empiezan las vacaciones, 2 meses y medio en donde nadie me obligará a nada, nadie me dirá qué hacer, nadie me dirá que tome el lapicero y empiece a escribir, nadie me dirá que tengo que repasar 10 párrafos al llegar a casa, nadie me dirá a qué hora me tengo que levantar, nadie me dirá que sea sociable, nadie hará que rete mi miedo de hablar en público, no, nadie me obligará a nada, y suena muy bien ¿verdad?, pues para mí no, porque siempre le encuentro lo malo a todo, al hacer todo a lo que me obligaban solo pensaba en eso, en que tal trabajo se tenía que entregar mañana, que si no hago esto desapruebo, lo malo acá es que si ya no tengo que pensar en eso tengo más tiempo para hacerme mierda la cabeza, si no paraba de llorar con el poco tiempo que tenía cuando iba a la escuela, imáginen lo que será tener todo el día libre por más de 60 días, mi cabeza se sumergirá en la tristeza, los pensamientos suicidas no cesarán, no podré dejar de recordarme lo fea y mierda que soy, que no soy suficiente, que soy una inútil, lo tendré que soportar y me frustra, es por esto que no me gustan las vacaciones del todo, no me gusta el ambiente tóxico en mi casa, no me gusta no hacer nada, soy una persona nerviosa, inquieta, no lo sé, necesito moverme, salir de mi casa, socializar en la vida real, estar ocupada, porque si no me vuelvo loca, tal como el año pasado, por esto es que no me emociono, porque sé que me pondré peor, sé que contaré los días para volver al colegio para poder hacer que mi mente pare por unos minutos, la época que más odio está por empezar y ya puedo sentir la frustración, ya puedo sentir como mi mente nota que está libre, que podrá pensar más, podrá hacerme mierda, adelante, apostemos si este verano termino matándome.