El departamento era demasiado pequeño como para esconderse, a Minseok le gustaba lo acogedor. Se acomodaba entre el estrecho de las paredes, como sintiendo que nada podía perderse en ese piso ―ni siquiera la vergüenza de las malas decisiones― y gracias a ello no podía dejar de recordar aquella noche como si la estuviera viviendo una y otra vez en un bucle interminable.
La consistencia de los recuerdos lo contenía en minutos de silencio mirando detenidamente el espacio vacío de la entrada al departamento.
Hubo un tiempo en el que Minseok no sabía distinguir el momento en el que estaba cruzando la fina línea del romance por costumbre y el amor verdadero. Algo como el peor sentido común del mundo. No sabía cuándo estaba bien discutir, reírse de sí mismo, hacer el amor e incluso dejar de enamorarse. En algún momento, alguien le hizo sentir que tenía la responsabilidad de amar hasta que lo dejaran de querer. Supongo que él pensaba que ser el amortiguador significaría que con el tiempo, lo verían como algo más que solamente el que resentía los golpes del resto. Estaba tan alejado de la autenticidad de lo que eran los verdaderos sentimientos que esperaba realidad en una sonrisa de ebriedad.
Esa noche, como lo pudo ser cualquier otra, Minseok y su entonces pareja ―él se niega a decir su nombre otra vez en su vida― llegaron al departamento después de haber bebido. Él estaba más mareado que Minseok, que como conductor designado a lo mucho y remojó los labios en un poco de vino. Ni siquiera recuerda el momento en el que todo fue en caída, por qué cuando iban en el auto el tipo ―que de paso le llevaba un par de años y siete centímetros de ventaja― empezó a gritar.
Minseok se puso tenso, colocó música y evitó responderle a menos que fuera muy necesario. Mantenía la mirada en la carretera y sus manos perfectamente alineadas en al timón.
El terrible momento en el que alguien te maltrata el corazón y sientes que fue por tu causa. Algo como un «perdóname, fue mi culpa, yo hice que se te cayera». Quizá pensaba que no merecía cosas bonitas pues estaba cubriendo la deuda de algún pequeño pecado que había olvidado. Tal vez no recordó su cumpleaños, llamarlo de noche, limpiar sus cosas antes de irse, no le dijo que lo amaba lo suficiente, alguna de esas cosas. Él era fanático de tener malas relaciones, así se lo aseguraba Jongdae, su compañero de piso.
«Nunca te das cuenta de nada en tu puta vida».
Son las palabras que tiene más claras en la memoria, luego son algunas oraciones mezcladas que su mente ha disuelto junto con la tensión que experimentó en el momento. Recuerda también que trató de bajar del auto rápidamente después de que su acompañante dejara el asiento del copiloto. Su plan fue meterse al edificio y dejarlo peleando solo con su ebriedad. Pero cuando sacó las llaves del bolsillo y las colocó en la cerradura sintió el peso del muchacho sobre su espalda.
«Estás evitando nuestra conversación» inició diciendo antes de que le forcejeara a Minseok las llaves y lograra abrir la puerta incluso sin molestarse en retirar la mano de su menor de esta. Le apretó la palma contra el picaporte, le hizo doler.
Minseok no supo en qué momento habían empezado a discutir ni en qué dirección se estaba guiando la conversación. Sabe que le pidió tembloroso que lo dejara entrar a su departamento, que hablarían al día siguiente, «por favor» le suplicó. Se le arrugaba el corazón escuchando los gritos, el movimiento brusco. Jongdae estaba encerrado en su habitación, seguro fingiendo que Minseok no estaba ahí con ese chico con el que salía o tal vez durmiendo desde hacía un par de horas. Se le arrugaba el corazón porque de no ser por sus malas elecciones para tener parejas habría llegado a casa solo, sin bebida, sin tensión al manejar, tal vez con Jongdae.
Tal vez si se dedicaba a pensar en todo, encontraría la respuesta al por qué era tan descuidado.
«Jongdae está durmiendo, por favor, basta» le lloró cuando las manos firmes le sujetaron el cabello por la nuca al hacerlo pasar a fuerza al departamento. Estaba más ebrio de lo que había notado en el camino. Minseok estaba asustado, estaba avergonzado, estaba de todas las formas ―negativas― en las que se es posible estar.
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❝ If we love again ❞
FanfictionMinseok ahora sabe que el amor duele, duele en el corazón, duele en la cabeza, pero es un dolor soportable. Un dolor que no hiere. Minseok ahora sabe que no ha sabido amar antes de Jongdae. ✒ChenMin. ✒OneShot: 2k. ✒Hurt/Comfort. ✒Escrito pe...