No entiendo ni entenderé la depresión, es como querer o intentar entender un idioma que desconoces por completo, donde tu intuición te dice que algo está bien pero no es así.
A veces, mi depresión cambia, un momento es como un grano de arena en la playa y otros días es la playa entera. Mi depresión está siempre cambiando y eso me molesta.
Siempre dicen "deja de encerrarte en la tristeza y deja que entre la alegría". Lo he intentado. Juro que he intentado estar feliz y simplemente no puedo, me estoy forzando para poder sentirme bien siempre y nada da resultados, sonrió pero a veces es para aparentar y que no me hagan la típica pregunta de "¿estás bien?".
Creo que mi depresión es como esa invitación para una fiesta que te llega de repente y que no querías recibir y yo siempre soy quien la recibe esa invitación sin poder hacer nada para rechazarla.
Me han dicho "pues sal con tus amigos, diviértete en fiestas". He hecho planes para salir con ellos, pero al final la esperada depresión llega y terminó en mi cama llorando sin motivo mientras escribo por horas y horas cómo me siento y pidiendo, no, exigiendo, ayuda.
Todos se quejan mucho de que duermo demasiado, pero tengo motivos. Duermo porque así siento que mis problemas se van por un instante. Cuando duermo ya no hay tiempo, todo desaparece y puedo soñar lo que quiera. En mis sueños puedo sentirme a gusto sin escuchar críticas.
Mamá siempre dice "tú no tienes problemas, esos problemas están en tú cabeza y los estás inventando. Madura ya."
¿Y qué si mis problemas están en mi cabeza o los estoy inventando? Yo siento que están ahí. Punzando como una aguja en mi cerebro, queriendo que yo empiece a llorar sin sentido porque no me entiendo y me siento patéticamente absurdo.
Se supone que alguien debe ayudarme, ¿no? Supongo que no. Nadie puede ayudar a alguien si ésta persona no quiere ayuda.
Es raro que yo de consejos e intente ayudar a las personas a llevar su tristeza pero no poder ayudarme a mi misma en llevar la tristeza y seguir mis consejos.
Maldita mente humana contradictoria.
Como sea, la depresión está en todos lados. Es como mi sombra, me persigue a donde quiera que voy y siempre se lanza a mí como si yo fuera un conejo y ella un lobo, no, más bien, ella como si fuera un león.
La odio, pero ya estoy acostumbrado a su compañía.
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Depre De A Mentis.
Non-FictionDonde yo te digo que te largues de aquí pero no haces caso y entras a leer. Así que rectifico. *Donde tú entras a leer por curiosidad y sales con cáncer visual por tanta estupidez.