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Jimin siempre había pensado que la luna era más hermosa cuando parecía una sonrisa de dientes completos, sin embargo, ahora no podía pensar en otra cosa que en el fuerte dolor que le recorría de cuerpo completo; sudando, y con una mueca de completo dolor, tocó la unión entre su cuello y su hombro, ahí donde se estaba borrando su marca.

Él no lo entendía, porque todo había sido un lecho de rosas, claro, hubo peleas, discusiones, diferencias, miedos, inseguridades y muchas torpezas más, pero también hubo amor, apoyo, comprensión y tiempo, o tal vez no, tal vez no estuvo el tiempo suficiente, tal vez el tiempo que él estuvo dando tanto de si, intentando hacer que el chico con el que estaba emparejado fuera feliz, feliz de verdad, no fue suficiente, tal vez sus inseguridades fueron demasiadas para Yoongi, un alfa a quien le llovían pretendientes, tanto mujeres como hombres, tanto omegas como betas, tal vez se dio cuenta de que él no era lo suficiente después de todo, tal vez el miedo de Jimin de sentirse gordo, de sentirse pequeño, de sentirse malo, de sentirse tonto, tal vez todo eso fue lo que hizo a Yoongi darse cuenta de que no importaba cuantos cumplidos le diera o cuantas veces le dijera que para él era perfecto, tal vez eso fue lo que hizo a Yoongi alejarse y Jimin, siendo Jimin, siendo alguien que sólo quería su felicidad y alejarle de sus pesares, ayudarle a ver una cara más feliz a la vida y superar sus problemas del pasado no pudo con eso.

Jimin sabía, claro que sabía que debía de tener una buena perspectiva de la vida para poder ayudarle a él a ver una mejor, claro que tenía claro el hecho de que debía de quererse, aceptarse, darse cuenta de que no estaba "gordo", que no importaba su altura, que siempre se podía aprender, claro que tenía muy en claro eso, pero le era difícil, a veces era simplemente imposible no creer lo que decían y dejarse llevar. Era curioso que estuviera pensando en si había hecho algo mal para terminar como estaba mientras sentía que la muerte no tardaría en llegar por su desgraciada alma.

El cuerpo del pequeño omega de veintitrés años estaba hecho una pequeña bolita que, probablemente sería un lobo si no fuera porque aparte de que no le sentía, estaba en un verdadero calvario como para poder invocarlo. Cuerpo sudado e hirviendo en fiebre, su cabello se adhería a su frente y cuello, temblaba a pesar de que no tenía frío, un dolor horrible y punzante llegaba desde su cuello y se esparcía al resto de su ser cada cierto tiempo, sus mejillas completamente arreboladas y sus ojos totalmente cerrados, sentía que si los habría se le saldría un mar de lágrimas.

Cada vez se hacía más pequeño en su lugar, intentando mitigar su dolor, hasta que ya no pudo más, lo sintió, sintió como se rompía el lazo, el que anteriormente estaba tan tenso que incluso con una ligera brisa podría haber caído rendido, en el que sentía el dolor de Yoongi, lo sentía, sentía su ausencia, la ausencia de Yoongi y la ausencia de todos esos sentimientos arremolinados en su pecho, haciéndole un nudo en la garganta y un hueco demasiado grande como para describirlo en el corazón; incluso si sabía que no era real y que físicamente estaba completo, él no se sentía así, él sabía que ya no era así, porque ya no estaba su alfa, su Yoongi, su pareja destinada, ese chico al que tanto amó y al que tanto seguía amando ya no quería saber de él, incluso si antes de que el lazo se rompiera también podía sentir el sufrimiento de Yoongi no pudo saber por qué lo hacía, así como no podía ayudarle dado que él no estaba en las mejores condiciones y, peor aún, ni si quiera sabía dónde se encontraba.

Se dejó ir, el dolor era tal que ya ni si quiera se molestaba en sentir, era demasiado. Abrió los ojos, la ventana estaba abierta, el frío movía las cortinas y se colaba a la habitación, se notaba la luna, esa luna que siempre le recordó a la bella sonrisa de encías que Yoongi solía dedicarle, entonces salió la primer lágrima sin permiso alguno, le siguieron una, dos, cinco y muchas más lágrimas, su vista se había empañado completamente, pero ni si quiera quería mover el cuerpo como para limpiarlas, sólo atinó a voltear la vista y observar la habitación, en un tocador antiguo de madera que se localizaba del otro lado del lugar, a un lado de la puerta estaba una foto de ellos dos juntos, cuando no tenían ni un año de novios, eran jóvenes y felices, tampoco lo resistió, haciendo un pequeño puchero sus lágrimas eran acompañados ahora de gritos, gritos y alaridos de verdadero dolor, su garganta le dolía, igual que todo, pero no podía evitarlo, era demasiado doloroso, con todo el esfuerzo que pudo logró mover su brazo para sólo poder atinar a quitar sus lágrimas, pero era inútil, seguían cayendo de sus tristes ojos. El chico se retorcía tanto como podía, haciéndose más pequeño y gritando cada vez más fuerte, lastimándose y logrando sentir el sabor metálico de la sangre viajar por su garganta.

Yoongi...Yoongi...Yoongi...

¿Por qué amor?... ¿Qué hice mal?... ¿Qué nos pasó?...

Poco a poco su mente comenzó a divagar, divagar en sus momentos felices, sintiéndoles por última vez, creando momentos que nunca se hicieron pero que siempre pensó en que algún día pasarían, como criar un pequeño cachorro, poder viajar juntos a cualquier parte. Como ser felices de verdad.

Sus gritos tal vez hubiesen alertado a alguien, de no ser porque la casa en la que se encontraba no estaba ni remotamente cerca de vecinos, sólo de un bello bosque, porque ahí habían querido vivir.

"Sin vecinos molestos que saludar" le había dicho Jimin a Yoongi una vez vio que sus ojitos parecían brillar por si solos; esa vez hicieron el amor con tanta pasión y devoción al otro, se tomaron su tiempo y se dedicaron a recorrer cada parte y besar cada lunar del otro, esa vez se amaron tanto que ahora, ahora en esa misma habitación mientras se retorcía de dolor por el reciente lazo roto no podía dejar de preguntar al viento ¿qué era lo que había salido mal?

Sus lágrimas no cesaron, no sólo él sufría, su lobo también lo hacía, aullando y rasguñando su interior, ninguno de los dos estaba mejor que el otro. Sus pupilas se dilataron completamente, sus instintos se activaron, su cabello pasó de rubio teñido a un gris plateado completamente hermoso, como el de su lobo; donde se localizaba la marca del lazo ahora era una cicatriz semiabierta que empezó a sangrar, pequeños hilos rojos color carmesí empezaron a salir de la herida para poco después brotara con mucha más intensidad y el dolor que empezaba a dejar de sentir aumentara, sus colmillos crecieron, sus pupilas se perdieron, de su cabeza salieron un pequeño par de ojeras y sus gritos se volvieron tan fuertes como su voz rota se lo permitía, sus lágrimas volvieron a ser pequeños mares y su cuerpo dejó de responderle.

El cuerpo humano no es capaz de soportar tanto dolor, ya sea emocional o físicamente, incluso si es un híbrido de lobo, dado que es más susceptible a los dolores emocionales, así que después de tanto dolor, después de tantas lágrimas, tanto sufrimiento y después de mancharse a él y el cobertor de sangre el omega no lo soportó.

Es bien sabido que el omega es el que más sufre cuando se rompe el lazo y que estos puede llegar a morir de tristeza después de cierto tiempo, pero el sentimiento de saber que tu pareja destinada te ha dejado, ¿es algo posible de soportar?

El último recuerdo que Jimin tuvo fue cuando Yoongi empacó algunas de sus cosas completamente indiferente pero soltando feromonas a diestra y siniestra para no alarmarle, sin decir ni una palabra, sin fecha de regreso ni razón aparente, sólo se fue, se fue y después de mucho tiempo esperando por él nunca volvió, pero sí encontró una nota, con la caligrafía de Yoongi, que sólo atinaba a decir:

"Lo lamento, no puedo seguir con esto, espero que estés bien.
No intentes localizarme ni contactarme, eres una gran persona
-MY"

Un pequeño destello se logró a ver desde la casa, un lobo pequeño y gris tomó el lugar de Jimin, y mientras al animal se le salía una lágrima, un aullido lastimero fue su último aliento antes de morir.

Y Jimin murió, al igual que su lobo, pero no fue Yoongi quien lo mató, al final de todo, fue su amor por él, lo que acabó con Jimin, y claro, con Yoongi también, en donde sea que estuviera.

Pero mientras sus almas reencarnaban una vez más, a donde se supone que debería de haber un mejor final que el anterior, el hilo rojo que les unía... estaba roto, su destino ya no estaba juntos, ni con nadie más.

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Uy que sad .-.
Casi lloro mientras escribo esto, lamento interpretar mis inseguridades en el amor  con ellos jaja ;-;

Bueno, chicas del KK Squad espero que no me hallan olvidado c: mato gato sigue viva!
Pero eso es todo por ahora, chao.

PD: Esto va dedicado para el KK Squad, así que si lo pueden pasar se los agradecería :3

Luna no llena  [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora