"...La rápida expansión de la Frontera Interestelar fue inicialmente impulsada por caras y sofisticadas misiones nacionales e internacionales, como las que colonizaron Aurora e iniciaron el entramado de la Red Interestelar de la UNASUR. Sin embargo, una vez que el costo inicial de establecer un Portal y terraformar los mundos más aptos estaba pagado, los ingresos venían lentamente a las grandes compañías colonizadoras. Las complejas naves de la Era Exploratoria simplemente no estaban diseñadas para una economía de frontera.
Pero en el Sistema Solar, ese tipo de naves ya existían: las de los Mineros Asteroidales, los Colonos Jovianos y las Sombras de Kuiper estaban diseñadas para largos períodos de vuelo independiente y cumplir múltiples propósitos; desde la minería al transporte y la investigación, e incluso misiones armadas. Muy pronto las empresas interestelares se dieron cuenta de ello y empezaron a copiar sus diseños. Durante el siglo XXIV, las inmensas naves coloniales como el AEA Perito Moreno fueron reemplazadas por naves versátiles y flexibles producidas masivamente, como el legendario VMP-2 Bagual (la "Nave Que Hizo La Patria"), los feroces cazadores FAEA CE-5 Carancho, y los famosos vagones de Astrolíneas Argentinas. Los sistemas de los Territorios Espaciales se llenaron de enjambres de naves pequeñas piloteadas por familias y grupos de amigos con la esperanza de escapar las fosilizadas estructuras de poder en la Tierra y crear un nuevo destino entre las estrellas.
Al principio la vieja República Argentina vio esto con buenos ojos, proporcionadolés ventajas económicas, incluidas naves y entrenamiento para que pudieran mudarse a nuevos sistemas y asistir con los esfuerzos de colonización. Y los nuevos colonos también adoptaron con mucho gusto su rol, considerándolo un deber patriotíco, y rescatando las antiguas tradiciones gauchescas para una nueva frontera. Las naves de los Gauchos Estelares transportaban suministros vitales, exploraban asteroides para la explotación minera, asistían en llevar vida a nuevos mundos, plantaban árboles espaciales, e incluso formaban parte de las milicias en los lugares donde la Fuerza Aeroespacial Argentina era un cuento lejano.
Muy pronto, el estado argentino, en particular las Provincias Planetarias de la Tierra, se percató de 1) El caudal de riquezas que manejaban estos Gauchos gracias a la minería y otras industrias, y 2) la independencia y el poder que estaban adquiriendo. Tanto la vieja República como las corporaciones cooperaron en legislaciones y políticas económicas para "controlar" y "regular" las actividades de los Gauchos autónomos que no le rendían rédito a las empresas e incluso competían con ellas. Los que eran contratos temporarios y flexibles pasaron a ser casi inquebrantables promesas de servicio al estado, o más bien dicho, a las corporaciones espaciales en su representación, con la intención de controlar y aumentar los ingresos. Las ventajas que venían con la libertad de tener una nave propia eran opacadas, ya que los Gauchos eran forzados a trabajar exclusivamente en un territorio y para una empresa. Esto estaba teniendo un impacto negativo en las economías coloniales. Estos problemas fueron "tapados bajo la alfombra" durante la Cuarta Guerra Mundial, en donde muchas naves civiles voluntariamente asistieron en el conflicto, en transporte, esfuerzo humanitarios, y más memorablemente, en escuadrones voluntarios como los Yaguaretés y los Pumas.
Una vez finalizada la Cuarta Guerra, los Gauchos no solo no fueron recompensados por las vidas y el esfuerzo perdidos durante el conflicto, sino que vieron su situación económica empeorar a medida que las riquezas de las colonias iban a reparar una Madre Tierra indiferente.
Equipados con sus naves autónomas, entrenamiento militar, y un fuego independiente en sus corazones, los Gauchos se convirtieron en Bandidos.
La típica imagen de un Bandido Espacial es la de un hombre barbudo anacrónicamente vestido de gaucho, con un código de honor romántico que apenas esconde un odio ciego a la autoridad, y ataca Trenes espaciales solamente para desbaratar el orden y hacerse rico. Esta imagen se ha cultivado durante décadas; famosas son las historias de Gustavo "Chamigo" Icardi y Iván "Invancito Tereré" Kovalewski.
Pero los Bandidos tenían muchas razones para emprender la vida que hacían, y en muchos casos fue la última alternativa que buscaron. Kovalewski trató de organizar a los trabajadores de la Argenetics Interstellar S.A, solo para ser brutalmente reprimido con la destrucción de la mitad de su escuadrón en 2425. Mujeres como Juliana Ortíz-Gonzáles (la "Doña Roja") trataron de formar comunidades autónomas en las bases del Comunalismo, la banda "Ejército Patríotico" reclamaba los beneficios que les correspondían como veteranos de la Cuarta Guerra, y Coatí Cohete luchaba contra la discriminación de Moreaus y animales inteligentes por parte de las autoridades humanocentrícas. Los Bandidos más famosos eran personas educadas y carismáticas, con aquel viejo espíritu de los Gauchos Espaciales de crear una patria mejor.
No todos los bandidos tenían tan nobles ideales. En efecto, muchos eran, en efecto, nada más que bandidos, asaltando estaciones mineras por riquezas, y granjas y árboles espaciales para sustentarse. Pero para los Gauchos Espaciales que veían sus sueños de la Frontera Final desmenuzados por leyes cada día más represivas, la vida del Bandido no era una película, era una realidad en la que podían caer de un día para el otro. En un Espacio cada día más controlado por un gobierno hostilmente indiferente en la Tierra, muy pronto se volvieron héroes populares, con canciones, videos y hasta caricaturas dedicadas a ellos.
Ante el creciente poder y ferocidad de los Bandidos, la República redobló sus esfuerzos por controlar la Frontera. La Fuerza Aeroespacial aumentó su poder tanto legal (con el Decreto 2843/443 De Soberanía Espacial) como en poder de fuego, con la introducción de los nuevos Portanaves y las tácticas de Supremacía Estelar formuladas durante la Cuarta Guerra. Los Gauchos que aún trataban de seguir las normas se veían acorralados por un estado que atentaba contra sus libertades constantemente. El comercio y la actividad espacial descendieron, y pese a los constantes reclamos de los Territorios a Buenos Aires, estos cayeron en oídos sordos.
Por supuesto, esto fue uno de los desencadenantes del Conflicto Federal de 2453..."
-De Alambrando Las Estrellas: El Federalismo En La Era Interestelar (2614), por Patricia Tamara Barrios.
YOU ARE READING
Bandidos Espaciales
Science FictionUna breve reseña al estilo enciclopédico sobre los bandidos en los Territorios Espaciales Argentinos durante el siglo XXIV. Ciencia ficción con ese toque histórico y gauchesco que a todos(?) les encanta.