Capítulo 2: Frenesí

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Se habían detenido de momento, haciendo que la suburban frenara súbitamente. El frenado hizo que Skainer estrellara su cabeza con la de su compañero. Él intentó disculparse por debajo de la cinta que cubría su boca, pero pronto se percató que ella estaba más inconsciente que despierta.

Recordó que estaba herida, seguro se había estado desangrando durante el recorrido; él por su lado, por más que intentaba zafarse, sus amarres no cedían.

Las puertas de la camioneta se abrieron, aún era de noche. La silueta de sus captores se hizo presente, tomando bruscamente a Skainer para bajarla, seguro harían lo mismo con él.

-Uno de los criminales más buscados del mundo, en nuestras manos. Para ser un criminal "altamente peligroso" resultaste fácil de capturar, ¿no crees, Junkrat? - se regodeaba el líder, un tipo alto, músculos y algo descuidado, cubierto de tatuajes quien lo miraba con ojos de ambición, pues sabía que entregarlo con la policía significaba una gran suma de dinero.

Un montón de murmullos sonaron detrás de la cinta. El hombre lo tomó de los tirantes que llevaba cubiertos de bombas y lo puso a su altura, con la otra mano despegó bruscamente la cinta irritándole la piel.

- ¡Bruto! - aulló al sentir el ardor en su piel- ¡suéltame y te mostraré por qué no debes meterte con un criminal!

-Bájenlo y llévenlo al lugar acordado, pero antes, despójenlo de todas sus cosas.

Dos de los miembros obedecieron y tomaron a Junkrat uno por la cabeza y el otro cargando sus piernas.

- ¡Los haré volar, malditos mal nacidos!

-Ya cierra la boca

-Pesas más de lo que aparentas.

-¡Y planeaban secuestrar a mi compañero Roadhog! - soltó una carcajada que lo hizo estremecerse.

Los dos hombres se habían detenido frente a una gran puerta de metal, lo colocaron en el suelo para poder abrirla, activando un mecanismo de poleas para poder hacerlo. En cuanto entraron, todo se encontraba inmerso en una gran oscuridad, uno de ellos encendió un interruptor que pronto iluminó todo el lugar con una tenue luz amarilla, que hacía ver aquél sitio, sucio y descuidado.

La luz había lastimado sus ojos que ya se habían acostumbrado a la obscuridad de la noche, haciendo que los entrecerrara para poder ver con claridad. Tan pronto su visión se acopló a la luz amarillenta, pudo ver el lugar en el que se encontraba, tenía pinta de ser alguna bodega para barcos pesqueros, pues toda la zona estaba cubierta por redes, botes viejos y rotos, motores, entre otras herramientas que no lograba identificar. Al fondo podían divisarse dos celdas de metal, una más grande que otra colocadas una frente a la otra, seguro una había sido pensada para el gran tamaño su compañero Roadhog, pero en su lugar habían colocado a Skainer, dejándole a Junkrat la más pequeña. Lo dejaron dentro de esta, pero era más pequeña de lo que era él, por lo que sus piernas sobresalían de entre los barrotes.

-¡Claro! Déjenle la más grande a la moribunda. - Gritaba mientras pataleaba entre el metal, ya que para que fuera posible meterlo, había cortado las ataduras de sus piernas. Al mirarlo, los dos hombres se miraron confundidos y divertidos por la escena. - ¡¿Qué miran?!

-Regresemos con el jefe, avisémosle que hemos terminado el trabajo.

- ¿Qué haremos con ella? –Señalando a Skainer. –Seguro que, si no hacemos algo, no llegará a mañana.

-Por experiencia propia, tiene más valor viva que muerta. Así que, si yo fuera ustedes y quisiera cobrar más, le salvaría la vida. -Opinó Junkrat desde su celda.

𝗦𝗔𝗡𝗚𝗥𝗘 𝗬 𝗘𝗫𝗣𝗟𝗢𝗦𝗜𝗩𝗢𝗦  || 𝐎𝐯𝐞𝐫𝐰𝐚𝐭𝐜𝐡  [Editando]Where stories live. Discover now