II

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4:50 pm

Steve se secó el sudor de la frente, después de la pelea de Bucky y Sam su jefe vino a regañarlos, lo que significaba hacer trabajos aún más pesados como castigo. Malditos Bucky y Sam todo es su culpa, pero bueno, al menos no los despidió, si no, santa regañadiza que se hubieran llevado Bucky y Sam cortesía de Steve. Podría ser alguien muy tranquilo pero cuando se enfurecía había que tener cuidado.

-Steve, dice el jefecito que tienes que entregar estás herramientas al carpintero que está a la vuelta. - dijo Bucky quien le entregó una pesada caja con varias herramientas nuevas.

El rubio solo asintió, antes de tomar la caja le dio una tragó a su botella de agua, cuando terminó de refrescarse tomó la pesada caja y emprendió ida hacía aquel puesto. En el mercado se podía apreciar de todo, literalmente de todo, desde borrachos tirados fuera de las cantinas  hasta vendedores ambulantes queriendo engañar a la gente con sus artículos inservibles y sumamente estúpidos, le era gracioso ver como la gente se dejaba engañar por aquellos tipos, pero aún más gracia le daba el recordar cuando Bucky compró una ridícula piedra que según predecía el clima, quién en su santo juicio caería tan ridículamente en esa tontería?

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Del otro lado del mercado los 3 omegas observaba con curiosidad todo a su alrededor, para ellos esas baratijas eran  hermosas, para su suerte la gente no los reconoció gracias a las capas que traían puestas, los 3 se sentían como Jazmín de Aladdin cuando se disfrazó para ir al mercado, ahora sólo faltaba que conocieran al amor de su vida. Todo parecía ir a la perfección en su pequeña escapada, estaban ahora en un puesto exótico de piedras, no entendía como es que habían llegado a ese puesto raro y más aún cómo es que Pepper estaba siendo persuadida a comprar una dichosa piedra que según predice el clima, que tontería, Pepper cariño, cómo puedes creer en tal cosa, Tony se aburrió de ver la gran variedad de piedras que el puesto poseía, era obvio que solo eran piedras comunes y corrientes, miró a su alrededor para ver si encontraba algún puesto más interesante, sus sentidos se alertaron cuando un olor a madera junto con un olor a chocolate amargo entraron en sus fosas nasales, no, no podían ser ellos, Anthony volteó hacía donde provenía el dichoso olor, carajo su agradable tarde se fue directamente al caño.

-Nat, Nat. -llamó el castaño- Nat! -alzó más la voz llamando por fin la atención de la pelirroja.

-Qué quieres To... -Nat no pudo terminar de hablar, a lo lejos estaba Rhodey junto con Arno, carajo, si ellos los veía ahí estarían más que muertos. Nat agachó la cabeza, tratando de esconderse, pero fue completamente inútil, sus olores naturales los delataron. 

-Hey, ustedes! -gritó Rhodey alarmando a los tres jóvenes.

-Quédense dónde están, sobre todo tú Anthony.- hablo Arno a su hermano.

Los omegas se dieron una mirada cómplice, no hacía falta las palabras para saber cuál era el plan de huida, separarse, si ese era su gran plan, perfecto e inigualable.

-Nos vemos en el parque, mis queridos amigos. - dijo Natasha antes de echarse a correr.

-Ten cuidado por favor, Anthony. - dijo Pepper para igualmente echarse a correr, claro que en otra dirección.

-Anthony, ni se te ocurra correr!- gritó Arno y por supuesto como todo buen hermano menor  no le hizo caso y corrió como si no hubiera un mañana tropezando con varias personas.

Mientras tanto un Steve caminaba entre la multitud sin soltar en ningún momento la pesada caja, faltaba poco para llegar al local, de la nada empezó a escuchar como los murmullos de la gente fueron aumentando y el olor a alfa enojado llenaba el lugar. A lo lejos Steve pudo divisar como 2 mujeres pelirrojas corrían dejando a un chico castaño solo. El rubio decidió ignorar eso, no era su asunto y no tenía el por que meterse, era noble pero no imbecil e iba a seguir su camino hasta que el dichoso castaño pasó corriendo a un lado de él, una pequeña chispa recorrió todo su cuerpo, desde la punta de sus pies hasta su cabeza lo que hizo que se quedara quieto por unos segundos, aspiro con fuerza el rastro de aroma que desprendió al pasar por su lado, era sumamente exquisito, su corazón sintió una calidez que nunca en toda su vida había sentido, fue como si un hueco en su corazón se llenara por completo, pudo alcanzar a  observar unos bonitos ojos marrones con largas y abundantes pestañas  que se escondían debajo de esa fea capucha, una nariz perfilada y unos labios que gritaban "bésame".

Volteó a ver a quienes perseguían al dulce omega quien había robado su corazón, Steve no lo pensó y le metió el pie a uno de los chicos provocando que cayera al sucio piso junto con el chico de atrás, nadie molesta a su ahora gran amor. El Stark menor vio como  aquel chico rubio le ayudaba, le regalo una bonita sonrisa y emprendiendo huida de nuevo, Steve solo atinó a sonreír embobado sin inmutarse a las quejas de Rhodey y Arno.

-¿¡Qué demonios te pasa?! -contestó un exasperado Arno sacudiendo la tierra de su ropa siendo imitado por un igual de molesto Rhodey. Steve en respuesta sólo alzó los hombros totalmente desinteresada, ambos hombres sólo bufaron.

-No es momento de pelear Aron, hay que ir tras Anthony, Pepper y Natasha.- contestó Rhodey- Y tú chico, ten más cuidado. - sin decir más el de tez morena corrió. Aron solo miro con el señor fruncido al alfa, no dijo nada más y corrió detrás de Rhodey.

El alfa rubio se quedó unos minutos parado en medio de la calle observando hacía la dirección en la que aquellos alfas se habían ido detrás del encantador omega. Todo había sucedido tan rápido. Se supone que él solo iría a entregar unas herramientas y regresaría a su trabajo. Es increíble como la vida da tantas vueltas en tan solo pocos minutos y en definitiva esta fue la mejor de todas.

-Así que tu nombres es  Anthony...

Entre calles  [Stony] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora