Parte 1: la presencia de la oscuridad.

115 9 17
                                    

En algún lugar entre la penumbra del vacío, donde los sueños descansan y las pesadillas cobran vida. Entre aquella oscuridad, la luna surgía entre el manto de nubes sombrías; dejando ver una estructura de grandes murallas, donde los ventanales estaban opacos por la luz blanca que salía de ellos.

Los mismos ventanales, estaban ubicados en la parte de arriba del enorme portón del fondo; con decoraciones de hierro fundido, una bestia los veía de reojo, dejando que el resplandor de los candelabros en las paredes del gran salón, aclarase su pelaje de forma dispareja, donde resaltaban marcas de un tono oscuro de carmesí: estas iban desde su cuello hasta su espalda, y al final había una cicatriz con la forma de un espiral.

Mientras la criatura rondaba por el salón, odservó los pisos de losa oscura con la enorme alfombra, que se extendía desde la puerta hasta el trono: el cual tenía tapizado rojo con apoya brazos de acero, era resistente al peso de las bestias de gran tamaño.

Sin embargo, sentado en ese lugar estaba el emperador: una poderosa criatura de armadura plateada como la luna; cuernos de color cobre, ojos de iris dorada como el sol de la mañana. Era algo que nunca debió haber despertado o almenos eso pensaba. La joven bestia podía verle acomodando su cola en el asiento, mientras reflejaba la luz con el arpa que tenía entre sus manos, escuchaba un sutil alarido que le causaba escalofríos.

—Es un placer verte de nuevo, Colmillo de Guerra —dijo mostrando un gesto de alegría.

—Para mí estodo un placer, Emperador Drake —aseguró en posición de reverencia—. ¿A qué se debe este llamado? Sobretodo a altas horas de la madrugada.

Sin aviso previo, la habitación quedó en completo silencio. Colmillo de Guerra, podía escuchar los banderines moverse por el viento que se ubicaban en los pilares de piedra. Mientras el Emperador Drake los veía agitarse poniendo una cara de enojo, parecía como si la pregunta que le había hecho; le atravesara el pecho, como si ubiese resivido un mal presagio de su parte.

El Emperador Drake—: ¡espera a los demás! —refutó en voz alta, dejando escapar un suspiro de sus fosas nasales.

Colmillo de Guerra en cierto modo, no entendía lo precipitado que estaba el emperador en aquel entonces: la principal razón, era que durante muchos años, había tenido extrañas pesadillas relacionadas con los Skylanders, y hasta ahora desconocía su significado.

—Sí... Voy a esperarlos —. Colmillo de Guerra se había disculpado bajando la voz, mientras se fijaba en la mirada inquieta del Emperador—. Perdone por haber preguntado, mí señor.

—Perdón por mí comportamiento —comentó el Emperador, al levantar un poco la cara; cuyo hocico de piel negra, era iluminada por la luz blanca que salía de los ventanales del gran salón—. Debo hacer lo correcto por nuestra causa, ¿lo entiendes verdad?

—Creo que lo entiendo —declaró con un rugido leve, odservando atravez de la ventana la luna blanca con aquel cielo estrellado—. No veo necesario disculparse, mí señor. Yo fui el que metió la pata.

Colmillo de Guerra, podía odsevar atravez de la ventana algunas torres del castillo, los cuales eran iluminados de forma dispareja por la misma luz blanca. Sin embargo, un poco más alejado, miró las ruinas de piedra que eran parte del inframundo, y una masa de agua de gran tamaño.

—De acuerdo, note preocupes por eso —. El Emperador Drake había quedado agusto con sus palabras, y por eso destacó en voz alta—: ¡tienes un verdadero corazón! Y eso me agrada hombre.

—¡Gracias Emperador! Para mí es todo un gusto ayudarle, pero... Tengo una pregunta que hacerle —quería saber, poniendo una cara de angustia—. ¿Por qué me escogió para ser el nuevo mensajero? ¿Es por qué soy hijo de uno?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 20, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Skylanders Academy: Dark RoadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora