Oscuridad

10 2 0
                                    

El sol se va ocultando en el horizonte creando una estela de colores en el cielo. Una chica se encontraba sentada en el tejado de un edificio, admirando esa vista. Sus pensamientos están revueltos, nublados por el dolor y la ira. El sol se oculta completamente. Ella se levanta y sabe que ya es la hora.

Ámbar siempre fue una niña dulce y amigable. Le gustaba hablar con todos y salir a todos lados. Pero cuando sus padres se divorciaron, no volvió a ser la misma. Después de la separación, ella no quería hacer nada; descuidaba la escuela, siempre estaba a la defensiva con la gente. Luego, empezó a ocultar lo que sentía. Volvió a comportarse como "antes", sonreía de nuevo, era amable con todos. Pero por dentro sufría.

Un día, el tío de su padre, se acercó a ella para consolarla. Le regalaba dulces y juguetes para que no estuviera triste. Fue ganando la confianza de Ámbar poco a poco, para después abusar de ella. Ámbar, por miedo, jamás les dijo a sus padres lo que había ocurrido. Tenía miedo de que, si decía algo, la iban a separar de sus padres. Luego de eso, siempre buscaba no quedarse a solas con él, y, guardó ese suceso en lo profundo de su ser para que nadie se enterara.

Luego, en la escuela empezaron a acosarla. La molestaban por ser "fea" y le jalaban el cabello. Ella fue muchas veces a la oficina del director para reportar el problema. Pero siempre decían que lo iban a resolver, se quedaba ahí; en nada. Después, fue donde su padre para que la ayudara, pero él solo le dijo que los ignorara. Esto provocó que su autoestima disminuyera, pero aún así siguió sonriendo.

El tiempo pasó, ella creció y ahora está en la escuela superior. Ya habían dejado de acosarla, y había hecho muy buenos amigos. Pero su sentir y su autoestima no habían mejorado. A través de todo ese tiempo, la carga de sentimientos se fue haciendo más pesada. Ámbar siente que ya no puede más, que todo se tiene que acabar, siente que se ahoga. Toda esa carga emocional la llevó a desear la muerte.

Ámbar sale de su casa en la tarde, diciéndole a su padre que irá a comprar algunas cosas que se acabaron. En vez de dirigirse al supermercado, va hacia otro lugar. Cuando llega, entra a un edificio abandonado y se dirige al último piso. Se sienta en el tejado, esperando a que llegue la hora.

Cuando el sol se oculta, se pone de pie. Mira el cielo nocturno y luego mira hacia el vacío. En su mente, les ruega a sus padres que la perdonen; y, sin pensarlo dos veces, se tira al vacío.

Es la horaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora