Espejo

El vacío de tus ojos me mantiene despierta por las noches. ¿Qué te sucedió? ¿A dónde fue tu sonrisa? Ya no sonríes por felicidad, lo haces más por obligación. La obligación que no te permite preocupar a las personas que amas. He de admitir que tus sonrisas son buenas, tan buenas que pudieran engañar a cualquiera, a cualquiera menos a mí.

Sabes que nadie te conoce cómo lo hago yo, y no tienes idea de cuánto me entristece verte así. Daría lo que fuera por verte sonreír una vez más de forma genuina. Ver esa sonrisa que delataba tu hermosa inocencia tan pura, ante este mundo tan cruel. La cual mostraba cordialidad y respeto a todos. De solo pensar en que alguien te lastimo tanto, me hace hervir la sangre. Me hace sentir culpable por no darme cuenta. ¿Cuándo te perdí? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo decir para que vuelvas a sonreír? Todas esas preguntas pasan por mi mente mientras secó tus lágrimas y veo tus hermosos ojos brillosos por las gotas saladas.

- ¡Oh Dios!

Más lágrimas bajan por tus mejillas cuando te veo a los ojos. Ya no veo brillo en ellos. Así que observo por el abismo de tus recuerdos y busco el motivo de tus lágrimas. ¿Cuándo te perdiste? Ya no veo tu lucha, tus aspiraciones, tus talentos y pasiones en tus ojos. Solo veo el sufrimiento que te causaron. Los malos ratos que quieres superar y no puedes, porque no sabes cómo hacerlo. Por favor, deja de llorar. Te lo ruego. Dime que debo hacer para hacerte sentir mejor. ¿Qué puedo hacer para que tus ojos paren de botar ríos de agua saladas? Hago lo que quieras, pero deja de llorar. Solo háblame, comunícate conmigo, confía en mí como lo hacías años atrás. ¡Maldita sea!

- ¡Dime!

No puedo evitar gritarte e inevitablemente vuelves a ahogarte en tu miseria. Suelto un suspiro de frustración a causa tanto tuya como mía. No lo entiendes, ¿verdad?, me afecta tanto verte así, pero no puedo hacer nada. Te cansaste de batallar, lo puedo ver en tu mirada. Puedo ver cómo tu mente se agota. Levantarte todos los días y forzar esas horribles sonrisas falsas te come viva. Hacer pensar a los demás que estas bien sabiendo que la realidad es otra. Sé que te has cansado y quisiera hacerte sentir mejor, pero por más que lo desee, por más que lo intente, acercarme a ti será inútil mientras exista este muro entre nosotros. Éste muro que me deja verte sufrir, pero no me deja consolarte. El muro que me acuerda de la triste realidad que nos separa y nos une al mismo tiempo, siendo cruel con nosotras. Sin embargo, a ti no te importa, por qué te ocultas detrás de él como si fuera tu salvador. Y eso es lo que no entiendo.

¿Por qué insistes en seguir sufriendo? ¿Por qué insistes en involucrarme a mí en tus desveladas noches de llanto? Si por más que intento consolarte, no me aceptas. No aceptas tu inteligencia. No aceptas tu valor. Simplemente no puedo seguir así. ¡Para! ¡Para ya! ¡Ya no aguanto verte sufrir! Te comprendo, sabes que lo hago, por eso no te dejare ahogarte en tu propia miseria. Lo he tolerado por mucho tiempo, pero es hora de cambiar. Sé lo que debo hacer y sé que no te gustara, por esa razón debo de dejarte atrás. No puedo seguir arrastrándote conmigo. Sé que lo entiendes, también sé que me apoyas. Así que respiro profundo, limpio mis ojos de las gotas saladas, y veo el brillo de esperanza volver a los tuyos. Me levanto y camino lejos de ti. Agarró la manilla de la puerta de mi cuarto y antes de salir, volteo a ver el espejo dónde te encontrabas.

- Adiós.

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¡Hola mis porcelan@s!
Quiero que sepan que no importa por lo que estén pasando y cuán difícil piensen que es, no están solos. Siempre habrá alguien. Tú. Jamás se pierdan en la tristeza.
Stay weird ! Y spider kisses para ustedes.