Capitulo 1

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Parpadeo sintiendo un cansancio tan abrumador que podía dejarse llevar sin problemas, sin embargo los fuertes sonidos de explosiones de energía, lo ayudaban a mantenerse despierto y alarmado, había temblores que lo movían, y el solo podía quedarse quieto, ser como una marioneta, un juguete del cual se han aburrido de jugar o peor aún, un juguete que ha sido roto y no tiene más remedio que ser desechado, su sangre manchaba la tierra turbia, el sol con su brillantez, le pegaba en su rostro, pero él se mantenía quieto, el dolor desquiciante que con el ardor de sus heridas sangrar, lo torturaban cada vez más.

-Una mezcla de... sensaciones- pensó sin razonar.

-¡MAJESTAD!- una voz proclamo al aire pero no pudo oírle.

-¡MAJESTAD! ¡PRÍNCIPE VEGETA!- volvió a exclamar.

Esta vez pudo escucharlo, levanto lenta y dolorosamente su rostro, su vista era borrosa, apenas lograba ver su figura, una cabellera larga, de un color negro, sabía que tenía rasguños profundos sobre su piel, pues la brillante sangre color carmesí obscura manchaba partes de su cuerpo.

-R-Raditz...- susurro.

Siendo cada vez más borrosa su visión, no pudo escuchar lo que le decía, cerrando poco a poco sus ojos, Raditz extendió su brazo, creando una especie de esfera de energía, la cual le brindo, provocando que Vegeta sintiera las energías devolverle a su cuerpo, sus parpados se abrieron de par en par, todo su alrededor era un caos terrible, adonde el mirara, Raditz se inclinó hacia él.

-Majestad, debemos irnos ahora- tomo de él.

Vegeta aguanto el grito de dolor, dando pasos a toda prisa, Vegeta le miro por su hombre

-Aun... No- exclamo moribundo.

-Lamento ser quien le diga que... Es una retirada- exclamo Vegeta.

- ¿De qué... Hablas estúpido? Un... Saiyajin jamás, jamás se retira... De un combate- demando con pausas.

Aunque Raditz le haya brindado parte de su energía, no era la suficiente para valerse por sí mismo

-Majestad...- contuvo las lágrimas de completa impotencia.

-Pelea... Cobarde- exclamo enfadado.

Quitándose de su agarre, Vegeta trato de caminar sin éxito, estaba muy mal herido y cada minuto que pasaba eran menos para que pudiera sobrevivir.

-¡Todos están muriendo! Majestad, Nappa tiene una nave, lo llevare ahí, no está lejos de aquí... Usted debe vivir señor-, Raditz se acercó nuevamente a él.

Volviendo a tomar de su hombro apoyándolo a caminar, mientras bolas de energía pasaban en los cielos.

-Estúpido cobarde... Suéltame, yo peleare...- Raditz no tuvo más que ignorar cada palabra hiriente que escupía Vegeta al no obedecerlo, no pelearía, era un hecho, y mucho menos Vegeta.

- Al paso que vamos nos mataran- exclamo nervioso, -No hay otra opción más... Que volar-, se impulsó, con Vegeta ocupando uno de sus brazos, trato de volar lo más rápido posible, sin ser visto lo cual fue una tarea difícil.

-MIREN ALLÁ, SAIYAJINS- bufó un extraterrestre de apariencia amoratada con puntos anaranjados, una tipo de armadura con calzoncillo negro y un tipo de artefacto en uno de sus ojos, llamados rastreadores, quien le apunto con armas que lanzaron una ráfaga de balas de energía.

-¡Maldición, nos vieron!- grito Raditz.

Sin soltar a Vegeta, contraataco con esferas azuladas de energía, Vegeta trataba de apuntar pero su visión no alcanzaba más allá que unos cuantos metros.

Recuerdos de un PríncipeWhere stories live. Discover now