Capítulo 1.

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- No me importa lo que usted piense de él o lo que haya pasado antes - dije segura, mirando a Bastian a los ojos - Me gusta, lo quiero y voy a ser su novia le guste o no. Disculpe lo que le voy a decir... Pero no es nadie para decirme con quien si o con quien no puedo estar.

Me quedé mirándolo por unos momentos, viendo la tristeza de sus ojos, una profunda decepción reflejaban esas pupilas. Bastian es el coordinador de un grupo al que asisto hace apenas 1 año, es como un amigo para mi... o era.

- Tu no lo conoces como yo, pero es tu decisión, sólo que si algo te pasa a ti - entendió sus brazos y se sacudió las manos - yo no me hago responsable.

Conozco a Alejandro sé que cambió, se que sólo está esperando la oportunidad de demostrar que cambió, y nadie se la da.
Alejandro tiene un pasado. Un pasado que no es bueno.

- Esta bien, no tendrá que hacerse responsable de nada - me paré y vi como Alejandro se acercaba.
Me vio un poco molesta y supo al instante que no era un momento oportuno para preguntar que era lo que me pasaba.

Me dolía desde lo más profundo de mi alma haber acabado una conversación así con alguien que considero como mi segundo padre. ¿Hice lo correcto? No estaba muy seguro de ello, pero yo sólo quería ser novia de Alejandro, espere un año, un maldito año, sólo para que se calmara una situación en la que se había metido Alejandro con una chica del mismo grupo en el que estamos se llama Leyla.

- Ya vámonos - dijo Bastian a todos los integrantes del grupo.
Es 14 de febrero un día para celebrar los noviazgos y amistades, y hoy perdí una amistad por una oportunidad.
Todos nos fuimos en grupo, cada quien se dividió en 3 o 4 personas que platicaban de un mismo tema.

Yo estaba un poco atrás pensando en la situación por la que había pasado hace unos momentos.

- Raquel - mire a quien me llamaba, - ¿Te encuentras bien?
- Si Rebeca sólo estoy un poco distraída, eso es todo. - Sonreí y ella seguía examinandome con su mirada
- ¿Paso algo con Bastian? - la mire sorprendida - esos ojos me dijeron todo. Cuando necesites hablarlo aquí estoy. ¿Va?
- Si Rebeca, muchas gracias.

Se escuchó un pitido de una camioneta - mi papá - vino a recogerme.
Me despedí de todos ya estando dentro de la camioneta moviendo el brazo de un lado a otro. Todos hicieron lo mismo mientras caminaban y la camioneta avanzaba. Mire a Bastian y él no me miro, agachó la mirada y siguió caminando.

Miro al cielo, en busca de respuestas, soluciones, o sólo una salida.

Ya sólo quedaba mi papá, que tampoco estaba muy de acuerdo en que fuera novia de Alejandro.

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Desperté hecha un desastre, mi cabello estaba alborotado, ya que no lo había cepillado ayer por la noche, había sido un día largo como para cepillarlo.
Me dirigí al baño a tientas - porque aún seguia más dormida que despierta - busque el lavamanos y abrí la llave salió un chorro de agua junte mis manos y después frote en mi rostro - Esta helada - me dije a mi misma, salí del baño y mire la hora son las 6:15 am, tengo clase a las 7 am, para mi mala suerte.
Tome los primeros Jeans que vi en mi guardarropa y me los puse, mis tenis deportivos y la playera de la escuela.
Me maquille un poco, y me decidí en hacerme una coleta alta.
Mi papá pito, ya estaba abajo dentro de la camioneta listo para irnos. Agarré mi sudadera, me despedí de mamá y baje los escalones de dos en dos, cerré el gran portón azul grisoso, y subí a la camioneta.
Mi papá tiene un disco que se escuchaba a volumen bajo . Supe al instante cual era de tanto escucharlas me las aprendí.
~Porque las cosas de la vida contigo se viven mejor~
Me sentía mejor conmigo misma, tome una decisión en donde sólo pensaba en mi, y no en como lo verían o pensarían los demás, mientras fuera yo feliz con ello, era más que suficiente.
Transcurrieron los minutos, y con ellos más canciones hasta que llegue a la preparatoria.
Tome mi mochila y baje de la camioneta.

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- ¡¡ESTOY ABURRIDA!! - Dijo Ashley con una profunda exhalación. Ya es la última clase del día. Matemáticas.
- ¿Vamos al billar? - dije mirando lo que el maestro apuntaba en el pizarrón
- Va - respondió con un suspiro - ¿Vienen o ya se van a ir a sus casas saliendo - miro a Cloe y Aide esperando su respuesta.
- Yo necesito preguntar - Dijo Cloe sacando su celular
- A mi me dejan, si a ella también.
Siempre es así con ellas dos, inseparables. Si no va una, no va la otra.
Miramos a Greta
- ¿Y tu? - le pregunté
- Yo no puedo - nos miramos Greta, Ashey y yo, al instante nos empezamos a reír, Greta es mala mintiendo, además es una de las que siempre nos acompaña a todos lados.
- Raquel - me dijo Ashey en voz que apenas y era perceptible.
-¿Qué?
- Raquel; podrías pasar a resolver este trinomio cuadrado perfecto - En ese momento tuve la mirada de toda la clase. El maestro me apuntaba con un láser rojo.
Estábamos revisando los problemas que dejó de tarea.
Maldición. Vi mi cuaderno y esa no la había contestado.
Cloe esta sentada adelante de mi. Me puse de pie, y rápidamente me dio un papelito sin que viera el maestro. Es la respuesta junto con él desarrollo.
Me acerque y seguía apuntando con su estúpido láser rojo a los ojos. Me va a dejar ciega.
- La respuesta es... - comencé a escribir lo del papel, como lleve mi cuaderno el maestro pensó que yo lo había resuelto.
- Bien. Tome su lugar y deje de platicar o la sacó de mi clase.
- Esta bien - camine a mi lugar
~Gracias~ dije en silencio a Cloe
~De nada~ respondió de la misma manera con un guiño.

- Al fin. Libertad. - Dije Extendiendo mis brazos al aire.
- Que exagerada - Dijo Ashley.
- Siempre me cortas la inspiración Ashley - dije caminando hacia atrás mirandolas.
- Cierto Ashley siempre le cortas la inspiración a Raquel - Dijo Greta riendo.
- ¿Verdad que si? Tu siempre me apoyas Greta - Dije simulando la lagrimita con mi dedo.
- Te vas a caer Raquel - Dijo Aire preocupada.
- Déjala que se caiga - Menciono Ashley.
- Cloe ¿te dejaron? - la mire esperanzada.
- Sí. Pero sólo una hora.
- Con eso es más que suficiente. Entonces como te dejaron a ti entonces también a ti Aide.
Asintió con la cabeza
- Va entonces vámonos al billar.
Gritamos todas en unísono, me di media vuelta para caminar de frente. Y tropecé. Diablos.
- Disculpa, no me fijé... - Mire a la persona con la que tropecé. Es Alejandro. Lo mire, y el a mi. Mis amigas siguieron caminando.
- Hola - Dijo él.
- Hola - Dios como lo quiero.
- ¿Te encuentras mejor?
- ¿...?
- Ayer no te veías nada bien. - Recordé lo que pasó.
- Sí. Sólo hable con Bastian. Respecto a lo de... - no sabía como decirle ¿Ya debía considerarlo como algo de noviazgo?¿o somos amigos?
- ¿A lo nuestro? - Terminó el con la frase.
- Sí
- No lo tomo bien ¿cierto?
- No... - vi como comenzó a frustrarse por la situación.
- Es que ya nadie me apoya, no creen ya en mi.
- Yo sí. Y les demostraremos que cambiaste y que no eres el mismo.
Su mirada me calmo, y me tomo con su mano la mejilla.
Lo tenía tan cerca. A unos cuantos centímetros.
Se acercó más. Lo mire a él, y sus carnosos labios. En el momento que me dio el beso me moví lo suficiente para que sólo me lo diera en la mejilla.
- Aún no somos novios ¿recuerdas? Si no quieres algo malo a cambio, no intentes besarme antes de la relación.
Me seguía mirando.
- Eso ya lo veremos. - Me guiño un ojo. Y me tomo de la cintura acercándose más a él. Me dio de nuevo el beso en la mejilla, está vez no tuve que esquivarlo. Se acercó a mi oído y con me susurro seximente. - Ya lo veremos.
Me dejó con una sensación, de deseo, se lo que pretendía.
- Bien, empecemos el juego.
Lo mordí en su oreja y le di un beso en la comisura de los labios.
Aflojo sus brazos, y yo aprovechar para safarme,  camine a donde estaban mis amigas, y lo mire de lejos me miro a lo lejos y yo le mande un beso.

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2018 ⏰

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