Capítulo 6

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Esto no..

Esto tampoco..

Jobá que me pongo?

No recuerdo cuándo fué la última vez que empecé a desmontar el armario entero en busca de algo que ponerme.

Estaba a lo mío, cuando me sonó el movil.

Era un mensaje.

Mimi☀️:
Oyee miriam a las 11 en mi casa y ya vamos juntas vale?

:
Perfecto, en nada estoy alliii❤

Vale, aún tenía tiempo, eran las 10.

Me dí un baño relajante y me arreglé un poco.

Finalmente, me puse un vestido negro con escote que dejaba ver un sujetador de encaje, unos tacones también negros, y un bolso de el estilo de el vestido.

Ya eran las 11 menos 10, debería salir ya.

Bajé el portal, pero cuando iba a coger el coche, escuché a alguien que me llamaba.

-Miriaaaam- dijo la voz, pero enseguida vi de quién provenía.

Se trataba de Amaia, que venía corriendo con un vestido rojo a dos partes, y unos tacones que no se cómo estaba haciendo para correr con ellos.

-Holaaa- dijo parándose y recuperando el aliento- buah que guapa vienes.

-Jajaja tú también, oye, vives por aquí?

-Sii justo allí- dijo señalando un edificio un poco más lejos de el mío- es que te he visto y no se, quería saludar y eso, no se- dijo riendo.

Yo también reí. Esta chica era un caso.

-Oye ya que estás aquí, quieres que vayamos juntas a casa de Mimi?

-Enserio? Valee.

Cuando llegamos a casa de Mimi, Aitana ya estaba allí, y se indignó al ver que habíamos llegado tarde. Que cuca era cuando se enfadaba.

Al preguntar por Mimi, dijo que se estaba vistiendo, añadió que siempre era la última para todo.

Para cuando salió de su habitación, pude ver que llevaba un vestido blanco muy corto, y con los hombros al aire, se iba a congelar, pero aún asi le quedaba jodidamente bien.

-Buah Mimi vas guapísima.- dijo Amaia, que se había quedado embobada.

-Ya ves que si.

-Joe gracias- dijo sonriendo- bueno qué, vamos?

Cuando llegamos al bar de Ricky, este nos dió barra libre al ver que Mimi nos había traído. El ambiente de el bar era muy guay, y tenía una pista de baile que quería estrenar cuanto antes, pero Mimi no se quedaba corta.

En cuanto nos tomamos unas copas, fuimos todas a bailar, menos Amaia, que se quedó hablando con un chico de su clase que se había encontrado antes en la barra.

-Miriam!- gritó Mimi desde el centro de la pista- vente!

Fuí a donde me indicaba y me presentó a unos amigos suyos y algunos de Ricky. La mayoría eran alumnos de Mimi, que se morían por retarla a un duelo de baile para mostrar lo que habían aprendido.

Estaba sonando reggateon, cuando de la nada, cambiaron a una bachata.
Mimi pareció entusiasmada, y enseguida empezó a bailar como sólo ella sabía.

Era increíble.

Sin darme cuenta, me uní a su baile y acabamos enredándonos entre nosotras mientras sus movimientos me dejaban hipnotizada.

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