Capítulo 3

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Me mantengo en el baño con la cabeza gacha y húmeda por el agua. Mi traje del trabajo está empapado, pero no logro que me importe eso. Me observo al espejo y quiero escupirme por ser tan idiota.

—¿Por qué eres así?

No lo soporto y empiezo a llorar, ese maldito espejo me deja como una horrible persona, me siento miserable, hablo al espejo y lo golpeo con fuerza, eso quise hacer. Aún se mantiene mi miserable presencia. Me hace saber lo idiota que soy, las estúpidas ilusiones creadas con alguien maligno y falso.

Cuando se está roto por una decepción amorosa es lo más agotador y miserable. Se cumple una semana y no supero su ida. Busco a mis amigos, hasta un nuevo culo, pero no quiero eso; quería eso de mi chico. Me hizo que creer falsas promesas, que era mi novio, a la vez amigo, que estaba en las buenas y peores.
No me siento capaz de estar con otra persona, él con quien planeaba todo mi futuro.

Me casaré contigo.

Bendita mierda, eso es lo que es, nada más se le puede llamar a eso. Falacias de un hombre hacia alguien vulnerable y totalmente enamorado. No dudo que lo mío sea otra cosa, me comportaría como un jodido hijo de puta y no como un idiota débil dando todo de si.

Salgo del baño y capto más de una mirada puesta en mi. He sufrido una traición de una relación de dos años, nada grave que no pueda soportar ahora. Un simple corte en mis labios que pronto estarán libres del veneno de alguien mentiroso.

Después de pagar la cuenta salgo y me. tambaleo con fuerza, logro retomar mi compostura.

Vamos a superar esto.

Me coloco derecho, lleno mi pecho de aire y retomo mi camino hacia el frío apartamento que consideraba como un cálido hogar. Mala idea el haber venido a tratar de olvidar mis penas.

El guardia me mira con pesar y es lo que menos quiero ahora. Ya es tarde, lo que agradezco porque no quiero encontrar alguna vecina chismosa preguntando por JiMin. El chico que estaba pendiente de sus plantas e iba a tomar café con ellas.

Subo por el ascensor, en el espejo de este me golpeo para recapacitar. Mis lentes me hacen ver como una persona fría e insensible; nunca lo he sido ni nunca lo haré a pesar de todo este daño emocional.

Arrastro mis pies hasta la puerta, abro con un empujón provocando que la puerta golpee la pared; me importa un carajo. Enciendo las luces del pasillo y las del living.

Qué pensabas idiota, ¿que iba a estar sentado esperando tu llegada?

Gran idiota.

— JungKook...

Copa Rota (Kookmin) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora