Un lugar para volver

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Existe una criatura, conocida en diferentes tiempos, culturas,  descrita en todos los textos a la que nadie en las fechas actuales ha vuelto a ver.

Esta tierra es hogar de muchos enigmas, historias increibles, nuestro mundo es movido por la magia y el control sobre el alma y la energía,  lo cual fue fusionado con las ciencias y logro un gran avances que ayudo a la proteccion de nuestro planeta llamado Ailut.

Esa criatura tan famosa soy yo, conocida a veces como la parca, otras como una diosa y a veces simplemente una criatura extinta de la que no quedan vestigios,  la verdad es que soy la unica que existe en mi especie, condenada a vagar por la eternidad, expiando los pecados del planeta extinto hace ya 3000 años; asi es, Aliut es el antiguo planeta tierra,  castigado con el exterminio por todos sus crímenes y la unica diosa que optó por darles apoyo creando una nueva semilla de vida, un nuevo planeta donde vivir y donde corregir los antiguos errores cometidos fue castigada,  esa diosa era conocida como Alia, quien aun es descrita en antiguos textos,  mi antiguo nombre, mi antigua apariencia.

El resto de los dioses decidieron que si el planeta renaceria debido a mi, yo seria quien pagara los pecados de estos seres y asi fue. Se me desterró,  se me vistio de luto y para recordar siempre el hecho, se me dieron un par de alas negras que dolerian como si fuesen arrancadas con despiado siempre que las ocultara de las nuevas criaturas que son la mejoria del anterior ser humano.

No recuerdo cuando fue la ultima vez que sali al mundo exterior o que vi a mis criaturas de cerca; solo se que han logrado avanzar positivamente y sin cometer los mismos errores gracias a las enseñanzas que di en su debido tiempo, tal vez los demas dioses sean benévolos conmigo y decidan librarme de mi castigo, hoy despues de muchos años de sueño iré a visitar a los humanos, pero estos se asustarian si viesen mis alas negras a las cuales seguramente no han de estar acostumbradas en esta nueva generacio o la anterior por mi tiempo de aucencia.

Estaba en un lugar muy obscuro y humedo, no podia ver absolutamente nada, pero al salir, la luz del sol fue tan intensa que senti que mis ojos eran quemados aun si los cerraba.

Después de un rato mi vision volvió a la normalidad, anduve por el lugar, acostumbrando a mis piernas a caminar nuevamente y una vez me sentí comoda alze vuelo, sintiendome liviana una vez más, la jaula donde vivía se había expandido aun que fuese un poco en estos milenios de buenos avances.

Decidí que debia ir a ver como estaban las cosas en el mundo de mis criaturas asi que volé hasta la ciudad más cercana y alli en sus límites me di animos para ocultar mis alas de esta nueva civilización. El dolor fue terrible, tanto que cai arrodillada por el mismo y cuando menos me di cuenta en lugar de mis alas habia dos enormes cicatrices.  Aun dolía pero me puse de pie y camine hasta la ciudad.

Todo se veia como antes de la destrucción del antiguo mundo, pero, algo había cambiado, las calles eran limpias,  sin ningun tipo de basura caida, la gente andaba tranquilamente, todo parecia funcionar increíblemente bien y a pesar de mi extraña vestimenta y la marca en forma de rosa justo al lado de mi ojo no les incómodaba en absoluto. Mi ropa lucia desgastada vieja y rota por el tiempo que estuve durmiendo y al percatarse de ello las personas se alarmaron preguntándome si habia tenido un accidente o si necesitaba ayuda en algo, eso fue sorprendente y me alegro mucho que las enseñanzas que les di no se perdieron con los años.

Mientras la gente me ofrecía su ayuda sin querer mi estomago rugió, despues de todo llevo todo este tiempo sin alimento; una amable mujer  de avanzada edad me ofreció llevarme a su casa y darme alimento y asi fue.

Su casa era pequeña y simple pero muy linda y con el suficiente espacio para ella, le dije que habia quedado inconsciente hace mucho tiempo y que no sabia nada acerca del lugar y como se llevaban las cosas.  A ella le parecí familiar pero yo no logré reconocerla.

Me dio un estofado que me parecio realmente bueno y algo de familiaridad llegó a mi.

-Rosalen - Dije sin darme cuenta.

-Ese era el nombre de mi madre, la receta original es de ella, ¿llegaste a conocerla?

-Me vino el nombre a la mente, pero ahora que lo pienso...¿Ella no era una mujer de cabello castaño,  corto y ojos color verde?

-Sin duda la conociste, pero, ella falleció hace 20 años ¿Que edad tienes realmente?

-Si se lo digo no me lo creería

-Yo creo que si...espera un momento

La mujer camino hasta el pasillo y entró en una habitación. Después de un buen rato ella salio con un viejo álbum de fotos, ya había terminado la comida que me había dado asi que retiró el plaro y puso el álbum,  lo abrió en un lugar marcado con una etiqueta y allí,  en esa imagen estaba yo, extendiendo mis alas abrazando a una joven mujer con la descripción que le di, ella era muy cercana a mi ya que me gustaba mucho convivir con los seres humanos.

Le conté a la mujer que yo conocía a su madre y que yo era la chica de la imagen, obviamente dudaba de mi pues las alas estaban ocultas

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2014 ⏰

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Ali NereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora