Cheesy

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Los constantes tecleos y el tamborileo de unos dedos sobre la superficie de la mesa eran lo único que se oía en aquella claustrofóbica habitación.

Y es que, los dormitorios de la universidad eran una completa mierda, Sicheng odiaba ese pequeño cuarto sin ventanas en el cual debia convivir con otra persona.

Fijó su atención en el chico sentado en la cama de a lado, que trabajaba arduamente con una laptop roja llena de calcomanías de bandas extrañas.

El ceño fruncido y los ojos rojos de su compañero denotaban un extremo fastidio y cansancio, Sicheng llevaba viéndolo trabajar desde hace unas cuatro horas, y ni siquiera se había despegado de su laptop en ese lapso.

—¿Qué se supone que estas haciendo?

Su pregunta causó sobresalto en el chico, quien lo miró como si acabara de reparar en su presencia.

—¿Hace cuánto estas aquí? —Preguntó en cambio.

Sicheng rodó los ojos, acercándose. —Llevo toda la tarde aquí, eres un jodido obsesionado.

Negaba lentamente mientras veía la ilustración a medio acabar de Gintoki Sakata, el personaje de un manga que él y Yuta estaban leyendo.

Nakamoto Yuta era un espécimen bastante particular, o al menos así lo creía Sicheng.

Lucía como un ángel, siempre sonriente y con aura tan reluciente que parecía cegar, incluso él creyó que era de esos típicos tontos que dejan que el mundo pase por encima de ellos y solucionan las cosas con amabilidad y respeto.

Gran error.

Yuta era de gustos violentos y actitud cambiante, podría ser flores y corazones en un momento y en otro simplemente lo verías intentando destripar uno de sus osos por alguna razón estúpida.

—Es tarea Sicheng, era tema libre así que estoy haciendo lo más fácil que se me ocurrió.

— ¿Acaso un paisaje no es más sencillo? —Cuestionó nuevamente mientras colocaba su cabeza sobre el hombro de Yuta.

—No sé porque presiento que no terminare esto hoy —Susurró tecleando ctrl s repetidas veces—. Demonios, se congeló ¡Y ni siquiera había guardado el progreso!

Sicheng movió su cabeza de un lado a otro oyendo distraídamente los maldiciones y suspiros frustrados de su compañero. — ¿No tienes cientos de otras ilustraciones que has hecho? Presenta una de ellas y ya.

— ¡Ninguna me convence! —Negó frenético haciendo bufar a Sicheng.

Vio como lentamente el programa comenzaba a funcionar de nuevo y aún más lentamente guardaba el trabajo.

—Es un trabajo importante, vale la mitad de la calificación junto al photobook que hice la semana pasada —Murmuró Yuta con la vista pegada a la pantalla.

— ¿Y cómo esta ilustración tiene relación con el photobook que hiciste? —Preguntó curioso, ya que no habia demasiado conexión entre las cosas.

—El photobook contiene fotografías que me sirvieron de inspiración, y la ilustración final es el resultado de eso —Tomo una pausa, pensando en algo—. El profesor quiso que nuestras ilustraciones no sean tan vacías y copiadas de internet, y como gran parte del salón son estudiantes de fotografía, creyó ideal mezclar un poco más cosas.

—Bueno, eso no explica porque un estudiante de fotografía tiene ilustración digital como materia.

—Es una materia optativa, ya te lo habia dicho —Soltó Yuta hastiado—. Gintoki servira como fondo para la ilustración principal.

Sicheng suspiró sabiendo que Yuta estaría todo el fin de semana pegado a la laptop, adiós sábado de manga y arrumacos.

— ¿Y qué se supone que es la ilustración principal?

Yuta volteó a verlo por primera vez desde que se acercó, con aquella sonrisa amplia y brillante que hacia latir como loco el corazón de Sicheng.

Alejándose de él e ignorando el débil agarre de Sicheng cuando se levantó, Yuta caminó hasta la esquina de la habitación donde estaba su mochila, sacó un block de hojas pequeño y se acercó nuevamente.

—Es bastante simple en realidad, pensé en hacer algo más pero me he distraído demasiado con el photobook —Explicó mientras hojeaba el block hasta encontrar la página que buscaba.

Sicheng parpadeó ligeramente asombrado, un retrato suyo leyendo manga estaba perfectamente trazado, detrás de él en medio de una extraña nube se veía a Gintoki, Kagura y Shinpachi.

—Como ves, aún falta bastante —Murmuró acariciando la hoja sin notar la expresión extraña en el rostro de Sicheng.

— ¿Por qué soy tu tarea? —Preguntó ridículamente, sin pensar antes en como plantear correctamente la pregunta.

Yuta sonrió. —Te lo dije, la ilustración final proviene de la inspiración retratada en el photobook, nuestros sabados de manga me ayudaron bastante.

—Eso es muy gay ¿Lo sabés?

— ¿Sabés que es más gay?

Sicheng negó repetidas veces.

—Lo mucho que me gustas.

— ¡Ew! Tú siempre tan cursi —Sicheng fingió arcadas antes de empujar el block y subirse al regazo de Yuta—. Es una suerte que me tengas, soy la pizca de amargura que necesita tu dulce vida.

— ¿Amargura? Pero si eres un bonito y muy azucarado ser —Murmuró burlón Yuta, mientras dejaba húmedos besos sobre el pálido cuello del muchacho.

Sicheng gimoteo al sentir las traviesas manos del japonés acariciar su espalda por debajo de la camiseta que llevaba, los besos lentamente comenzaron a volverse más intensos y la atmósfera parecía más caldeada.

La ropa estaba a punto de comenzar a desaparecer hasta que un extraño sonido se oyó, haciendo que Yuta fijara su atención en la laptop detrás de Sicheng.

Illustrator se ha cerrado inesperadamente.

— ¡¿Qué?! ¡Mi esfuerzo! —Exclamó alejando a Sicheng e intentado hacer algo con el maldito programa al que se le ocurría fallar en ese momento.

—Y ahí va mi viernes de manoseo —Susurró Sicheng fastidiado, viendo como Yuta lloriqueaba frente a la pantalla de la laptop.

Cloying ; yuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora