Una vez más la noche se hacía sobre la ciudad de Busan y la Luna, se elevaba alto en el cielo, permitiendo que su luz cayera sobre los techos de los hogares y establecimientos. Era 1875 y el país vivía bajo la luz de velas y farolas con luciérnagas atrapadas en su interior, apenas hace un año se había logrado patentar la idea del bombillo, por lo que este invento revolucionario todavía no pisaba Asia.
Jeongguk, un joven de veintidós años que habitaba con nadie más que la mera soledad en su pequeña hasukjib, obligado a acostumbrarse a no tener más que su propia compañía luego del fallecimiento de sus dos abuelos maternos, con quienes compartió toda su infancia hasta su partida en marzo. Primero se marchó su abuela y una semana después su abuelo, que tras una fuerte depresión sufrió un ataque cardíaco.
Desde pequeño se vio cautivado por el cielo en las noches y los cuerpos luminosos que parecían estar adheridos a él como pegatinas; sin embargo, abandonó este pensamiento a la edad de catorce años cuando fue testigo de una maravillosa lluvia de estrellas fugaces en el patio de vallas blancas de su casa. Comenzó a considerarse todo un astrónomo cuando pasaba las noches insomnes estudiando por su cuenta cómo él creía que sucedían ciertos fenómenos astronómicos, el porqué ocurría una lluvia de estrellas, porqué las estrellas variaban de tamaño. Terminando de forma inconsciente hechizado por la principal atracción de un cielo nocturno: La luna.
Por las noches se desvelaba hasta casi el amanecer, a menudo quedándose dormido sobre el escritorio de madera a propósito, con la única intención de sentirse satisfecho con la luz de la luna chocando contra su rostro y cabellera azabache, haciéndole lucir unos reflejos azulados.
Mientras que durante el día se hallaba trabajando en diversas tareas manuales, sus pensamientos por más que intentaba concentrarse en cosas diferentes, la Luna siempre hacía presencia en ellos, tenía una grave obsesión con aquel ente luminoso, tanto que al llegar a casa ya tenía un montón de ideas para escribirle una prosa o verso, todos los pensamientos e ideas en las que interpretaba a la luna se desembocaban en éstos escritos, también llevados a metáforas.
Ah si, Jeongguk también había desarrollado un gusto por la literatura, y a decir verdad, lo que escribía era de tal elegancia que sólo a la luna se los podía recitar.
La luna para ese entonces no era redonda como la conocemos hoy en día, ella era sólo una mitad, una media luna, y siempre permanecía así, no tenía la capacidad de cambiar o de mostrarse en fases.
Esta noche en particular el joven venía con los músculos doloridos y los ojos casi cerrándose por el agotamiento tan excesivo que llevaba consigo tras un particular arduo día de tareas en la ciudad; Su trabajo se centraba en ayudar a las personas que lo recurrieran, ya fuese a cazar las luciérnagas en el bosque o pradera para esta noche, ir a la bahía a pescar unos cuantos salmones para la cena de las familias, o ayudarles en algún problema de la casa, debido a que el invierno comenzaba a acechar y las tormentas se hacían más potentes anunciando la pronta caída de la primera nevada, las casas al ser de madera necesitaban cada año ser reforzadas con troncos gruesos para evitar el paso del frío y las tormentas de nieve.
Cansado, rodeó la cama para luego tantear con sus falanges la silla, logrando moverla perezosamente hacía atrás haciéndola trastabillar con el suelo de madera, se sentó y dejó caer su cabeza sobre el escritorio. Sus ojos se abrieron levemente y arqueó las cejas, en un claro gesto de confusión, algo le pareció sumamente extraño esa noche.
La luz de la luna ya no era tan resplandeciente como otras veces.
A principios del año, había oído que los pocos astrónomos de occidente estaban constantemente desarrollando hipótesis sobre el qué causaba la luz de luna, al parecer una de ellas había logrado dar en el clavo, o eso se quería creer, el joven creador de la teoría decía que la iluminación no provenía de ella, sino que la luz del sol se reflectaba en su superficie, se especulaba que de un 3% a 12%.
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『Mi Querido "Luna" ; Kookmin O.S #BroNoHomo』
FanfictionJeongguk es un astrónomo y amante de los cuerpos estelares que desde que era un infante se sintió atraído por el satélite más sobresaliente del cielo nocturno, la Luna; llegó hasta tal punto de obsesión que le hablaba a forma de prosa, como si ella...