🍒;; O N E

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¿Suerte? Está era una palabra que YoonGi desconocía, pero..., ¿Quién demonios es YoonGi? Buena pregunta para comenzar estó. Min YoonGi, 17 años, baja estatura, una delgada y esbelta figura, antisocial y problemas psicológicos, ósea depresión y baja autoestima.

YoonGi se encontraba corriendo por las calles de la gran ciudad de seúl repitiendo palabras que tenía prohibidas decir, las maldiciones..., o al menos como su madre las llamaba "comunicación con los demonios" -¡Mierda, mierda, mierda y más mierda!- simplemente estó era un completo infierno para el pequeño. El pobre chico sin nada de rendimiento físico estó le estaba matando de manera tortuosa y lenta, pero era mejor correr si es que quería vivir un par de años más.
No tenía idea de cuanto tiempo había llevado corriendo, solamente estaba consciente en que ya no sabía en donde se encontraba, al mirar un callejón no tan lejos de él decidió adentrarse rápidamente en esté mientras se coloca atrás de un cesto de basura gigante, su respiración era jadeante y descontrolada, sus delgadas piernas temblaban al igual que sus manos, tenía demasiado miedo en ese momento aquél chico que lo culparon sin ninguna razón, no merecía estó, no merecía ser una persona buena rodeada de tantas personas de mierda. Casi lo olvidó, ¿de quién está escapando YoonGi? ¿por qué no me lo preguntaron antes? En fin, YoonGi está escapando de unos cuantos matones, tal vez era cinco o seis personas realmente enormes y musculosas..., eso daba miedo, al descubrir a estos robando un supermercado YoonGi como el niño bueno que es fue a reportarlos a el guardia de seguridad, pero lo único que se ganó fue un maratón de quince kilómetros, genial, ¿no?

YoonGi pudo sentir como era tomado de el cuello de su camisa y era jalado con brusquedad con dirección a el suelo. Esté cayó al instante, lo único que hizo fue convertirse en bolita cubriendo su nuca y rostro con sus manos, estómago y partes íntimas con piernas. Al sentir una patada sobre su espalda soltó un gemido lleno de dolor, a pesar de sus diecisiete años YoonGi nunca había estado en una pelea o había sido golpeado. Pero eso estaba por acabar ahora.

Aquellos maleantes estaban al rededor del pequeño chico que se encontraba tirado en el piso llorando, estos le daban patadas por todo su delicado cuerpo, lo único que podía hacer el chico era gritar por ayuda, gemía, lloraba, gritaba y nada..., aquéllos chicos estaban dispuestos a terminar con la vida de aquél pequeño chico. Hasta que un ángel lo salvaría de está, así es. Un tipo con una sonrisa celestial, su rostro parecía ser esculpido por los mismos dioses, vestía de traje y tenía un maletín sostenida con una de sus manos.

TaeHyung, su nombre era TaeHyung, aquél chico hermoso escuchó los gritos del pequeño, rápidamente se dirigió a el lugar de el suceso encontrándose con aquélla escena, sabía que el chico del suelo se encontraba en peligro, por lo cuál debería de hacer algo rápido, dejo su maletín a su lado y dijo lo primero que se le vino a la mente -¡Ahí están, ellos robaron mi auto de lujo!- los señaló con una de sus manos -¡Vengan oficiales!- los maleantes al escuchar eso rápidamente dejaron de golpear a YoonGi para correr como si no hubiera un mañana. TaeHyung, rápidamente se acercó a el chico que se encontraba llorando en el suelo -¿Te encuentras bien?- aquella pregunta abriría el paso a una nueva amistad extravagante..., YoonGi, al escucharlo negó de manera lenta, pues se encontraba demasiado débil y lastimado. Esto alarmó a TaeHyung, cargó entre brazos a el más bajo para llevarlo a su casa que no quedaba lejos de ahí.

Las personas que los miraban pasar se sorprendían, pensaban que se trataba algún tipo de secuestro, TaeHyung no les tomaba importancia en lo absoluto, lo único importante era poder ayudar al chico de sus brazos. No tardó ni una hora para llegar a su casa, abrió la puerta literalmente de una patada, entró con el chico en sus brazos corriendo con dirección a su habitación, a su grande y acogedora habitación. -Te tendré que despojar de tus prendas, así que no te muevas tanto para terminar de una vez por todas- hablo el mayor de ambos, llevo sus manos hasta las bordes de la camiseta del menor, comenzó a levantar está dejando expuesto su blanca piel..., está tenía moretones y algunas cortadas, TaeHyung levantó más la camisa del menor dejando expuestos aquéllos botoncitos rosas que tanto le llamaron la atención, paso su lengua de manera lenta sobre sus labios -Dime dónde te duele, pequeño.- TaeHyung colocó sus manos sobre el pecho del menor obteniendo un jadeo de respuesta ante su tacto, comenzó a bajar sus manos de manera lenta hasta tocar los lindos y suaves pezones del contrario, YoonGi se tenso al sentir aquél tacto tan descarado, el menor intento lenvantarse pero era inútil cada esfuerzo que hacía, esté se encontraba demasiado débil. TaeHyung sonrió al mirar las acciones del más bajo, paso sus manos por sus costillas con delicadeza hasta llegar a su vientre rozando por debajo de su ombligo con sus largos y finos dedos.

YoonGi movió sus piernas y abrió un poco sus labios, ese roce le había hecho cosquillas -Le agradezco lo que está haciendo por mi, pero estó es innecesario, ¿sabe?- cuestionó YoonGi.

-Hyung- dijo el mayor -Llámame Hyung- bajo sus manos hasta los muslos del menor para darle pequeños apretones a estos "verificando" que todo estuviera en su lugar, TaeHyung acariciaba la parte trasera de las rodillas del menor creandole que el menor moviera sus piernas con desesperación, aquéllos roces hacían que el menor tuviera cosquillas por lo cuál el mayor supo al instante que su piel era realmente sensible -Al parecer todo está en su lugar, pero estás muy golpeado, necesitas dormir un poco para que puedas recuperar algo de fuerzas- poso una de sus manos a las mejillas del menor para darle una suave y delicada caricia a está.

Tomo su camiseta para bajarla y cubrir su piel, está era la primera vez que un desconocido se portaba demasiado dulce con él, y eso le extrañaba a el más bajo -Enserio señ-- YoonGi fue interrumpido por TaeHyung.

-Hyung- dijo el mayor dándole una sonrisa a YoonGi que le transmitía confianza -Uh, aún no sé cuál es tu nombre, ¿es lindo al igual que el portador?-

Oh-oh, nunca antes le habían hablado así, era completamente desconocido para el chico, sus mejillas se cubrieron de un fuerte color carmesí debido a aquél alago, cosa, coqueteo, lo-que-sea-eso que le había dado el mayor -YoonGi, Min YoonGi- El menor mordisqueo su labio para completamente apenado, retiro la mirada lentamente para darse la vuelta de manera lenta y delicada, no se quería lastimar aún más.

-Enserio es lindo- susurró aquél hombre. Se acomodó al lado del menor para pasar uno de sus brazos al rededor de la cintura del menor, pronto ambos chicos calleron en los brazos del morfeo.

YoonGi no sabía que era lo que le esperaba al mantenerse con ese chico que ni siquiera sabía su edad he nombre. Lo único que le tocaba hacer era esperar que el tiempo transcurriera para poder saber lo que su futuro le esperaba con aquél chico con rostro angelical pero mente llena de sucios pecados.

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 Let me hear your cute moans → taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora