Brooklyn, 1920
La vida en las calles no era nada fácil y eso lo sabía a la perfección Steve, un alfa huérfano,
fue dejado por sus padres por ser un alfa
enfermizo en aquel entonces, nunca le afecto el no tener padres, no los recordaba en lo absoluto y prefería estar mejor así, para qué recordar a personas que no lo amaron, la única compañía que conocía era a su mejor amigo, James Buchanan Barnes, oh Bucky como era que le decían de cariño, un alfa al igual que él, también estaba su otro mejor amigo Sam Wilson, quien al igual que ellos era un fornido alfa de tez morena, ellos eran su familia, ambos escaparon del orfanato a los 15 años, preferian mil veces la calle que estar en aquel inferior que decían llamar orfanato, no eran niños que se portaran muy bien que digamos así que el orfanato nisiquiera se molesto en buscarlos, mejor para ellos, así no tendrían que estarse escondiendo nadie.Lograron sobrevivir en las calles gracias a los laboriosos trabajos que hacían, hoy en día eran 3 jovenes de 20 años, habían visto de todo en las calles, peleas, drogas, robos, asesinatos, etc, daban gracias en nunca haber caído en las drogas o haber rodabado, todo el dinero que ganaban era por su esfuerzo, drogas, ugh no jamás, asesinar a alguien, ni pensarlo, peleas, bueno esas si que eran excepciones, una que otra pelea nunca estaba de más.
-Hey Sam, ten cuidado imbécil! -exclamo Bucky al sentir una de las pesadas cajas del almacen caer en su pie.
-No es mi culpa que seas tan distraído y a quién llamas imbécil, imbécil! -contraatacó Sam dejando las cajas en una estantería.
-Pues a ti, a quién más?!. -el pelinegro se puso en posición de pelea tipo popeye.
-Aaah, con qué quieres que te parta todo lo que se llama cara otra vez?!- imitó la misma posición del ojeroso.
-Ya basta ustedes 2, no perderé otro trabajo por sus tontas rabietas. -los interrumpió Steve antes de que iniciarán su pelea.
Steve era la voz de la razón de los 3, siempre haciendo lo correcto, siempre correcto nunca incorrecto. JA. Si lo vieran como se ponía en las peleas callejeras que llegaron a tener.
-Si mamá. -hablaron al unísono viendose con falso odio. Steve solo rodo los ojos y les dio la espalda para volver a su trabajo, Bucky aprovechó eso y le metió un sabroso zape a Sam.
Y una nueva guerra inició pero ahora no con gestos y palabras si no con mordidas, golpes, rasguños y con un Steve intentando separarlos a todo costa y como no, los gritos de los demás trabajaros echándole porras ya sea a Sam o Bucky o bien haciendo a puesta por quien ganaría, carajo, deberían mejor ayudarle a separarlos no alentarlos. Que bonito inició del día.
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En otro lugar lejos de esa sucia bodega y de la pelea de los 2 alfas un omega castaño se paseaba en el parque junto con sus mejores amigas, era nada más y nada menos que el hijo menor del multimillonaria Howard Stark y Maria Collins, una ex modelo muy famosa, Anthony Edward Stark, oh bien, Tony Stark, un joven millonario de apenas 19 años con un intelecto brillante que haría envidiar a los más grandes científicos de la época, a su lado lo acompañaban Natasha Romanoff y Pepper Potts, mejores amigas del castaño desde la infancia y curiosamente ambas pelirrojas solo que una de ellas tenía unas muy lindas pecas alado de sus mejillas, ambas al igual que el eran omegas, de alta categoría por su puesto. Natasha era hija del jefe de policías de la ciudad y era de procedencia Rusa mientras que Pepper era hija de uno de los trabajadores de Howard, uno de sus más confiables trabajadores se podría decir. Eran conocidos por ser los niños riquillos y omegas mimados de sus padres, según las malas lenguas, a ellos les importaba un cacahuete como les dijeran, habían aprendido a la mala a no hacer caso a las cosas que la gente dijera de ellos, así que solo se dedicaban a disfrutar de su vida y adolescencia, es así que se prometieron el nunca dejarse llevar por los chismes que la alta sociedad dijeran de ellos, y así la mantuvieron desde ese entonces.
-¿Y si vamos hoy al teatro?. -sugirió Pepper mientras se recostaba sobre el pasto.
-Nah, eso hicimos ayer. Hagamos algo nuevo, siempre hacemos lo mismo. - contesto Natasha quien se recostó a su lado jalando a Tony consigo, quien no puso resistencia una y se dejo llevar por su amiga cayendo ambos en el pasto. -Alguna idea, Tones?
-En primera, no vuelvas a tirarme así pudiste dañar mi bello rostro -la miro con reproche a lo cual ella le saco la lengua- Y en segunda, que tal si vamos al mercado? - sugirió Tony.- Se que nuestros padres nos regañaran, pero es el único lugar en donde no hemos estado o bueno, no desde que nuestros padres les prohibieron a Rhodey y mi hermano llevarnos al mercado.
Ambas chicas lo meditaron un momento, era cierto lo que Tony decía, sus padres les tenían prohibido, recordaban a la perfección cuál fue su maravillosa excusa que les dieron para que dejaran de ir a aquel lugar y esa era que jóvenes de su clase no debían frecuentar tal lugar. Patrañas, ellos irán con o sin permiso.
-Yo aceptó. - dijo Natasha, ganándose una sonrisa de parte de Tony, ambos dirigieron su mirada hacía la pecosa.
Pepper dudo por un momento, el mercado era peligroso para chicos como ellos, por algo sus padres les tenían prohibido no volver a ir, miro el rostro de sus mejores amigos los cuales le hacían ojitos de perrito, suspiro derrotada, jamás podría negarle nada a esas tiernas miradas.
-Bien, bien, ustedes ganan, iremos al mercado, pero con 2 condiciones, no, 3 condiciones, uno sean lo menos ruidosos que puedan si alguien nos reconoce y les avisa a nuestros estaremos muertos, dos, no quiero que empiecen a comprar baratijas inútiles, saben perfectamente que son totalmente inservibles, no se dejen engañar por los estafadores y último tendremos que usar otro tipo de ropa, seremos presa fácil para los ladrones si vamos vestidos así, entendido? . - pronunció Pepper con seriedad tanto en su voz como en su expresión facial.
-Si, mamá. - mencionaron al unísono el castaño y la pelirroja riendo. A veces Pepper se comportaba como toda una mamá gallina. Oh, que seria de ellos sin ella.
Pepper solo rodó los ojos y luego sonrió.
-Ya vamos al mercado!
Los 2 omegas asintieron parandose del césped. No podían estar más que ansiosos, habían pasando años desde que no iban a aquel lugar, quién sabe qué cosas nuevas se podrían encontrar.
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Entre calles [Stony]
RomanceCuando vives en las calles todo parece ser sumamente imposible, eso Steve lo descubre al enamorarse perdidamente de Anthony, el hijo del magnate Howard Stark. La vida siempre le pone retos y el amor de aquel omega será el mayor de todos. Portada hec...