El Mafioso es mi dueño (+18)

capitulo 2

Narra Verónica
Subí corriendo y me metí al cuarto,ash es que odio a mi papa no podía creer me vendió por drogas

Dios mío ¿quien hace eso? osea no fue ni por dinero que eso si lo nesecitabamos, sino por sus estúpidas drogas. Cierro los ojos y me duermo, me despierto por que siento una mirada en mi abro los ojos y era Lucas me miraba desde la puerta directamente a mis ojos. Me levanto camino al baño y veo la hora en el reloj eran las 8 de la mañana

Me lavo la boca, vuelvo al cuarto me siento en la cama y me le quedó mirando a los ojos; Algo curioso de sus ojos es que no demostraban ningún tipo de emoción. El se va del cuarto y yo me quedo sola estoy aburida.  Los libros que tengo ya los leí todos, al salir del cuarto me encuentro con muchos cuartos planeaba perderme en la casa. Ya que de seguro me perdía era demasiado grande, abri un cuarto había una cama salgo de ese, entró a otro sigo así hasta llegar al cuarto que ayer entró Lucas cuando llegue, al entrar era como un Despacho

Había muchos libros, tenía un escritorio, el color del despacho era negro y rojo. Salgo de ahí y entró al último cuarto, al entrar veo una cama,un escritorio se nota que este era el cuarto de un hombre por la decoración y los colores los colores eran negro rojo y azul oscuro. Había un closet, un baño y una ventana gigante que daba vista al frente de la mansión. Me quedo mirando por la ventana gigante de repente se abre la puerta del baño y sale por ahí Lucas con solo una toalla en la cintura. Yo me le quedo mirando sorprendida tenía las abdominales muy marcadas sus músculos igual, el se me queda mirando serio

- que haces aquí?-dice yo lo miro alos ojos-em...yo....pues....yo...este..tu..-no sabía que decir -aja-dice -es que estaba explorando, entre aquí, pues ví la ventana, la vista y me gusto pero ya me voy, lo siento. -digo pero el me agarra del brazo

-hay lugares que están prohibidos aquí Verónica-dice yo lo miro y el me suelta la mano y me agarra la cintura. Se acerca a mi oído mucho. no había ni centímetros entre nosotros

-como mi cuarto, no tienes permitido ni nadie de entrar al menos que yo te lo pida-al escuchar eso me tenso. Al alejarse se rozan nuestros labios yo lo miro todavía tensa y cuando me suelta literalmente salgo corriendo del miedo...