Vasos vacíos

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-Natasha...¿Aceptas como esposo a James?- la pelirroja miro a quien sería su vida y complemento para el resto de su vida con ojos rebosantes de alegría, sonrió llevando sus manos enguantadas al rostro ajeno.

-Claro que sí-fueron las únicas palabras que salieron de su boca antes de dar el beso que daría por finalizada la ceremonia, dando paso a la alegre tonada de los músicos que comenzaban con la fiesta. La gente aplaudía y a pesar del frío clima debido al invierno navideño en ese pequeño salón todo era cálido, fiesta y alegría.

-Oh...sheriff, tenía entendido que los irlandeses bailan muy bien-la voz rasposa del pelinegro hizo que levantara la vista, sostenía su típico vaso de whisky vacío en la mano-En cambio yo puedo cantarle una serenata de amor ahora mismo-llevo su mano a su pecho y tosió aclarando su garganta mirando al sheriff.

Oh, Danny Boy, las gaitas, las gaitas están llamando

De valle a valle y bajo la ladera de la montaña

El verano se ha ido y todas las rosas se van muriendo

Tú, tú debes irte y yo debo esperar

El rubio movió la cabeza sonriendo resignado por la canción que siempre le llevaba su amigo a su casa o a la prisión como si fuera una serenata, se levantó de su silla y le robó a uno de los músicos una guitarra para acompañar al herrero.

Pero vuelve cuando el verano esté en el prado

O cuando el valle esté en silencio y blanco con la nieve

Yo estaré aquí haga sol o haga sombra

Oh, Danny Boy, oh, Danny Boy, te quiero tanto

La pelirroja y su ahora esposo aplaudían la típica escena de sus amigos, sin importar cuántas veces Steve haya incluso dejado en prisión a Stark por unos días por disturbios debido a su alcoholismo, parecía que su amistad no se veía afectada.

Pero cuando vengas, y todas las flores estén cayendo

Si estoy muerto, como bien podría estarlo

Tú vendrás y encontrarás el lugar donde estoy yaciendo

Te arrodillarás y dirás un "ave" allí por mí

El herrero se acercó al sheriff y lo abrazó por el cuello escuchando los últimos acordes de la guitarra.

Y yo oiré, por muy suave que pises sobre mí

Y toda mi tumba estará caliente y más dulce

Porque te inclinarás y me dirás que me amas

Y yo dormiré en paz hasta que vengas hacia mí

-Parece que ya bebiste demasiado-el rubio dejó a un lado la guitarra y le quitó al otro el vaso de la mano.

-Oh, Steve era una bonita confesión de amor y la arruinaste-era la primera vez que podía cantarla completa, incluso ante los murmullos y risitas de algunos de sus vecinos.

- Te llevaré a tu casa si te portas bien-

- No puedo prometer eso sheriff-

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