Allí sentada, acurrucada en una esquina, daba la impresión de estar triste y sin compañía alguna. En aquel instante sentí una extraña simpatía por ella. Inseguro toque su hombro para que me notara, me miro y sus ojos eran profundos, no recuerdo claramente que sucedió luego, solo sé que me tragaron por completo y desde entonces he estado aquí a su lado, apartado de todo, encadenado a ella.A medida que la conocía, estar a su lado resultaba cada vez más tentador. Ella comprendía cada uno de mis pensamientos y aceptaba todos mis defectos. Así como todas las faltas que había cometido, no recriminaba ninguno de mis actos, podía sentirme completamente yo mismo con ella.
Sin embargo, con el tiempo sentí que a nuestro alrededor se estaba formando una especie de sombra que era reconfortante, pero al mismo tiempo alarmante. El lugar junto a ella de repente comenzó a sentirse tan frío y aislado. De alguna manera me pareció que poco a poco estaba absorbiendo cada parte de mí. No sabía si debía alejarme, o lo que es peor, no sabía cómo hacerlo. Ahora, solo sé que de alguna forma me he enamorado de ella, de la oscura y dulce soledad.