• Fuck You• |Reggie Mantle|

•Cayendo nuevamente •

"Sigo volviendo a tus brazos y aún no entiendo el porqué..."

Luego de lo que parecían unas eternas horas de clase Savannah se dirigía a el lugar asignado para hablar con el chico norteño.

Al llegar allí rápidamente pudo divisarlo en unas mesas un poco apartadas para que nadie los viera y aunque no lo iba a admitir a la joven Topaz eso le había dolido.

-Ya estoy aquí.-murmuro Savannah tomando asiento frente al chico quien rápidamente le extendió una malteada.-

-Tu favorita.-dijo Mantle viéndola.- Crees que deberíamos decir algo sobre el disparo que escuchamos?.-preguntó el chico yendo directamente al grano.-

-No lo se, digo quizás nos meteremos en problemas y no creo que quieras que todos sepan que estabas con una sureña el cuatro de julio.-murmure rodando mis ojos.-

-Tienes razón.-suspiró el chico.-Mejor no digamos nada y que las cosas sigan su curso.-a lo que rápidamente la joven sureña asintió dándole la razón.-

-Harás algo está noche? .-preguntó el chico algo interesado en su respuesta.-

-Creo que no.-suspire.-Porque preguntas?

-Hay un baile al que no tengo muchas ganas de ir así que... pensaba que podíamos tener una de las tantas escapadas que siempre tenemos.-murmuro Reggie acercándose hasta donde la mesa se lo permitía dándole una sonrisa.-

-Esta bien...-susurró Savannah dejándose llevar por el chico y un mar de emociones.-

Horas más tarde solo quedan rastros de lo que parecía haber sido una noche fogosa entre dos adolescentes.
Savannah dormía tranquilamente mientras Reggie acariciaba su cabello pensando el porque tanto le costaba admitir que le agradaba más de lo normal esta chica, muchas preguntas y pocas respuestas aparecían en su mente.

Lentamente y sin hacer mucho ruido dejó el trailer donde vivía Savannah junto a su hermana y abuelo, cuando abrió la puerta se encontró con la otra chica Topaz quien al verlo gruñó cansada de la situación.

-Aun no entiendo como mi hermana sigue volviendo a ti.-suspiró la chica viéndolo de arriba a abajo.-

-Porque sabe que como yo no hay dos.-dijo burlón y la joven fingió vomitar.-

-Dios eres desagradable .-dicho eso le cerró la puerta en la cara y se marcho a su habitación dejando a Mantle el magnífico con las palabras en la boca.-