La ayuda

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Jessica POV'S

James se paró delante de mí. ¿Qué quería que hiciera?

-¿Estas lerda?¿O vas a esperar a que te maten?¡Sube!

-¿Te importaría dejar de hablar en mi cabeza? Gracias, imbécil.- Me acerqué y tome el pelaje de su cuello para subirme, era precioso.....quiero decir.....grande.

Me posicioné en su lomo y preparé el arco con las flechas.

Modo Légolas : ON.

James echó a correr, y yo, para no caerme, hice fuerza con las piernas a su alrededor, mientras me dedicaba a lanzar flechas, acabamos con los roges en muy poco, pues habían venido 8 lobos más.

Me acerqué a la oreja del enorme lobo.

-Llévame a mi manada, ellos me necesitan.

James aulló y galopó por el bosque, apreté su pelaje entre mis manos, y me desesperé cuando llegamos al camino de entrada. Miré hacia arriba y divisé humo.

-Joder, fuego....¡Corre!- James corrió todavía más y en cuanto llegamos me bajé.

Miré a mi alrededor horrorizada.

Casas en llamas, gente gritando, niños llorando....Mi manada estaba luchando, pero éramos menos.

Había gente protegiendo los niños, y lobos de la manada de James llegaron a ayudar. Corrí divisando mi mansión y entrando, directamente a la sala de armas.

Tomé cuchillos y mas flechas y salí de nuevo.

-Alex...¿Dónde estas?¿Alex?- Grité en nuestra conexión.

Sin respuesta.

Luché junto a los demás y a la vez buscaba a mis amigos.

Un lobo se me tiró encima desde la espalda. Di de bruces en el suelo, su peso me aplastaba, las garras se clavaban en mi espalda y mordisqueó mi cuello. Uno de los cuchillos que portaba, me estaba rasgando el muslo, lo notaba cada vez mas dentro de mí.

Joder como dolía.

Lo estaba dando todo por perdido, este seria mi final. Los colmillos me atravesaban los músculos del cuello y de la clavícula, y notaba como la sangre iba manchando el césped.

James POV'S

Me quité a una roge de encima y me giré para seguir peleando.

A lo lejos, se escuchaban quejidos, y no le di importancia, pero de refilón vi una melena rubia desperdigada por el suelo. Con el corazón a mil, corrí en aquella dirección, solo veía sangre por todos lados. ¿Y si llegaba demasiado tarde?

Le quité al lobo pardo de encima, y con el morro, le di media vuelta. Sus ojos estaban cerrados, pero me tranquilizó un poco escuchar su respiración, lenta, muy suave, casi inexistente.

La tomé suavemente por la ropa y me la incorporé en el lomo.

Yo también estaba herido pero ahora no importaba.

Poco a poco, la pelea iba acabando, los roges supervivientes huían y la gente volvía a su estado humano.

La llevé a una zona apartada y me volví humano. Examiné las heridas y eran profundas, no se como es que no estaba muerta.

Pero si no me apresuraba, lo estaría. Me levanté con ella en brazos y la llevé a la mansión donde la encontré aquella noche a las 3 de la mañana.

Sin pedir permiso entré y me encontré a un grupo de 7 personas casi llorando, sus amigos, a las chicas las conozco, eran las del bosque, y los chicos quizás eran sus novios, no sé.

Un joven rubio de ojos grises se puso en alerta cuando me vio, pero enseguida, me dejó pasar al ver a su Alpha en mis brazos, me indicó donde estaba la cocina y la coloqué encima de la encimera.

-Joder, nena.- Tomó su pálida y fría mano y la besó, casi se pone a llorar. Ignoré el tono cariñoso en la voz y le pedí un botiquín.

Con cuidado, extraje el cuchillo de su pierna, y con una toalla que una menuda chica me entregaba, intenté, en vano, frenar la hemorragia.

Le dije a la pequeña chica que apretara ella, y cuando pensé que diría que no, y se iría a vomitar o algo, tomó la toalla entre sus manos y la presiono contra la herida.

Los demás estaban observando con cara de preocupación la escena.

Lo peor, era su cuello, tenía una herida de unos 10 cm de largo y muy profunda, y aunque ya había empezado a sanar, el proceso tardaría, y moriría.

Llamé por conexión a María y le dije donde estaba.

En seguida llegaron mis chicos, y María me tendió un frasco verde.

Era un mejunje hecho de plantas curativas que solo cultivaba mi manada, y aceleraba el proceso de curación a la vez que detenía la hemorragia.

El chico que trataba con mucho cariño a Jess, me tendió el botiquín que le pedí y tomé algodón y vendas.

Le puse el líquido en las heridas, y con ayuda de sus amigos le dimos la vuelta para curar su espalda llena de arañazos.

Cuando acabé, les dije que la llevaran a su cuarto y la dejaran descansar, pero con vigilancia.

Me volví hacia la puerta, donde me esperaba mi grupo y nos marchamos.

Teníamos cosas que hacer.

Ana, dejó unas bolsas de ropa que ellas habían dejado en el bosque antes de que las atacaran y nos largamos.

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2018 ⏰

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Mi enemigo, mi Mate [MEMM #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora