Cómo dar un beso a un genio en navidad.
La vida en la torre de los Vengadores era tranquila, o tan tranquila como podría ser la vida de un equipo de súper héroes.
Dentro de todo, eran un grupo de personas relativamente funcional. Pese a que pudiesen existir ciertas tensiones por inconvenientes eventuales, aun así lograban convivir en una armonía (que podría parecer frágil a simple vista) que estaba cimentada en las estrechas relaciones que habían entre ellos.Claramente, como en todo grupo de amistades, o incluso en los grupos familiares, se habrían dado ciertas afinidades determinadas entre los miembros de este equipo. Una de estas extrañas y complejas relaciones era la que tenían Steve Rogers y Tony Stark. Aquel a quien la mayoría de la población conocía como el adorado y respetado Capitán América, había desarrollado un cierto cariño hacia el afamado Playboy que dirigía y residía en la Torre.
La verdad era que en un principio las cosas iban bien. Tenían el beneficio de ser algo así como extraños con una relación de trabajo cordial, pero con el tiempo aquello se fue transformando en una amistad, una amistad bastante interesante de hecho.
Las tensiones entre ambos iban y venían. Muchas veces no tenían demasiado sentido y resultaban intrascendentes, pero lo que muchos podían decir era que las discusiones entre Tony y Steve eran hilarantes en ocasiones.Había días en que Tony salía a las 5 de la mañana de su taller, luego de una noche sin dormir, sumergido en un mar de intrigas matemáticas y científicas que Steve no se alcanzaba a imaginar. Por aquellas horas el rubio salía fresco de la ducha, con ropa adecuada para el ejercicio y con un desayuno bastante completo, preparado para comenzar el día. Eran momentos como aquellos en los que ambos convergían, y la verdad era que no podían evitar chocar. Steve miraba a Tony con desaprobación, ocultando tras aquella mirada algo dura, la creciente preocupación que se alojaba en su pecho cada vez que pensaba en el estilo de vida poco sano que llevaba su compañero. Aquello le pasaría la cuenta al castaño en algún momento, le preocupaba su salud. Pero, mientras Steve se preocupaba en demasía por el ingeniero, este intentaba hacer oídos sordos de las reprimendas del Capitán. Era demasiado temprano para oír tanta palabrería inútil que lo retrasaba de tomar café, algo que realmente le parecía más importante que prestarle atención a Steve, ya que el café lo necesitaba para mantenerse despierto, mientras que las palabras de Steve causarían exactamente lo contrario al matarlo de aburrimiento.
Sus interacciones partieron de forma extraña. Al principio Steve solo preparó más café del necesario, dejando una taza humeante del brebaje a la espera del ingeniero, algo que lógicamente este comenzó a notar cada vez que entraba a la cocina en un estado de zombi y sentía el reconfortante aroma a tostado del café que más le gustaba.
Por detalles como ese Tony comenzó también a hacer pequeños obsequios al Capitán. Cada vez lo sorprendía con un nuevo gadget para su equipo en las misiones. Incluso arreglaba su traje cuando el rubio lo maltrataba demasiado en sus misiones.
Si le preguntaban a Tony, las mallas transparentes que se situaban justo en la parte de los abdominales del traje no habían sido idea suya, una tremenda mentira si le preguntaban a Pepper.
Poco a poco aquellos pequeños intercambios fueron más habituales. En vez de esperar a que Tony subiera a las 5 de la mañana, Steve estaba listo antes y le llevaba comida a Tony al taller, encontrándose al mecánico dormido sobre la mesa en más de una ocasión, lo que terminaba con el rubio cargando al más bajo hasta dejarlo en su cuarto. La primera vez que eso ocurrió tuvo como resultado dos cosas: Un Tony despertando algo desorientado por estar en la cama y no en el laboratorio. Y, luego le pidió a JARVIS la grabación de lo sucedido, sonrojándose bastante avergonzado por la situación, algo que claramente no admitiría, y que gracias a Tesla sólo había presenciado la inteligencia artificial. ¿Tony Stark sonrojado por algo así? Imposible, ni en este mundo, ni en ningún otro.
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Cómo dar un beso a un genio en navidad
FanfictionSteve realmente no tenía idea de cómo se había desarrollado todo. Poder acercarse a alguien de esa manera era más complicado de lo que había pensado inicialmente.