Mi cuerpo quiere más y cada vez más, es un gusto culposo, obsesivo y encantador a lo que todos le daría miedo.La veo postrada en el suelo, desnuda, inquieta y bañada de mí.
Ella en el suelo atada, esta temblando de miedo, llena de preguntas y de inquietud.
Es tan dulce y encantadora qué, muero por desprender cada parte de ella.
Por tener la delicia de su vida ella tiembla pues esta será, la última vez que respire.
Sonríe ya que, eres tan perfecta como para que me hayas encantado.
Tuviste una misión y la cumpliste, tu alma le dará vida a mí cuerpo y en mí vivirás ahora.
Para ponerte feliz, diré que solo será un rasguño pequeño.
No me gustaría dañar la carne y mucho menos, la piel de seda que la recorre.
Desgraciadamente retorcía, un pensamiento en mi cabeza.
La culpa me invade, pero la satisfacción no retrocede.
Quisiera derramar una lágrima, pero eso sería en vano.
Solo puedo sonreír y sentirme feliz, de que tú estés en mí.
Y como siempre, la culpa se queda atrás por una promesa, que nunca se cumplirá.
Porque mi cuerpo pide más y cada vez más, es desvergüenza.
Pero no quiero que te vayas así que al menos deja el rastro de la noche, para que la muerte en silencio te encuentre.
Mientras duermo, la verdad te busca de nuevo en medio del silencio.
Estas calles se caen por las escaleras y al final yo espero,
con mis fauces abiertas, a una dispuesta a caminar por la noche.La calle, la noche y la escalera es una sola presa, rodando hacia mis garras como si fuera una rueda.
Fin
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Maso
PoetryÉl que pide es avaricioso y él que queda, es vergonzoso por dar algo que es verdadero.