Me Enamoré De Ti®

Capítulo 2 Día 3

-Mierda es tarde ya seguramente -me dije a mí misma tomando mi smartphone para virar la hora, lo que me sorprendió demasiado. -Genial, desperté poco antes de la hora en que debo despertar. -celebré tomando mi uniforme y enfundándolo en mi pequeño pero bien proporcionado cuerpo y arreglándome para verme digna de mi edad y mi grado escolar, tengo 17 años y voy en la educación superior, preparatoria.

Lista yo y listos mis alimentos tome 4 vasos de agua antes de salir de casa junto con un tazón de melón chino. Usualmente solía llevar los miércoles el uniforme de deportes, pero este año no, usaré una falda tableada, color azul marino con unas delgadas lineas amarillas y rojas, que me llega cuatro dedos arriba de la rodilla llevando debajo de está unas mallas blancas que van perfectamente con mis zapatos negros de charol con un pequeño tacón aceptable para la institución educativa, en la parte torácica llevo una camisa blanca cubierta por un suéter azul del mismo estampado de mi falda, sólo que éste lleva mi nombre bordado Sinaí Montés Vergara, mi cabello va recogido en una cola de caballo y un moño grande pero no exagerado azul con blanco.

Cuando voy a la escuela no suelo arreglarme pero hoy era especial, desperté temprano merecía arreglarme un poco, salí de casa encaminándome a mi instituto. Cuando estaba cerca pude notar que era demasiado temprano y estaba oscuro los únicos presentes eran los guardias y los intendentes.

Caminé un poco más sentándome cerca de una persona que por la oscuridad apenas pude reconocer y para cuando lo descubrí él ya me había descubierto.

-Profesor... Hola -dije estupefacta -¿No cree que es demasiado temprano?.

-Te esperaba -cuando dijo esto algo se movió dentro de mí -pero no tan temprano. -Rió levemente yo reí pero en sí por que su voz me transmitió hacerlo, me gustaba su voz era linda varonil pero no ronca, Qué tonterías dije.

-Ya es que quería llegar temprano.

-¿Vas a estudiar o algo? -Me preguntó cosa que yo negué con un movimiento de la cabeza. -Eres muy lista, pensé que serías como esas chicas que estudian día y noche.

-No, no soy muy inteligente pero hago lo que puedo -No puedo creer que haya notado mis esfuerzos para demostrarle que soy inteligente.

Por estar pensando me sonrojé un poco cosa que no dejó pasar desapercibido.

-Te sienta muy bien tu uniforme -Comentó coqueto, ¿piensa coquetearme? Sí o no yo sólo asentí dando las gracias y concentrándome en mis asuntos y él por su parte de igual forma.

Estúpida primera hora, aunque me guste como da la clase me molesta que todas estén... no sé ¿raras?.

-Bueno hoy como un experimento de que cuando un texto rima lo cantamos muy seguido, vamos a decir el Himno Nacional. -Exclamó sonriente mientras que todos nos quedábamos mirando unos a otros y al mirar nuestra confusión.

-Pero yo no me sé el Himno Profe. -Soltó Diego con pesar.

-Pues en uno de sus libros viene al final y por su horario que tienen junto del pizarron deben traer su material de esa clase.

Rayos, lo tenía bien pensado, al menos yo me sé el himno porque pertenecí a un coro, pero nunca lo he cantado sola en público, frente a todos.

-Bien, ustedes digan, uno por uno o la mitad del salón y la mitad.

La respuesta era obvia todos dijimos la mitad y pensando en que pondría niñas y niños en un mismo grupo, no.

-Okay entonces chicas de éste lado y chicos del otro.

Obedecimos y todos nos pusimos de pie del lado que nos correspondía, no me creo que vamos a cantar el himno.

-Bueno ahora iniciarán... -dijo siendo interrumpido por los chicos en conjunto.

-Las chicas profe, las damas primero profe. -Se escuchó al unísono varias voces masculinas.

-Bueno, chicas demuestren que ustedes si se lo saben.

Malditos niños creo que no soy la única que lo piensa, todas estamos enfadadas por sus tonterías.

Cantamos todas con las voces unidas en una sola, casi no había fallas en nuestro cantar. Hasta que después de decir la primera estrofa nos calló.

-Chicas dije decirlo, no cantarlo. -Cuando dijo esto todas lo mirábamos circunspectas, ¿A que se refería? Y volvimos a decirlo pero parecía que lo cantábamos aún entonces decidió ponernos una por una a decir las estrofas.

Soy una chica con una voz ni muy femenina ni gruesa, pero puedo hacer una voz extraña cuando voy por la calle y quiero verme seria, dije los versos con esa voz, parecía que iba bien, pero ir en coro me delataron y terminé cantando aunque me felicitó por casi lograrlo dejándome sentar y por primera vez le sonreí como nunca creí que lo haría.

-Vamos tu turno Erika.

Esta chica es una amiga mía, no tan alta cabello negro muy guapa pero que prefiere oír música y hablar con su novio que hacer muchísimas amistades, aún así somos buenas amigas. Es inteligente, pero al ponerse nerviosa empieza a tartamudear, suerte amiga.

-Repitalo, pero bien. -dijo exasperado el maestro, ¿y éste que se trae? Como si nunca hubiera metido la pata él, no creo que sea perfecto ¿o sí?.

-Profe ya falta poco para que termine la hora y aún no ha pasado a los chicos. -Dije ansiosa esperando salvar a mi amiga.

-Cierto, está bien la que sigue. -Dijo sin más.

En eso pasó otra amiga mía Jocelyn, una chica alta, guapa y simpática, una chica a todo dar y súper inteligente sin pena ni nada. Como era de esperar lo dijo bien y tomó asiento junto de mí y Erika.

La clase pasó y nada más salió el maestro y todas las demás hicieron sus desmadres, adiós clase más o menos calmada. Cabe mencionar que no voy en una escuela normal, voy en una preparatoria abierta de un año y medio menos, en año y medio debemos ver todo lo que se ve, o casi todo, en los tres años de preparatoria, cada medio año tenemos materias nuevas, apenas hemos regresado de las vacaciones de navidad y apenas cursamos un semestre por lo que nos faltan dos y hay que hacer nuevas etiquetas y así es decir; aunque sea una preparatoria abierta somos muy organizados a comparación de otras, muchos aquí son uno o dos años mas grandes pero se llevan con todos de lo mejor, por ejemplo yo tengo diecisiete al igual que Diego, mis amigas tienen dieciocho y diecinueve años, vamos algo apurados pero eso no nos quita la oportunidad de divertirnos como típicos preparatorianos.