo que tienes y te sientes bien pero,
sientes que te falta algo sientes que dentro de ti hay algo mal y en busca de lo que te hace sentir mal,
la persona a quien más confianza le tienes te traiciona.
En ese momento es en el
que sientes como todo tu
mundo se desmorona,
lo vez irse y sabes que
ya no volverá.
Es en ese momento en que
sientes puedes tocar el cielo,
alguien te empuja
y te hace caer,
es en ese momento
donde sientes ese agujero
en tu estómago,
ese nudo en tu garganta que no te deja hablar,
sientes que te ahogas por una presión en tu pecho
y cuando sientes que estas por llegar a tocar el suelo,
esa caída se convierte en
una caída libre.
Una caída tan larga que sientes que no tiene fin.
Una caída que al ver hacia arriba vez como todo se aleja de ti y tratas de sostenerte de algo,
pero no puedes hacer nada para detener esa caída.
Todas esas puertas que antes estaban abiertas para ti se van cerrando y las personas en quien confiabas te dan la espalda.
Y todo tu mundo
Todo a tu alrededor
Se convierte en nada
Todo por lo que alguna vez estuviste orgulloso de tener y mostrar al mundo ahora ya no es nada,
todo lo que eras y todo lo que tenías son sólo cosa del pasado.
Es entonces cuando te das
cuenta que tus amigos no eran
quien creías que eran,
tu familia no siempre te apoya, las personas que te decían que siempre tendrías su apoyo en cualquier momento te dan la espalda.
Es entonces cuando te das cuenta que la caída... esa caída libre que tanto te aterraba al inicio apenas comienza.
