Introducción: En el bosque.

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La noche era preciosa. 

El ambiente se sentía cálido y sereno. Avanzaban rápidamente por el bosque cuyos senderos se iluminaban gracias a la luna llena que brillaba en su esplendor. Como de costumbre desconocían el destino, solamente se disponían a seguir en silencio, como habían hecho por años, a aquel demonio de largos cabellos blancos que marchaba apaciblemente unos cuantos metros adelante.

-¡Amo Sesshoumaru! - Le llamó Lin mientras descendía de Ah-un y apresuraba su paso para alcanzarle. El demonio hizo un movimiento con su cabeza con el que anunció su atención, para cualquier persona ese ligero movimiento seria imperceptible, pero no para Lin, quien desde niña seguía los pasos de su amo y le había entregado por completo su vida. -Amo, ¿puedo ir a buscar la cena? por aquí cerca pasa un río. 

Sesshoumaru asintió y como ya era de costumbre, indicó al pequeño sapo que la cuidara.

Habían transcurrido varios años desde que el Yokai la había regresado la vida a esa pequeña niña de quien ya no quedaba vestigio. Lin se había convertido en una señorita, sin embargo sus hermosos ojos e inocencia seguían siendo su rasgo distintivo. Tendría unos catorce años pero aun seguía decididamente los pasos de quien se dedicaba a cuidarla como un padre.

Junto a la quebrada, Lin se disponía a cazar a aquel pez que le serviría de cena más tarde en el campamento, esto seria una tarea fácil, ya que eran muchos los años en los que había que tenido que buscar ella sola su alimento.

-¡Mire señor Jaken! - dijo la joven mientras enseñaba su trofeo a su cuidador, era un pez enorme, pero no más que su sonrisa, que la mostraba tan frágil y vulnerable como siempre había sido. Depositó el pez en su bolsa y corrió a zambullirse en las tranquilas aguas del río.

-¡Lin, tonta! No es hora de darse baños, enfermaras y seras una carga para el señor Sesshoumaru.

-No se preocupe, señor Jaken. No me tardo... -  el pequeño sirviente hervía de rabia cada vez que Lin cometida algo que para el pudiera considerarse una insolencia, sin embargo, rápidamente sus ojos se abrieron como platos cuando observó a la joven librarse de sus ropas y arrojarlas a la orilla del río para sumergirse del todo desnuda. Jaken se sonrojó por completo y cerró sus ojos fuertemente apenado. - El agua esta deliciosa - se rió Lin, mientras nadaba en el cause completamente desnuda y el brillo lunar resaltaba hasta la mas minúscula facción de su delicado cuerpo. 

A pesar de que la joven no llevara una vida como cualquier otra de su edad se veía inmensamente feliz la mayor parte del tiempo, lo cual para más de uno resultaba increíble a la vez que inexplicable debido a los peligros a los que estaba expuesta desde su niñez. Incluso para Jaken, las razones que tendría Lin para permanecer al lado del amo Sesshoumaru eran desconocidas, de lo único que estaba completamente seguro es que estas eran lo suficientemente valiosas para ella como para no haber soportado siquiera un año en la aldea de Kaede junto a otros humanos. En ocasiones lo mas fácil era imaginarse que la joven simplemente se había acostumbrado por completo a su estilo de vida y le era imposible dejarlo.

Jaken terminó acercándose a Ah-Un para recostarse a su lado, resignado a que, como siempre, Lin se tardaría una eternidad.

  El amo Sesshoumaru me castigara si algo le ocurre a Lin -Pensó, lamentándose por verse incapaz de abandonar su puesto de protector. Quizás empezaba a quedarse dormido tras la ardua espera cuando la silueta de Lin envuelta en un nuevo vestido azul se dibujo frente a sus ojos entrecerrados por el cansancio.

-Queeeeeeeeeeeeeeeee! - El sapo dio brincó, estaba catatónico. 

-Vamos, señor Jaken - Dijo Lin, mientras subía al Lomo de su fiel amigo de dos cabezas. Jaken quedó en shock, mas por el hecho de que el amo Sesshoumaru le hubiera hecho a Lin un nuevo presente, que por que la joven se hubiera marchado dejándolo solo en aquel lugar. En años de servicio, su amo nunca había tenido un obsequio con el, de hecho le martirizaba la idea de que su amo estimara mas a una humana que a su más fiel servidor, y aunque esto sucediera hacia años, Jaken no se dejaba de sorprender.

Sin la ayuda de Ah-Un le tomó un buen rato llegar al campamento. Humillado por lo acontecido, se sentó en silencio al lado de la fogata.

-Señor, Jaken... ¿Donde estaba? - la criatura guardó silencio, no tenia caso la conversación.

Horas más tarde, el pequeño sapo no podía quitar los ojos de Lin, que pernoctaba bajo un frondoso árbol a unos cuantos metros de distancia, en ocasiones muchas preguntas le rondaban la cabeza pero a la mañana siguiente estas no importarían. Después de todo, Jaken era incapaz de enojarse mucho tiempo con aquella jovencita que en mas de una ocasión le demostró su lealtad y amor salvándole la vida. Suspiró al pensar que efectivamente pasarían juntos toda su vida y eso de cierto modo le alegró. Tras unos minutos se percato que su amo, desde lo alto de la copa de un árbol también analizaba a la joven milimetricamente mientras dormía. Jaken no tuvo tiempo de cuestionarse nada, pues inmediatamente su amo clavó su frívola mirada en el, a lo que decidió dormirse también.

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⏰ Last updated: Dec 20, 2018 ⏰

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El secreto de Lin.Where stories live. Discover now