Prólogo

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Cuando te consideran un "niño prodigio", los adultos suelen alagarte y adularte por tu gran intelecto a tan temprana edad.

Te llevan a programas de talentos y hacen de ti un espectáculo; en mi caso no fue muy diferente.

Existen mínimas diferencias que me llevaron a mi localización actual; una Cárcel Federal de Máxima Seguridad ubicada en New York

Dentro de este lugar existe un mundo distinto, un espacio inquietante en donde sólo sobreviven los más fuertes. Agradezco que ese no sea un problema para mí.

Para mi suerte, no llegué aquí sola.
Hay dos cerebritos que me acompañan en este largo viaje, dos humanos que atravesaron el mismo infierno que yo.

El plan ya está en marcha; los pasajes ya están comprados, las nuevas indentidades listas, tan solo falta un pequeño detalle.

Escapar de la cárcel y adentrarse en un mundo repleto de gente adinerada; con gente tanto humilde, como con doble vida.

Ah, y el Agente federal que posiblemente envíen en cubierto para atraparnos. Típico.

Prodigios ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora