Capítulo 1

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A cada paso que das, en cada esquina, está alguien dispuesto a matarte por un poco de dinero, comida o cualquier cosa que les sirva de ti, y no existe nada como lealtad o bondad en medio de toda esta asquerosa basura, ni siquiera en tu propia familia.

Hace años, mi madre trató de venderme a cambio de un poco de dinero para comprar drogas, pero mi hermano gemelo tomó mi lugar e impidió que aquellos hombres me tocaran, sin embargo, nadie impidió que lo tocaran a él en mi lugar, y desde ese momento y sin descanso, la vida se ha encargado de echar tanta mierda encima de él, que verdaderamente no puedo culparlo si me odia.

Por mucho tiempo, él me protegió, a pesar de ser tan solo unos minutos mayor que yo, él siempre fue mucho más inteligente y maduro para su edad, y fue probablemente esa inteligencia la que, llegados a la adolescencia, le hizo ver que yo no era realmente su responsabilidad, y que en cambio, debería olvidarse de mí. Pero a pesar de que su descontento con mi existencia era palpable, todavía se ocupaba de que ni mi madre ni el hombre con el que vive se atreviera a siquiera intentar sacar algo a cambio de mi persona.

En las historias que siempre me han gustado leer, el sueño de todo gemelo es el de intercambiar lugares con su hermano, para explorar el ser otra persona, al menos, por un corto tiempo. Eso no era algo que yo podría hacer aunque lo deseara.

Cada segundo de su vida, Kai estaba al límite del peligro, cuidando de los negocios que él mismo había formado con el pasar de los años, sus manos estaban sucias y su cuerpo lleno de cicatrices, mientras que yo estaba simplemente tomando el oxígeno del mundo. Por lo general, ni mamá ni su idiota novio se quedaban en casa, y cuando estaban, era para comer, dormir o coger como conejos, incluso había perdido la cuenta de las veces en las que la había visto provocándose un aborto a causa de sus descuidos.

Porque podíamos ser pobres, sí, pero un sobre de su dosis diaria de cocaína servía perfectamente para una caja de condones o una tira de pastillas.

Nuestra 'casa' era una simple carpa que Kai había robado en algún momento de su vida para evitarnos los resfriados después de la temporada de lluvias, pero no importaba la cantidad de ropa que me pusiera, desde el nacimiento, yo siempre había sido más débil que él, enfermándome ante la mínima ventisca.

-JongIn!-Gritó mi madre apenas despertó y no era necesario que me dijera nada más para adivinar que quería comida, por lo que antes de que empezara a enojarse y amenazar con venderme a algún prostíbulo, serví en dos platos el intento de comida que había hecho con lo poco que quedaba-Asqueroso como siempre-Comentó, aun así comiéndose todo lo que había en el plato-Necesito que vayas por un paquete, en la plaza de siempre, y verifica que no te den una caja vacía

Ni siquiera tenía caso decir nada, por lo que simplemente con un asentimiento, escuché las indicaciones y salí de ahí, asegurándome de tener la navaja que me había regalado Kai cuando aún me quería, en mi bolsillo.

Vivir en los barrios bajos como aquellos no era algo sano para personas débiles, y aunque yo no era realmente fuerte, sabia lo básico acerca de cómo defenderme, y de alguna manera milagrosa, había sobrevivido y me había acostumbrado a estar alerta en todo momento, esperando ataques de cualquier ángulo.

Sin embargo, definitivamente no estaba preparado para ser rodeado en medio de la plaza mientras esperaba a quien debía darme el paquete por el que mi madre me había enviado.

Habían al menos siete hombres con armas rodeándome, y uno con una caja, la cual abrió frente a mí, mostrándome su contenido, el cual me hizo abrir los ojos muy grandes, él sonrió de una manera que no me transmitía nada bueno y se movió un poco para enfrentar mi derecha, cerré los ojos y ni siquiera quise ver a quien estaba allí, realizando esa transacción que probablemente me implicaba a mí a cambio de la caja llena de dinero.

Divided[SooKai/KaiSoo/ChanKai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora